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L
e c t u r a s
ASOJOB |
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el
Rev. Jorge Cardona
Fue durante mucho tiempo un exitoso profesional en el área de la administración: poco a poco se fue involucrando en el ministerio pastoral en Colombia, Ecuador, Puerto Rico, Estados Unidos y otros países. Fue ordenado en el año de 1993 durante el establecimiento de la Iglesia Bautista Galilea en el corregimiento de El Tiple en Candelaria, Valle del Cauca, congragación que pastoreó hasta 1996. Actualmente se desempeña como capellán del Seminario Teológico Bautista Internacional de Cali. |
Jesús es un inmejorable ejemplo de entrega y de servicio. Él sigue esperando que nosotros los cristianos interpretemos su llamamiento al servicio desinteresado y nos identifiquemos con el prójimo sufriente. A veces nos pasamos haciendo “ensayos” de servicio al prójimo sin concretar los planes o decisiones que han de beneficiar a quienes sufren las crisis y esperan acción de nosotros los cristianos. ¿Dónde está nuestro servicio?, ¿Dónde están los servidores?
Nuestro servicio cristiano
debe estar enmarcado allí donde aparece el sufrimiento humano, o
donde se refleja la necesidad que demanda nuestra acción.
No es difícil identificar cuál y donde ha de ser nuestro
aporte en el servicio a nuestro prójimo si ésta intención
va acompañada de una buena dosis de amor compasivo.
La Biblia dice que el cumplimiento de la ley es el amor a nuestros semejantes; esto significa que Dios pide de cada persona la participación en el servicio en favor de quienes claman en medio de la dificultad, la angustia y el dolor.
Los cristianos evangélicos debemos detenernos para reflexionar. Necesitamos aplicar las enseñanzas del Señor Jesucristo y convertir esas enseñanzas en acción para responder a su mandamiento de “Amarás a tú prójimo como a ti mismo”.
Es importante estar muy consciente del privilegio y responsabilidad que demanda el ministerio cristiano, no importando mucho dónde y a quién damos nuestro servicio. Igualmente, debemos tratar de descubrir el servicio que el Señor nos pide y cómo debemos prestarlo de tal manera que cubramos necesidades en las personas, como instrumentos en las manos de Dios para aliviar las cargas de quienes padecen.
Yo creo que el verdadero
servicio cristiano en favor de nuestro prójimo, nace en el corazón
amoroso y compasivo de cada creyente como respuesta a la voluntad de Dios
y a la obra de Cristo en cada vida.
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L
e c t u r a s
ASOJOB |
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