EN TORNO AL CONCEPTO DE "INVESTIGACIÓN-DOCENCIA
NOTAS
PARA LA DELIMITACIÓN DE NUCLEOS
GENERADORES
DE INVESTIGACIÓN
USR,
Postgrado, José Padrón
16.02.93
RESUMEN
El propósito de este papel de trabajo es presentar a la consideración
de la Coordinación y Facilitadores de la Maestría cuatro NUCLEOS
GENERADORES DE INVESTIGACION (o NGI) para el área
Docencia-Investigación. Esos núcleos son los siguientes:
NGI-1:
La investigación debe tener como punto de partida una necesidad de
conocimiento ubicada en el ámbito de ejercicio docente del participante que
investiga (NO HAY INVESTIGACION EDUCATIVA SIN DOCENCIA). (ver más detalles en
la Nota #6).
NGI-2:
Los hechos bajo estudio deben ser abordados por referencia a las relaciones
estructurales abstractas que los vinculan con otros hechos pertenecientes a
su misma clase (ENFOQUE DE GLOBALIDAD) y deben ser explorados desde múltiples
puntos de vista (ENFOQUE DE INTERDISCIPLINARIDAD). (Ver más detalles en la
Nota #7).
NGI-3:
La acción docente debe ser vista a la luz de las investigaciones que la
apoyan, mientras que todo conocimiento o cuerpo informativo debe ser visto en
términos del proceso de investigación que lo genera (NO HAY DOCENCIA SIN
INVESTIGACION EDUCATIVA). (Ver detalles en la Nota #8).
NGI-4:
La investigación debe analizar tanto la información disponible como las áreas
problemáticas y las soluciones ofrecidas, siempre por referencia a las
relaciones de poder y a las conveniencias e intereses de dominio (EL
CONOCIMIENTO COMO MERCANCIA Y COMO INSTRUMENTO DE CONTROL). (Ver detalles en
la Nota #9).
Los cuatro núcleos anteriores se derivan de una definición del
concepto de Docencia-Investigación bajo la perspectiva de las teorías de la
Acción (detalles en la Nota #4) y de un modelo de los procesos de investigación
(detalles en la Nota #5).
En la Nota #1 se ofrece una caracterización del concepto de "Núcleos
Generadores de Investigación". En la Notas #2 se tipifican los
posibles lineamientos constituyentes de un curriculum para formación de
investigadores, mientras que en la #3 se analizan los tipos de lineamientos
presentes en el actual diseño de esta área de la Maestría. Estas primeras
tres Notas pretenden explicar las interrelaciones entre conceptualización
curricular y NGI.
1. QUE SON LOS NUCLEOS GENERADORES DE INVESTIGACION
La expresión "Núcleos Generadores de Investigación"
(que aquí simplifico como "Núcleos GI" o como
"los GI") se halla en el actual diseño del
doctorado de esta universidad. El concepto implícito en esa expresión
demostró gran utilidad a la hora de interpretar dicho diseño y de
traducirlo en operaciones concretas, por lo cual se ha planteado la
conveniencia de manejarlo también en el programa de Maestría.
Se entiende por NGI un conjunto sistemático de proposiciones o
enunciados concretos y específicos que, derivados de lineamientos
conceptuales globales, permiten interrelacionar coherentemente, interpretar,
controlar y administrar los desarrollos investigativos de participantes y
facilitadores. Los GI se distinguen de otros conceptos curricular-operativos
por lo siguiente:
-Tienen
forma de enunciados o proposiciones, con carácter de normativa flexible u
orientación, derivada de marcos conceptuales, y con dimensión concreta.
-Tienen
la función de cohesionar los productos investigativos entre sí y con
respecto a los lineamientos que conforman la conceptualización del diseño
del postgrado.
Creo conveniente insistir en que los NGI están entrañados en esos
lineamientos conceptuales que funcionan como plataforma amplia del curriculum.
Por tanto, voy a detenerme en los diversos tipos de lineamientos que en
general pueden configurar un curriculum (Nota 2, siguiente), para luego
pasar a considerar cuáles de esos tipos predominan en el actual diseño del
área Investigación-Docencia de esta Maestría (Nota 3).
2. TIPOS DE LINEAMIENTOS INVESTIGATIVOS EN UN CURRICULUM
Existen al menos seis tipos de lineamientos generales que pueden
conformar globalmente la conceptualización de un programa de postgrado
(lineamientos que, a su vez, al ser desglosados o 'factorizados', permiten
delimitar núcleos GI):
(i)
Lineamientos temáticos:
definen ámbitos problemáticos de la acción educativa, concebidos como
temas u objetos relevantes de estudio. Este tipo de lineamientos obedece a un
criterio de ordenamiento empírico en la producción de conocimientos.
Evaluación, curriculum, financiamiento, marginalidad, regionalización y
otros temas por el estilo son ejemplos de áreas empíricas de procesamiento,
producción y difusión del conocimiento asociado a la práctica educativa.
(ii)
Lineamientos teóricos:
definen cuerpos explicativo-interpretativos de conocimiento universal,
previamente elaborado, concebidos como soporte cognitivo de la acción
educativa. Este tipo de lineamientos obedece a un criterio de ordenamiento
teórico en la producción de conocimientos, bien sea para efectos de
sistematizar puntos de partida para el tratamiento de áreas empíricas
(descriptivo-observacionales), bien sea para efectos de construcción,
contrastación y aplicación de teorías. Las teorías de la Acción, de la
Organización, del Desarrollo Social, etc., son ejemplos de este tipo de áreas
en torno a las cuales puede orientarse un diseño de postgrado o pueden
organizarse los equipos de investigación o estudio.
(iii)
Lineamientos metodológicos:
definen esquemas operativos de producción de conocimiento, concebidos como
sistemas instrumentales, procedimentales, técnicos y tecnológicos,
asociados a un punto de vista filosófico en torno a la concepción del conocimiento
y sus vías de procesamiento. Se obedece a un criterio de ordenamiento
operativo o de ejecución, para efectos tanto de registro de datos empíricos
como de construcción y/o validación teórica. Los métodos etnográficos,
inductivo-experimentales y lógico-deductivos constituyen las principales áreas
metodológicas que pueden funcionar, todas o alguna de ellas, como referencias
de diseño curricular y como criterio de integración de equipos de trabajo.
(iv)
LINEAMIENTOS ADMINISTRATIVO-ORGANIZACIONALES: definen estructuras de coordinación y control de todo el proceso
curricular. Ejemplos: horarios, lapsos, planta física, requisitos administrativos,
etc.
(v)
LINEAMIENTOS EPISTEMOLOGICOS:
definen sustratos de convicción acerca de la naturaleza-función del
conocimiento y acerca de sus vías de construcción y legitimación,
concebidos como marco de coherencia para el procesamiento del conocimiento,
tanto en el plano de la investigación (tratamientos empíricos, teóricos,
metodológicos, textuales) como en el plano de la calidad instruccional y
educativa (contenidos informativos, estrategias de formación y aprendizaje,
etc.). Las posiciones dialéctico-hermenéutica, positivista y
racionalista son los principales ejemplos de sustratos para la concepción
de un postgrado y para la formación de equipos y líneas de trabajo.
(iv)
LINEAMIENTOS AXIOLOGICOS:
definen esquemas de valor y preferencia respecto a los fines y
conveniencias de la acción educativa y, por tanto, respecto a las
prioridades e intereses de producción-difusión de los correspondientes
soportes cognitivos. Tales esquemas se conciben, en primer lugar, como
sistemas de decisión para la acción, partiendo del nivel más amplio de
los ideales macrosociales y llegando al nivel más particular de las políticas,
misiones y funciones de los sistemas educativos. En segundo lugar, se conciben
como sistemas de decisión acerca de las áreas empíricas, los cuerpos teóricos
y los esquemas metodológicos en la producción-difusión del conocimiento
necesario para aquella acción. Las concepciones neoliberal, socialdemocrática,
etc., constituyen ejemplos 'gruesos' de este tipo de lineamientos para la
concepción curricular de la investigación y de la calidad de la Educación.
Ejemplos más 'finos' son, entre otros, la búsqueda centrada en el aula, la
producción tecnocrática, el trabajo de impacto social o masivo, el
incremento de la calidad de gestión en niveles gerenciales o decisorios, etc.
Como se ve, todos estos ejemplos constituyen, cada uno, conjuntos de
lineamientos diferenciados entre sí por una cierta postura alrededor de
lo que se espera de la acción educativa en un cierto momento y en una cierta
unidad sociocultural, independientemente de las áreas temáticas, de los
cuerpos teóricos, de los esquemas metodológicos, etc.
3.
LINEAMIENTOS PRESENTES EN EL ACTUAL CURRICULUM
Según se evidencia en los distintos documentos que definen e
interpretan el diseño de esta área de la Maestría, de los seis tipos de
lineamientos antes nombrados hay algunos que no se precisan, lo cual debería
entenderse, en principio, como un razonable margen de libertad para que los
participantes y facilitadores elijan sus propias opciones individuales. Es
el caso de los lineamientos tipos ii, iii y iv (teóricos,
metodológicos y administrativo-organizacionales, respectivamente). De los
otros tres tipos restantes (i, v, vi), el que aparece expresado con mayor
nitidez es el vi (axiológico), del cual se hacen derivar el v
(epistemológico) y el i (temático). Veamos esto en detalle.
La idea central en los documentos mencionados se asocia a las
expresiones "Investigación-docencia" y "Docente-investigador".
Si revisamos los lineamientos tipo vi (axiológicos), veremos que allí
se ubica claramente el concepto implícito en esas expresiones, desde el
momento en que éste plantea un 'desideratum' pragmático, es decir, una
acción educativa ideal, concebida como adecuada a las presentes
circunstancias socioespaciotemporales y materializada en un perfil de
educador también ideal: de entre todas las demás opciones de 'esperanza
educativa', se elije, en primer lugar, aquélla en que docencia e
investigación interdependen esencial y sustancialmente y, en segundo lugar,
aquélla en que la praxis y las ejecuciones concretas emanan de un cierto
individuo que es docente si y sólo si es también investigador. Los lógicos
dirían que entre "docencia/docente" e "investigación/investigador"
se plantea una relación "bicondicional" o de "coimplicación",
del tipo "z «
w". Salta a
la vista entonces el predominio de los lineamientos axiológicos en la concepción
del diseño del área.
Estas expresiones aparecen, en los documentos de referencia, ligadas
a otras expresiones puestas en circulación por autores como Horkheimer,
Adorno, Habermas y, en general, los representantes de Frankfurt, las cuales
pueden sintetizarse por relación con el famoso concepto de "Teoría
Crítica". Dado que este concepto une explícita y estrechamente
una axiología ("praxis transformadora" y "acción
comunicativa") con una epistemología (conocimiento como poder y
como mercancía, hermenéutica, método histórico, fenomenología, nueva
racionalidad, etc.), es obvio que los conceptos axiológicos de "docencia-investigación",
al unirse con los conceptos gnoseológicos ya sugeridos, están expresando no
sólo unos lineamientos específicos del tipo v (epistemológicos)
derivados de los anteriores, sino también una integración al marco
conceptual amplio del llamado "sociohistoricismo".
Finalmente, aunque es cierto que todo lineamiento axiológico y
epistemológico, como éstos de la Teoría Crítica, puede desembocar en
lineamientos temáticos muy particulares, en los documentos de soporte de
esta área de la Maestría no aparecen lineamientos temáticos
sistematizados o del todo clarificados (no parecen claras las distancias
entre 'temas empíricos' del tipo i y 'fundamentaciones filosóficas'
tipos v y vi, por ejemplo). Como también es
cierto que todo postura axiológico-epistemológica es, por
definición, abierta a cualquier 'tema' o ámbito empírico de
investigación, creo preferible suponer que este diseño curricular no
predetermina inexorablemente lineamientos temáticos específicos,
sino que más bien deja abierta a los participantes la posibilidad de escoger
cualquier tema según sus intereses personales.
4.
DOCENCIA-INVESTIGACION DESDE EL ANGULO DE LAS TEORIAS DE ACCION
Hasta aquí, con las tres notas anteriores, he querido resaltar la
idea de que los NGI se obtienen de lineamientos curriculares y que el actual
diseño está encabezado por lineamientos de tipo axiológico, centrados en el
concepto de investigación-docencia, de donde se derivan lineamientos
epistemológicos enmarcados en la Teoría Crítica. Se trata ahora de ver qué
NGI se obtienen tanto del concepto investigación-docencia como de
los conceptos hermenéutico-interpretativos asociados. Pero para eso me parece
indispensable, aunque resulte un camino largo y aburrido, comenzar por un análisis
de los conceptos de investigación-docencia y docente-investigador bajo
una óptica estrictamente teórica y no bajo ópticas especulativas o
intuituivas. De lo que se trata es de situar el concepto en su justa dimensión,
al lado de un vasto sistema de conceptos que nos son muy conocidos (aunque el
parentesco no sea evidente) y con los cuales desde hace tiempo estamos
suficientemente de acuerdo, todo con el objeto de hacer de él un concepto más
productivo.
Para no ver la docencia-investigación (o el docente-investigador)
como algo totalmente original de la educación o de la Teoría Crítica y como
algo distinto a las demás cosas
de este mundo, comencemos por recordar la vieja relación entre ACCION
y CONOCIMIENTO. No hay acción sistemático-socializada que no se funde
en conocimientos también sistemático-socializados. Es esa relación lo que
hace progresar las acciones humanas, hasta llegar a ser tan refinadas como lo
son hoy en día (por cierto, si la Educación de hoy sigue siendo la misma o
peor que la de hace siglos, es justamente porque no ha funcionado esa relación
entre 'producir conocimientos confiables' y 'actuar de acuerdo a ellos'). Si
investigar es lo mismo que producir conocimientos, entonces es evidente
que ACCION e INVESTIGACION son entre sí 'bicondicionales'
o 'coimplicadas', no sólo respecto a la docencia, sino respecto
a cualquier otra acción: medicina-biología, ingeniería-física, farmacia-química,
agricultura-geobotánica y muchos otros ejemplos más son
particularizaciones de esa relación suprageneral que se da entre una acción
y una ciencia, siendo también un ejemplo más la docencia-investigación
(de hecho, la docencia es sólo una entre muchísimos clases de acción).
Así pues, hablar de "docente-investigador' no es nada
distinto de hablar de "médico-investigador", "electricista-investigador"...
y hasta de "niño-investigador", ya que el niño va
descubriendo cosas y produciendo datos cognitivos sobre los cuales funda
sus nuevas acciones, cada vez más eficientes. Lejos de ser cosas
distintas, más bien es una lástima que sea recientemente cuando la Educación
descubre que no puede haber docencia si al mismo tiempo no hay investigación.
También es una lástima que hasta ahora el docente no haya elaborado sus
propios CONOCIMIENTOS sino que deba esperar a que sean los libros o
la universidad quienes le digan cómo ACTUAR. La relación acción-investigación
es muy vieja y la docencia-investigación es una sub-relación de esa gran
relación. Esa es la conclusión a que se llega razonando a partir de
cualquiera de las teorías de la Acción y de cualquier teoría Pragmática,
todas las cuales suponen una bicondicionalidad entre 'actuar'
y 'saber'. Si lo entendemos desde esa óptica teórica, el
concepto de docencia-investigación queda más claro y mejor ubicado interdisciplinariamente.
5.
DOCENCIA-INVESTIGACION DESDE EL ANGULO DE UNA TEORIA DE LA INVESTIGACION
El escaso aprovechamiento que hasta ahora ha tenido en Educación la
relación bicondicional 'docencia-investigación' se revela en una práctica
inveterada (y alejada de una teoría pragmática) que consiste en mantener
separados a docentes, por un lado, e investigadores,
por otro. Tal observación nos introduce en una Teoría de la Investigación
(y, más especificamente, en una Teoría de la Variabilidad de la Investigación
Educativa que, a su vez, es una subteoría de la acción), a través del
concepto de 'CONTEXTO DE INVESTIGACION' o de 'DESCUBRIMIENTO'.
En un modelo teórico de ese tipo se supone que, al lado del proceso interno lógico-estructural
de toda investigación, hay también una esfera extra-estructural pragmática
de orden sociológico y filosófico que resulta determinante (al modo de las
clásicas "variables independientes") para el proceso lógico-estructural.
En esa esfera extra-estructural hay, entre otros, dos componentes
importantes que encabezan todo el proceso investigativo global: un 'componente
ORGANIZACIONAL' y un 'componente PERSONAL'. Este último
engloba, además de los rasgos psicológicos individuales del investigador,
rasgos de orden sociológico tales como rol, posición social (nivel de
prestigio, por ejemplo) y campo de influencia (ámbito de ejercicio e
impacto). El componente organizacional, en cambio, engloba rasgos tales como
políticas investigativas y estructuras departamentales. Sobre la base de
estos componentes se explican, en la práctica, dos clases de investigadores
educacionales: unos que sólo son investigadores, que no practican la docencia y que suministran a los demás las teorías y
conocimientos supuestamente requeridos; y
otros que, además de ser investigadores, son también docentes y nutren sus
requerimientos cognitivos no sólo con los aportes de los primeros sino también
con aportes producidos por ellos mismos y por sus colegas, siempre a partir de
su propio ejercicio dentro de las estructuras departamentales del componente
organizacional. Pero, también dentro de dicho componente, hacen falta
ciertas políticas organizacionales para que surja y se mantenga esta
última clase de investigadores, la cual se asocia al sustrato teórico más
amplio para lo que ahora llamamos "docente-investigador".
Como se ve, estas dos clases de individuos no son algo original de la Educación
ni de la Teoría crítica, sino que existen en ámbitos teóricos más
abarcantes, no sólo a partir de la vieja relación acción-conocimiento sino
también a partir de la relación entre "contexto de descubrimiento"
y "lógica del descubrimiento". (pensemos, por ejemplo, en
el caso de los médicos, al menos una gran parte de ellos: por un lado,
ejercen su profesión con sus pacientes y, por otro, utilizan los datos
generados por ese ejercicio para responder preguntas importantes que luego
llevan a simposios o a revistas especializadas, es decir, son 'médicos-investigadores').
Esta relación es tan antigua y universal que, hace mucho tiempo, antes de
que apreciera la 'esquizofrenia del conocimiento', no se concebían por
separado los profesionales ("prácticos") y los investigadores
("teóricos"), sino que ambos constituían un mismo perfil en el
nivel de los componentes organizacional y personal (para continuar el
ejemplo de los médicos, pensemos en el caso de Hipócrates; en Educación,
pensemos en gente como Pestalozzi, Claparede, etc.). Fue sólo recientemente,
bajo el modelo tecnocrático-empresarial, cuando las ideas de especialización
académica y división del trabajo intentaron acabar con esa relación
bicondicional. En síntesis, para terminar este análisis de óptica teórica,
vemos cómo el concepto de investigación-docencia puede quedar mejor ubicado
si lo deducimos de estas dos teorías mencionadas. De allí en adelante resulta
más sencillo derivar algunos NGI que podrían ser operativamente útiles
para el curriculum.
Antes de seguir, destaquemos tres rasgos fundamentales del concepto "Docencia-Investigación"
o "Docente-Investigador":
-Es
una de las posibles particularizaciones del concepto más universal de "Acción
- Conocimiento".
-Sucesivamente,
es una de las posibles particularizaciones de la relación más universal
entre "Contexto de Descubrimiento" y "Lógica del
Descubrimiento", relación que se especifica teoricamente mediante
los componentes "organizacional" y "personal"
de un modelo de los procesos de investigación.
-La
relación entre "Docencia" (o "Docente") e "Investigación
Educativa" (o "Investigador Educacional") es una
relación bicondicional o de coimplicación, en el sentido de que no puede
haber docencia efectiva donde no hay investigación educativa confiable y, al
revés, no puede haber investigación educativa confiable donde no hay
docencia efectiva.
Como se notará, la definición que se ha hecho de este concepto a
través de los tres rasgos anteriores se apoya en teorías generales. Además,
expresa claramente un ideal de acción, una convicción axiológica que remite
a una normativa: nos conviene un docente que investigue y un investigador que
formule sus trabajos a partir de su propio contexto profesional. Dicho así,
esta postura se opone a aquella otra que prevé 'docentes de aula' disociados
de 'investigadores académicos' inmunes e impunes a los problemas del
ejercicio educativo. Veamos ahora cuáles son las implicaciones en el plano de
los NGI.
6.
NGI 1: EL CONTEXTO DOCENTE COMO OBJETO DE CONOCIMIENTO
Hay un primer NGI que se hace evidente en la definición anterior: si
queremos formar investigadores (y formarnos como tales) y si además nos
convienen investigadores que planteen sus productos sobre la base de sus
propios datos organizacional-personales (en el terreno de la docencia),
entonces debemos comenzar por insistir en que toda investigación educativa
que ingrese a este proyecto asuma como pregunta de indagación alguna
necesidad de conocimiento estrictamente ubicada dentro del ámbito profesional
en que se desenvuelve el investigador, sobre la base de sus particulares
condiciones y circunstancias individuales (estilo de pensamiento, competencias
específicas, etc.). Más brevemente: es el contexto docente del participante
(o del facilitador) el núcleo básico que genera sus investigaciones,
entendido como ámbito problemático donde se sitúa una pregunta de
indagación y como marco de llegada donde convergen soluciones de
conocimiento a las dificultades de acción. Observemos que este NGI tiene tres
rasgos específicos que lo desglosan:
-El
área problemática donde se formula la pregunta de investigación coincide
con el ámbito de ejercicio docente del participante. Dicho ámbito es también,
por tanto, el campo empírico más concreto donde tienen lugar las operaciones
de registro de datos, de observación, de prueba y validación, etc.
-La
esfera hacia la cual se proyectan los conocimientos producidos por la
investigación (de los cuales se esperan aplicaciones en términos de
soluciones para la praxis) es también ese mismo ámbito de ejercicio docente
del participante (concebido como espacio universal y no como espacio
contingente, como se solicita en otro NGI, más adelante).
-Las
formulaciones investigativas son coherentes con las condiciones psicosociológicas
particulares del participante.
7.
NGI 2: GLOBALIDAD E INTERDISCIPLINARIDAD
Consistentemente con la definición teórica expuesta en 5
y con los lineamientos epistemológicos de la Teoría Crítica, queda en
evidencia un segundo NGI que previene posibles malentendidos del NGI anterior.
En efecto, podría entenderse erroneamente que al hablar del contexto de
ejercicio docente del participante como generador de sus investigaciones se
está prescribiendo que todo trabajo debe ser empírico, inductivo y
restringido al "caso", sin conexiones con una clase universal
de contextos docentes. Si esto fuera así, entonces la investigación
educativa quedaría convertido en un inerme repertorio de datos cada uno de
los cuales sólo vale para una situación y no para todas las de su mismo
tipo. Los productos investigativos no tendrían utilidad para otros docentes
que, situados en casos distintos, confrontan la misma incógnita. Sabemos en
cambio que, por razones obvias, las indagaciones resultan más productivas
en el grado en que sean más generalizables, es decir, más 'teóricas'.
Al respecto hay que distinguir dos cosas: una es el campo empírico
singular, muy específico, donde se generan las preguntas y donde se llevan a
cabo las operaciones de recolección de datos y de contrastación. Otra es el
conjunto de campos empíricos singulares que pertenecen a la misma clase del
primero, los cuales, por más separados que estén en el tiempo y en el
espacio, ofrecen características relacionales que les son comunes y en virtud
de las cuales es posible explicar, comprender e interpretar cualquiera de
dichos campos, sin importar cúan lejos esté de nosotros en el tiempo y en el
espacio. Estas dos cosas o estos dos tipos de campo empírico funcionan de tal
modo que el primero, ubicable en unas determinadas coordenadas de lugar y
fecha, sirve de puente o enlace hacia el segundo, concebido como una
estructura empírica común (abstracta), subyacente a toda una 'familia' de
casos que no están identificadas por particulares coordenadas de fecha y
lugar. Es mediante estas estructuras abstractas como la investigación se
torna aprovechable no sólo para su autor sino además para muchos otros
docentes. Es también mediante ellas como se llega a una 'Teoría
Educativa' capaz de fundamentar la acción docente en general.
Lo dicho arriba alude a una de las condiciones elementales del concepto
de "GLOBALIDAD". Este concepto no se reduce sólo a la
consideración integral de los entornos sociohistóricos del objeto de
estudio. Se refiere también a la consideración integral, de amplio alcance,
de todos aquellos hechos o procesos sociales que pueden ser comprendidos por
el estudio de un caso particular y que se revelan a través del mismo. Pero,
dado que la 'globalidad' no se aprehende desde un único ángulo
y dado que los cuerpos cognoscitivos especializados ('verticales') son
producto de una fragmentación manipulada, se requiere también un punto de
vista que se instale en entrecruzamientos 'horizontales' de unos a otros
cuerpos teóricos, para abordar los hechos desde nuevas construcciones
cognitivas ("transdisciplinaridad") o desde construcciones
entrelazadas ("interdisciplinaridad", propiamente dicha). De
esa manera, los enfoques globales e interdisciplinarios se
constituyen en un segundo NGI que permite ampliar las investigaciones de los
participantes y proveerles una base sólida de comprensión, explicación e
interpretación de la acción docente. Este NGI 2 puede desglosarse en dos
rasgos elementales:
-La
esfera hacia la cual se proyectan los conocimientos producidos por la
investigación (de los cuales se esperan aplicaciones en términos de
soluciones para la praxis) debe ser enfocada desde el punto de vista de sus
estructuras relacionales subyacentes, aquéllas que la convierten en una
clase general de hechos o procesos educativos (GLOBALIDAD).
-Los
objetos de estudio deben ser abordados desde varios puntos de vista y bajo
enfoques cognitivos complementarios entre sí (INTERDISCIPLINARIDAD).
8.
NGI 3: LA DOCENCIA COMO CONVERGENCIA DE PROCESOS Y PRODUCTOS INVESTIGATIVOS
En el NGI 1 se propuso considerar los contextos docentes como punto de
partida para la investigación (i.e: "no hay investigación
educativa sin docencia"). Pero como se trata de una relación
bicondicional, según ya se dijo, entonces también debe insistirse en el
camino inverso: considerar la docencia como práctica sustentada en la
investigación educativa (i.e: "no hay docencia sin investigación
educativa"). En otros términos, de acuerdo a este NGI 3 la acción
docente no debería tener lugar a partir de conocimientos empíricos,
corazonadas o conocimientos catedráticos aceptados acriticamente. Debería
tener lugar a partir de conocimientos sistemáticos, críticos, validados y
"consensuados" (el término es de John Ziman, para referirse
al "consenso"). Significa que debe ser la investigación
educativa la fuente básica proveedora de datos cognitivos para el ejercicio
docente. Significa también, en el plano del curriculum para formación de
docentes-investigadores, que el estudio de teorías (tanto las que se usan
para investigar como las que se manejan como contenidos de las unidades
curriculares) deben ser vistas como productos de investigación y en relación
con la estructura de los procesos investigativos. Esto garantizaría en
parte un examen más profundo y crítico de los aportes teóricos e
instrumentales, especialmente aquéllos que nos pretenden imponer desde los
movimientos intelectuales 'de moda' o desde socioculturas ajenas a la
nuestra. Este NGI 3 puede desglosarse en dos rasgos esenciales:
-Toda
acción docente debe ser vista a la luz de las producciones de conocimiento
(investigaciones) que la apoyan.
-Todo
conocimiento de apoyo a la acción docente debe ser visto en términos del
proceso investigativo que lo genera.
9.
NGI 4: EL CONOCIMIENTO COMO MERCANCIA Y
COMO INSTRUMENTO DE CONTROL
El último de los GI derivados aquí tiene que ver con una importante
limitación de los procesos investigativos, de acuerdo a la postura de
Frankfurt, determinada por el doble hecho de que, primero, el conocimiento ha
sido convertido en valor económico (del conocimiento como "formación"
al conocimiento como "información", según ilustración
del Dr. Barros); y, segundo, el conocimiento es instrumento para el
dominio. Desde otro punto de vista, la tesis del "Curriculum Oculto"
(Hidden curriculum) postula una doble estructura del conocimiento
educativo: una estructura profunda, encubierta, donde subyacen las
intenciones de dominio, los intereses y conveniencias de poder y donde se
detectan las metas inconfesables de la Educación; y otra estructura
superficial, aparente, donde se declaran las buenas intenciones.
Lo dicho antes conduce a un NGI 4, según el cual toda investigación
educativa, a la hora de analizar sus conocimientos de insumo, de explorar su
campo empírico y de construir sus resultados, debería considerar también
las esferas de conveniencia y las relaciones de poder que pudieran estar implícitas
en el estudio. Por ejemplo, investigar sobre la descentralización o el autofinanciamiento
educativos preguntándose por los estratos de poder a quienes convienen tales
cosas seguramente generará resultados distintos, más críticos, que en
aquellos casos en que no se hacen preguntas como esa. Este último NGI puede
desglosarse en tres rasgos particulares, por lo menos:
-Toda
investigación debe analizar la información disponible en términos de su
valor dentro de las relaciones económicas y de poder (manipulación de la
información).
-Toda
investigación debe analizar sus áreas problemáticas iniciales desde el
punto de vista de las relaciones de dominio que influyen sobre ellas.
-Toda
investigación debe considerar las soluciones prácticas derivadas de sus
resultados teóricos en términos de los grupos o intereses a los que aquéllas
pudieran servir.
10.
IMPLICACIONES OPERATIVAS
Estos cuatro NGI tienen varias exigencias de desarrollo ulterior a la
hora de definir sus vías operativas de aplicación: cómo traducirlos en
programas de asesoría y en sesiones de Seminario, cómo integrarlos a la
redacción del proyecto de investigación, cómo facilitar su comprensión
por parte de los participantes, etc. Aunque el paso siguiente sería definir
esas vías operativas, antes debemos estar de acuerdo en la posible utilidad
y adecuación de estos NGI a las características de los participantes y de
la organización de la Maestría. Lo que se intentó en este papel de trabajo
ha sido sólo presentar una base de discusión al respecto. Partiendo de esa
base, podríamos lograr reajustes y modificaciones o también proponer otros
instrumentos que cohesionen los trabajos de investigación con respecto a la
concepción de este currículum.
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OBSERVACIONES
AL DOCUMENTO
"NOTAS
PARA LA DELIMITACION DE NGI":
PROBLEMAS
EN EL CONCEPTO "DOCENCIA-INVESTIGACION"
(PAPEL
DE TRABAJO PARA CONCEPTUACION DEL AREA)
USR,
Postgrado, José Padrón G.
02.03.93
RESUMEN
Este papel reúne ciertas precisiones a un documento anterior en que
se proponen cuatro "núcleos generadores" para el área
"Docencia-Investigación". Dichas precisiones vienen al caso
porque ultimamente se han revelado ciertos problemas operativos que ponen en
duda la validez operativa del mismo concepto de "Docencia-Investigación"
(ver detalles al respecto en "ANTECEDENTES"). Los problemas
básicos son los siguientes:
-La
Docencia ha dejado de ser un ideal profesional de valor (ver
detalles en "PROBLEMA #1").
-La
Investigación no es un ideal factible para nuestros actuales
docentes (ver detalles en "PROBLEMA #2").
-La
Docencia-Investigación no puede tener lugar encerrada en un
aula ("investigación autista"), tal a como obligan las
actuales estructuras educativas (ver detalles en "PROBLEMA #3").
-La
Docencia-Investigación, en definitiva, choca contra los males
del sistema y resulta contradictoria frente a éstos (ver detalles en "SINTESIS
PROBLEMATICA").
Ante estos problemas, se enfatiza una concepción amplia del concepto Docencia-Investigación,
de acuerdo a cuatro soluciones que permiten evadir las contradicciones de
dicho concepto con la realidad:
-La
Docencia no se refiere al aula, sino a la Acción
Educativa en general (ver detalles en "SOLUCION #1").
-La
Docencia no se refiere a la Escuela Básica sino a todos los
niveles del sistema formal (ver detalles en "SOLUCION #2").
-La
Investigación no es un asunto individual sino de equipos y
programas que permitan incluir la participación de otros docentes (como los
de aula) a escala de objetivos sectoriales (ver detalles en "SOLUCION
#3").
-El
curriculum D-I no debe ser sólo un régimen cerrado sobre
aprendizajes. Debe además ser un ente comunicacional y DIFUSOR
que haga puentes entre los productos de la docencia-investigación y las
esferas de tomas de decisión y de opinión pública (ver detalles en "SOLUCION
#4").
En consecuencia, se estiman dos modificaciones curriculares: una, que
los participantes enmarquen sus proyectos de investigación en el diálogo,
el contacto y las pequeñas participaciones de docentes-investigadores
externos al programa de postgrado; otra, que dicho programa implante
estrategias y medios de comunicación-difusión de investigaciones,
orientada a la opinión pública y a los centros de planificación y control
educativos (ver detalles en "CONCLUSION").
ANTECEDENTES
En un papel anterior, titulado "Notas para la delimitación de
núcleos generadores de investigación" (16.02.93), propuse cuatro
de esos núcleos, dentro de la intención común de ir profundizando en una
conceptualización de esta área de la Maestría, tal como fue planteado en
una reunión de la Coordinación del Programa de Postgrado.
Esos cuatro núcleos del documento mencionado fueron derivados a
partir de una reubicación del concepto "docencia-investigación"
en las teorías de la acción y de los procesos investigativos. En virtud de
tales teorías, dicho concepto quedó concebido como una relación
bicondicional o de co-implicación entre los dos sub-conceptos del caso:
"docencia" e "investigación educativa", de
modo que, según una paráfrasis sencilla, podría interpretarse así: "No
hay docencia efectiva donde no hay investigación educativa y tampoco hay
investigación educativa confiable donde no hay docencia". De acuerdo
a esto, el perfil ideal de egreso de estos participantes equivale a alguien
que es investigador porque es docente y que, al mismo tiempo, es docente
porque es investigador.
Ahora bien, en la sesión de Seminario del día 01.03.93, con la
asistencia de Mildred, Elvia y Denys, como profesoras invitadas, y de Emma,
Maritza y yo, como facilitadores, se suscitó un interesante intercambio de
ideas a raíz de las exposiciones de las profesoras invitadas, ideas que, en
conjunto, hacen poner en duda la validez operativa del concepto "docencia-investigación"
y, por tanto, obligan a revisar su validez teórica o, al menos, a buscar en
el plano teórico una respuesta adecuada a tales dudas. Personalmente, creo que esa
sesión reveló algunos de los más fuertes aspectos concernientes al trabajo
de conceptualización del área. En particular, pude darme cuenta de que
el documento anterior ("Notas..."), tal como está, no
considera los problemas operativos ligados al concepto "Docencia-Investigación"
(que en adelante abreviaré "DI") y, por eso mismo, no
desarrolla ciertas implicaciones teóricas importantes. Para que esos cuatro núcleos
generadores allí propuestos tengan alguna utilidad es necesario resolver
las dudas planteadas en la sesión mencionada, que es justamente lo que
intento hacer en este otro papel de trabajo mediante ciertas precisiones al
anterior documento.
PARTE
1: PROBLEMAS OPERATIVOS DEL CONCEPTO DI
PROBLEMA
#1 ¿ES LA DOCENCIA, EN LA PRACTICA, UN VALIOSO IDEAL PROFESIONAL?
El docente de nuestra Escuela Básica y del Ciclo Diversificado,
representado en la gran mayoría de nuestros participantes, tiene un sueldo
mensual que apenas llega a la mitad del costo de la cesta básica. Trabaja con
grupos de cuarenta alumnos. Carece de recursos didácticos. Se desenvuelve en
infraestructuras deterioradas, mal dotadas y ubicadas en zonas de alto
riesgo. Enfrenta ambientes organizacionales dominados por el partidismo político
y el gremialismo conflictivo. Carece de estímulos al desarrollo de carrera
y a la superación profesional...
Siendo éste el perfil operativo de un "DOCENTE",
¿a quién se le va a pedir que, para ser "INVESTIGADOR",
sea también "DOCENTE"? ¿Qué grado de nobleza o qué
valor pragmático puede tener el concepto DI ante esas
perspectivas? De hecho, una gran parte de los que ingresan al programa de
postgrado lo hacen precisamente porque, con la respectiva credencial (¿Docente-Investigador?),
tienen mayor oportunidad de dejar de ser docentes y ocupar un cargo más
satisfactorio. ¿No es ésta una gravísima contradicción del concepto DI
con respecto a los hechos?
PROBLEMA
#2: ¿ES LA INVESTIGACION, EN LA PRACTICA DOCENTE, UN IDEAL FACTIBLE?
Este problema tiene dos proyecciones. En una primera proyección
ocurre que al cuadro anterior del docente típico hay que añadir enormes
restricciones de tiempo: además de atender a sus alumnos, tiene que preparar
clases, elaborar recursos, corregir pruebas y asignaciones, elaborar planes
periódicos, llenar informes..., labores que, en su mayoría, tiene que
cumplir durante su tiempo libre (¿es realmente un "medio turno"?).
Muchos de los docentes, además, por razones de salario, se ven obligados a
ejercer otro cargo u otro empleo en su medio tiempo restante, lo cual
duplica las restricciones de tiempo. En una segunda proyección del problema,
ocurre que la investigación exige tiempo y esfuerzo. No podemos admitir que
la "investigación" se reduzca exclusivamente a
averiguar por qué Pedrito es agresivo o cómo es el ambiente familiar de
los alumnos o quiénes consumen drogas. El concepto DI no
puede ser jamás una excusa para disminuir la calidad de los procesos de
investigación en relación con sus metas en pos de una teoría
educativa. Siendo así ¿a quién se le puede pedir que, para ser
docente, sea también investigador? ¿No es ésta, una vez más, una gravísima
contradicción práctica de la DI como concepto axiológico?
PROBLEMA
#3: ¿DOCENCIA-INVESTIGACION ENCERRADA EN EL AULA?
Un
docente puede investigar todo lo que quiera, soñando con que pueda hacerlo a
sus anchas y que logre relacionar la producción de conocimientos con su
esfera de acción práctica. Pero, aludiendo a un tercer aspecto del perfil
del docente típico, éste dificilmente tiene acceso a las revistas
especializadas, a los grandes eventos académicos (jornadas nacionales e
internacionales, encuentros de intelectuales...). Menos aún tiene acceso a
los grandes núcleos de tomas de decisión: la UNESCO, el Ministerio de
Educación y hasta la zona educativa y la propia dirección del plantel suelen
demostrar un olímpico desprecio por cualquier conocimiento nuevo proveniente
de un docente. En materia de acceso a los medios de comunicación y difusión
investigativa, así como a los centros de planificación y control
oficiales, los docentes conforman un verdadero "lumpen-proletariat"
en el mundo de la producción de conocimientos y de la gerencia educativa.
Siendo así ¿a quién le sirven los resultados de la investigación
realizada por un docente? En el mejor de los casos, sólo al propio docente y,
a lo sumo, siendo en extremo optimistas, a algún que otro colega de las aulas
contiguas. ¿Dónde quedan entonces los ideales de una teoría
educativa? ¿Es que para llegar a ella cada docente por separado tiene
que llegar a plantearse los mismos problemas y los mismos procesos de indagación,
sin comunicarse unos con otros? Sería entonces una DI de límites
de aula, realizada por verdaderos autistas, más que por verdaderos investigadores.
Por otra parte ¿de qué sirven las investigaciones si sus resultados no
producen cambios, la casi totalidad de los cuales tiene que provenir de los
grandes núcleos organizacionales y de las grandes esferas del poder? No
pretenderemos trasladar la responsabilidad de las transformaciones educativas
a la acción individual de los docentes, no sólo porque ello sería avalar
una injusticia más, sino porque todo cambio en las acciones sistemático-socializadas
es, por definición, un cambio organizacional, con todos los
rasgos que ese adjetivo implica.
SINTESIS
PROBLEMATICA: LOS ‘MALES DEL SISTEMA’, UNA VEZ MAS
Existe una estructura educativa, trascendente al perfil de egreso del
DI, contra la cual choca y se esfuma ese concepto. Este se hace
contradictorio con respecto a aquélla. Si DI es un desideratum axiológico,
no es adecuado a la realidad y toda axiología, para que sea plausible, debe
ser realizable. Si no, es utopía, sueño. Aunque todos tenemos derecho a soñar
(y a veces resulta conveniente), no lo tenemos a implantar un curriculum de
postgrado basado en alguno de esos sueños.
Conclusión: el concepto DI, en su más fuerte o
restringido sentido, es utópico. Tenemos entonces estas alternativas: (a), o
lo desechamos y retrocedemos en el diseño de esta área de la maestría
buscando un soporte conceptual diferente o, (b), lo reajustamos a los "males
del sistema", dentro de las posibilidades que ofrecen las mismas
bases teóricas de la Acción y de los Procesos Investigativos. Antes de
decidir la alternativa (a), veamos a continuación si (b) es posible.
PARTE
2: HACIA UN CONCEPTO FLEXIBLE DE DI
SOLUCION
#1: "DOCENCIA" COMO "ACCION DOCENTE"
Una primera forma de evadir a las contradicciones anteriores es
desligar el subconcepto "docencia" de la noción de
"aula" y asociarlo más bien a la idea de "acción
docente", incluyendo también todas las demás ejecuciones que,
sin estar condicionadas al aula, constituyen incidencias sustantivas y
relevantes en las situaciones finales perseguidas por la "Docencia",
entendida como acción sistemático-socializada global, orientada a la
producción práctica de aprendizajes, del tipo que sean (= modificaciones estructurales
de conocimiento y comportamiento), lo cual termina definitivamente en el
concepto más amplio de "Educación".
Dicho así, el concepto DI no se reduce sólo a un aula
de clases, el cual remite muy mezquinamente a una situación de espacio-tiempo
demasiado particular, que no puede ser interpretativa de una buena teoría de
la enseñanza-aprendizaje. En efecto, la docencia trasciende las unidades
espacio-temporales: mucho mejor docente podría ser quien redacta los textos
de geografía, por ejemplo, que quien imparte esas clases en un salón. Así
lo demuestran, empiricamente, las instituciones de Educación a Distancia,
los programas de entrenamiento en el trabajo, los planes de asesorías y
pasantías, las acreditaciones por experiencia, etc. "Docencia"
no es, pues, sinónimo de "Aula" de clases. Refiere más bien
a ciertos tipos de ejercicio cuyo impacto se evalúa por relación con
cambios cognoscitivos y/o comportamentales programaticamente previstos en
un sistema estable de acción.
Enfocado de esa manera, el concepto DI resulta mucho más
consistente con las Teorías de la Acción, especialmente porque no confunde
procesos y efectos de acción con ámbitos organizacionales
(departamentales) de ejecución, que es el caso de la docencia restringida
al aula de clases. Esto permite que el docente de aula, en virtud de los
"males del sistema", pueda aspirar a otros cargos o funciones
que considere superiores o más gratificantes, siempre sin salirse del área
empírica de dominio de la DI. Con esta precisión, el concepto DI
sigue siendo válido operativamente y parece resolver (sólo parcialmente) el
Problema #1, de la Parte 1.
SOLUCION
#2: "DI" INDEPENDIENTE DEL NIVEL DEL SISTEMA FORMAL
Una forma adicional de escapar a las contradicciones de la Parte 1
consiste en desligar el concepto DI del nivel de la Escuela Básica
y del Ciclo Diversificado. "Docente" no es sólo el
profesional de los primeros ciclos del sistema educativo formal. Lo es también
el de los últimos ciclos (Educación Superior), donde las situaciones
parecen ser menos alarmantes desde cierto punto de vista. Por supuesto, con
estas dos últimas soluciones, parece que el docente de aula de la Escuela Básica
queda especificamente excluido del concepto DI y que su
respectivo status en relación a la DI queda entendido como
plataforma de arranque o referencia inicial de progreso. Puede ser, pero es ya
un avance en sí mismo. Además, precisamente en virtud de ese caso, podemos
justificar la propugnación de DI como un razonable ideal
de cambio en relación con los manifiestos "males
del sistema". La experiencia del docente de aula de la Escuela
Básica y del Ciclo Diversificado, puesta en comparación con el concepto DI,
revela sus más profundas fallas en los planos teórico, axiológico y
operativo. Esto es algo que, como diseñadores curriculares de postgrado,
debemos hacer valer ante los correspondientes núcleos de decisión. En el
peor de los casos, esta precisión #2 ayuda a comprender, eliminando
cualquier contradicción, por qué los docentes típicos buscan ingresar a
una maestría justo por querer superar su condición de "docentes
de aula" en un nivel de Escuela Básica o de Ciclo Diversificado.
Mientras tanto, el concepto DI aplicado particularmente al aula
y al nivel de Escuela Básica sigue siendo contradictorio con los hechos (UTOPIA),
porque también lo es con respecto a las teorías.
SOLUCION
#3: DI INDEPENDIENTE DE LA ESFERA INDIVIDUAL
Como tercera forma de superar los problemas de la Parte 1, hay que
establecer una importante distinción teórica: una cosa es la investigación
en cuanto producción "individual", limitada a las
opciones de un sujeto, y otra cosa es la investigación en cuanto producción
social o "transindividual", regida por los intereses
de toda una colectividad, por pequeña que ésta sea.
Antes dije que no podía admitirse como "investigación"
el preguntarse por el ambiente familiar de los alumnos o por quiénes de ellos
consumen drogas. En sí mismo, aisladamente, esto es un problema "individual"
que, en cuanto indagación propiamente dicha, no conduce a nada. Pro con
respecto a planes, programas, líneas o proyectos "transindividuales"
que contemplen un problema trascendente, tales cosas podrían fungir como
datos o conquistas parciales importantes que, unidos entre sí, podrían ir a
desembocar en un objetivo de investigación de alcances amplios. No hay una
relación uni-unívoca entre "individuos" y "procesos
de investigación". Más bien, la experiencia histórica nos
dice que bajo un mismo proceso de investigación resulta exitosa la unión de
múltiples individuos investigadores. En ese sentido, el concepto DI
parece ser relevante también con respecto a los docentes de aula de EB si
hubiera mecanismos de cohesión y agrupamiento de inquietudes comunes. En el
plano del curriculum, una ampliación del concepto DI hacia
alcances supraindividuales, exigiría mecanismos de enlace entre
facilitadores y participantes, por un lado, y docentes en ejercicio, por
otro. Es decir, las líneas de investigación del postgrado no deberían
restringirse a la USR sino que deberían abrirse hacia los ámbitos docentes
externos con el objeto de aglutinar experiencias, registros de datos y búsquedas
parciales. Muy en concreto, esto implica algún género de asociaciones o
contactos de nuestros participantes con algunos colegas suyos que por ahora
no pertenecen a este programa de postgrado, pero que en pequeña medida podrían
participar en sus propios proyectos.
SOLUCIÓN
#4: LOS MECANISMOS DE DIFUSIÓN COMO PARTE DEL CURRICULUM DI
Un curriculum DI debería ser algo más que un régimen
de relaciones de aprendizaje cerradas en torno a participantes y facilitadores.
Debería incluir también mecanismos directos de acción sobre la realidad
educativa circundante. Además de exigir que sus participantes establezcan
contactos o asociaciones con los docentes de "afuera", debería
implantar estrategias y medios de COMUNICACION Y DIFUSION
que den a conocer el trabajo realizado en materia de docencia-investigación,
tanto para efectos de conocimiento público como para efectos de penetración
en las esferas de decisión. La idea de una revista de postgrado es excelente
iniciativa, pero no debe concebirse aisladamente, sino en función de una
identificación previa de destinatarios o usuarios, de un régimen de medios
comunicacionales, de estructuras discursivas y, en fin, de la necesidad de
vincular la docencia-investigación con las esferas de control y de opinión pública.
CONCLUSIÓN
Si concebimos la Docencia como acción educativa
en general (no sólo como trabajo de aula), extensible a todos los niveles
formales de la Educación (no sólo la Escuela Básica); si, además,
concebimos la Investigación como una acción programática
supraindividual y si concebimos la institución de investigación también
como estructura de difusión y enlaces, entonces el concepto DI
resulta mucho más factible.
Para que lo anterior sea realizable a corto plazo, hay que añadir al
menos dos modificaciones curriculares: una que los participantes y facilitadores
establezcan conexiones metodológicas con la docencia-investigación externa
al curriculum; otra, que el programa de postgrado instaure mecanismos de
comunicación y difusión de investigaciones.
Por lo demás, no debe concebirse DI como un concepto
totalmente válido para la actual realidad de nuestras estructuras educativas,
sino como una meta axiológica POSIBLE, en pos de la cual se justifica la
concepción y puesta en marcha de un curriculum.