En fin, la elaboración electrónica en paralelo del rostro del hombre de la Sábana Santa y de las principales iconas del rostro de Jesús que remontan al primer milenio de la era cristiana (Giovanni Tamburelli y Nello Balossino, 1989) evidencian un altísimo número de puntos de congruencia, tales de hacer considerar muy probable la hipótesis que el rostro del hombre de la Sábana Santa haya sido el prototipo de la iconografía cristiana (por lo menos desde el siglo VI).

 

     Después de los exámenes efectuados en 1978, Pierluigi Baima Ballone (actual director del Centro Internacional de Sindonologia) individua sobre algunos hilos de las así llamadas "zonas hemáticas" de la Sábana Santa antes la presencia de huellas de sangre, después la naturaleza humana de esto y sucesivamente establece también que su grupo resulta ser el AB; además entre las varias microhuellas individuadas por él, algunas resultan poseer las características de los glóbulos rojos y de residuos de mirra y de áloe.

 

     Los científicos del Sturp confirman la presencia de huellas de sangre y, a través de una complicada serie de exámenes (espectroscopia sea en luz refleja sea en fluorescencia a rayos X y a rayos ultravioletas, termografía, radiografía, etc.), certifican la falta absoluta sobre la sábana de pigmentos y colorantes, demostrando además que la imagen corporal es ausente debajo de las manchas hemáticas (y por lo tanto se ha formado después de ellas) y que se debe a una oxidación deshidrantante de la celulosa de las fibras superficiales del tejido que ocurrió por medio de un proceso de formación aún desconocido y por cierto no debido a la utilización de medios artificiales.

 

     En 1988 de una zona marginal de la Sábana Santa se sacan tres muestras del tejido para que sean sometidos a la datación con el método del radiocarbono. Los resultados obtenidos de los tres laboratorios encargados del examen (Oxford, Tucson y Zurigo) asignaron al tejido de la Sábana Santa una fecha incluida entre el 1260 y el 1390 d.C. Los años siguientes están caracterizados por vivaces polémicas y por un amplio y articulado debate entre los estudiosos sobre la autenticidad de toda la operación de datación y del resultado consiguiente y en particular sobre el uso de método del radiocarbono para datar un objeto con características históricas y químico-físicas tan especiales como la Sábana Santa.

 

     Estudios recientes (Leoncio A. Garza Valdes, 1993; Dimitri A. Kouznetsov, 1993) han abierto una vez más el debate científico sobre la datación del tejido, surtiendo resultados experimentales que probarían que contaminaciones de tipo biológico y químico pueden alterar considerablemente la edad radiocarbonica de un tejido. Dado que es cierto que la Sábana Santa padeció una contaminación de tipo biológico (lo prueban las microhuellas halladas sobre ella) y químico (en consecuencia del incendio padecido en Chambery), dichos resultados experimentales merecen ser atentamente estudiados y verificados. En efecto, si definitivamente confirmados, darían un aspecto del todo nuevo al problema de la datación de la Sábana Santa.

 

 

     La mayoría de los estudiosos desea por lo tanto un ulterior amplio programa de investigaciones y de nuevos exámenes que haga parte de un contexto multidisciplinar que envuelva varios equipos de científicos. Este programa debería de seguir necesariamente varias directrices, entre las que sobresalen el estudio del mecanismo de formación de la imagen y la verificación de la operación de datación con el radiocarbono, también a través de un examen comparado de los resultados que se pueden obtener con todos los métodos de datación hoy conocidos y aplicables al tejido de la Sábana Santa.

 

Bruno Barberis.

 

 

La Sábana Santa es auténtica .

 

 

     El informe científico de 1989 por el que varios equipos diferentes llegaron a la conclusión de que la sábana había sido creada en la Edad Media, nunca ha sido aceptado por los sectores creyentes. Afirman que las irregularidades fueron numerosas y que la prueba es inválida. En septiembre de 1989, en París, una reunión internacional de 'sindólogos' descalificó estas pruebas de datación a base de Carbono-14 coordinadas por Michael Tite, director del British Museum, por no seguir los procedimientos científicos de rigor. Posteriormente otra reunión de expertos en Barcelona abundó en el rechazo a la hipótesis del carbono-14. Diversos expertos mantienen que nunca podrá probarse definitivamente la autenticidad del lienzo. Y tampoco una prueba científica convencerá nunca a los creyentes de que no están ante una reliquia santa. El informe que el cardenal Ballestrero hizo público el 13 de octubre de 1988 es considerado sin más un eslabón en la conspiración contra la fe católica y confirmación de los apocalípticos tiempos que viviremos.

 

 

Sabana Santa: Invalidez del carbono 14.

     ¿Cómo está en estos momentos el estudio sobre la Sábana Santa de Turín?. ¿Es cierto que se demostró con la prueba del carbono 14 que la Sábana era una falsificación de la Edad Media? La inmensa mayoría de los estudios realizados sobre la Sábana Santa han concluido en su autenticidad: estudios históricos, estudios sobre la imagen impresa, estudios sobre los granos de polen que en ella se han encontrado, etc. La competencia de las personas que efectuaron aquellos estudios es indiscutible (baste señalar a la NASA). El año 1988, sin embargo, una noticia bomba pareció oscurecer los estudios precedentes: tres laboratorios habían aplicado por separado la prueba del carbono 14 a tres pequeños fragmentos de la Sábana, datándola en la Edad Media. El revuelo fue grande, pues mientras que unos afirmaban que las investigaciones podían darse por concluidas al demostrarse ahora que todo había sido un fraude, otros decían que había que estudiar mejor las cosas porque las pruebas anteriormente hechas eran científicamente incontestables y sus resultados incompatibles con los del carbono 14.

 

     Sin embargo, todo parece indicar que este callejón sin salida, está a punto de encontrar una respuesta coherente. La clave está, parece ser, en el incendio que sufrió la Sábana Santa en 1532 en Chamgbery (Francia), cuando estaba introducida en un cofre de plata. La Sábana fue sometida a una temperatura altísima, hasta el punto de que algunas gotas de plata licuada por el calor, agujerearon la Sábana que estaba en su interior. Algunos plantearon la duda de si esto pudiese haber alterado la relación entre carbono radiactivo y el no radiactivo del tejido, lo cual hubiese variado automáticamente el resultado de la prueba del carbono 14. Pues bien, un químico ruso, Dimitri Kouznevtov, ha efectuado una simulación de incendio con fragmentos de lino de Palestina de la época entre el siglo I antes de Cristo y el siglo I después de Cristo, y el resultado es que al aplicarle la prueba del carbono 14 ha resultado rejuvenecerse hasta el siglo IX. Visto el resultado de esta prueba, el director del Centro Internacional de Sindonología, Pierluigi Baima Bollone, ha encargado al centro de Investigaciones Científicas de la ciudad de Vesubio que realice investigaciones con fragmentos de lino hallados en las ruinas de Pompeya (año 79 después de Cristo), y los compare con el lino de la Sábana Santa. Así pues, si estas nuevas pruebas confirman los resultados del químico ruso, las pruebas de carbono 14 anteriormente realizados quedarían invalidadas.

 

 

Casa de Saboya cree en autenticidad de Santo Sudario.

TURÍN, 28 (ACI).- Marina Doria de Saboya, nuera del último soberano italiano Humberto II, y su primo Amedeo duque de Aosta, ambos miembros de la familia de Saboya -que fue propietaria del Santo Sudario por más de cinco siglos hasta que Humberto lo legó a la Santa Sede- coincidieron en que no tienen dudas de que el lienzo sea el que corresponde a la sepultura de Jesucristo.


     "Creo firmemente que se trata del lienzo que envolvió el cuerpo de Cristo", dijo en una entrevista televisiva el duque de Aosta. "Cada vez que vuelvo a ver este Sudario siento la misma y fuerte emoción", agregó el duque. Por su parte, Marina Doria de Saboya expresó sentirse "muy emocionada y feliz" por haber participado en la misa celebrada por Su Santidad el último domingo y señaló que sólo lamentaba la ausencia de su marido y su hijo, que "no han podido estar presentes como lo deseaban".


     El Papa Juan Pablo II realizó el domingo último una visita al Santo Sudario, expuesto en la catedral de Turín, en la cual participaron ambos miembros de la familia Saboya. Marina de Saboya se reunió con Juan Pablo II en la sede del arzobispado de Turín, junto al duque de Aosta, y contó con un lugar de honor entre quienes participaron en la misa celebrada al aire libre por el Pontífice, en la céntrica Piazza Vittorio. El Santo Sudario perteneció a esta familia desde 1453 hasta 1983, cuando el lienzo fue cedido al Papa Juan Pablo II, según lo había ordenado Humberto II en su testamento. Los principales sucesores de Humberto II -al igual que el mismo durante su vida- fueron prohibidos por el estado italiano de regresar a su país a raíz de una vieja ley anti-monarquía. Muchos han solicitado la suspensión de dicha ley que hoy hace poco sentido.

 

"NO OPONER CIENCIA Y FE" RECOMIENDA PRESIDENTE DEL CENTRO DE SINDONOLOGÍA ROMA, 27 (ACI).- Bruno Barberis, 45 años, físico matemático y profesor de la Universidad de Turín es Presidente del Centro Internacional de Sindonología, el prestigioso centro de estudio que reúne a los principales científicos del mundo interesados en la investigación del Santo Sudario de Turín. Ayer, el especialista habló con el diario católico italiano L’Avvenire sobre la reciente visita del Papa y el estudio científico del Santo Sudario.

 

 

     Las quemaduras sobre la tela
La sábana, además de pequeños agujeros chamuscados, presenta dos líneas oscuras paralelas longitudinales, cruzada por 29 remiendos. Son los vestigios del incendio estallado en la noche entre el 3 y el 4 de diciembre de 1532 en la sacristía-coro de la Sainte Chapelle de Chambéry (Francia) donde la Sábana Santa era conservada en una urna de plata. El lado de la urna, en contacto con el Santo Lienzo, encandeciente por la temperatura muy alta, provocó las dos líneas carbonizadas y una gota de plata fundida de la tapa perforó las varias capas de la tela. Los remiendos que todavía se ven han sido puestos en 1534 por las hermanas Clarisas de Chambéry.

 

 

 

La herida en el pecho .

     Sobre la figura anterior de la Sábana Santa se ve, en la parte izquierda de la imagen (es decir sobre el lado derecho del cadáver), un amplio chorreo de sangre en correspondencia de una abertura cutánea con las características de heridas de punta de corte. La mancha de sangre se extiende en alto por al menos 6 cm de ancho y baja dividiéndose y ondeando por al menos 15 cm de alto. Esta herida se podría relacionar con el golpe de lanza del soldado romano. Se trata de una herida que ha cortado la pared torácica justificando la abundancia de la sangre salida. El golpe ha sido dado al cadáver, porque las características del chorreo muestran la ocurrida separación de la parte celular desde la componente serosa. El problema es el de averiguar la sede al interior del pecho en que la concentración hemática se ha podido formar y separar en su componentes. La hipótesis más verisímil es que durante la Pasión se haya verificado un hemotórax, es decir el derramamiento de sangre en el canal pléurico derecho. El golpe de lanza, determinando la herida que pasó a través de la pared del tórax, no habría hacho más que liberar al exterior la sangre sedimentada con la componente celular abajo de la serosa en alto, después de la muerte.

 

 

 

 

 

     La espalda y los chorreos de sangre transversal posterior

Chorreo de sangre transversal causada por un segundo trasvase de sangre salido de una herida y un corte en el pecho. Esta sangre se ha concentrado antes bajo el codo derecho. De aquí, dividiéndose en dos regueros, ha atravesado toda la región lumbar hacia el codo izquierdo, donde se ha concentrado en una amplia mancha. El recorrido de esta sangre cadavérica muestra los movimientos de lateralidad dados a los despojos durante la preparación para el entierro.

 

 

 

 

     La nuca y la parte superior de la espalda
Sobre la nuca se relevan huellas hemorrágicas que repiten la misma fisionomía de aquellas frontales, aunque sean más abundantes: las espinas, hincadas profundamente, han probablemente lesionado unos ramos de la arteria occipital y venas más profundas del plexo vertebral posterior. La sangre tiene en efecto carácter arterio-venoso y pasó entre los cabellos coagulándose. Toda la superficie cutánea, y en particular la espalda, muestra lesiones tegumentarias que intuitivamente recuerdan las extremidades metálicas de los manguales romanos.
In corrispondenza En correspondencia de la zona sobrescapular derecha y escapular izquierda se relevan dos áreas de mayor intensidad de la imagen, que el Barbet refier al transporte a hombros por parte del condenado del brazo horizontal de la cruz. Las espinas que formaban el casco puesto en la cabeza del Hombre de la Sábana Santa probablemente eran las que los botánicos conocen bajo el nombre de Zizyphus espina Christi, significativamente ilustradas en la fotografía al lado.

 

 

 

 

 

 

 

El pie derecho.

     El pie derecho (a la izquierda para quien mira la imagen) ha dejado una huella completa, mientras del izquierdo se ve el talón y el hueco plantar. La huella desaparece detrás del derecho. Sobre la cruz los dos pies eran entonces cruzados: el izquierdo era colocado delante y su planta apoyaba sobre el dorso del pie derecho que apoyaba directamente sobre el palo de la cruz. Lateralmente a la huella del pie derecho hay la repetición especular de un chorreo que deja entender como, al menos en esta sede, la Sábana Santa fuera apretada lateralmente en la hipótesis de una atadura. Al lado la figura muestra como han sido clavados los pies a la cruz.

 

 

 

La herida de la muñeca izquierda .

     Sobre la impresión anterior del Hombre de la Sábana Santa se observa una herida de punta no ya en la palma (como quiere la tradición iconográfica), sino en correspondencia del espacio de Destot. Se trata de un pasaje preformado que permite fácilmente la introducción de un clavo, por lo tanto una herida provocada por el enclavación a la cruz. El clavo penetrado en este espacio lesionó el nervio mediano (que es sensorio y motor) causando la contracción de los músculos con consiguiente flexión del pulgar en el hueco de la mano. En efecto el primer dedo no resulta sobre la tela de la Sábana Santa. La imagen aquí abajo reproduce la macha de sangre fluido por el traspaso de la muñeca izquierda.

 

 

 

 

El rostro y las heridas de la frente.

     A la derecha (para quien mira, pero a la derecha también del Hombre de la Sábana Santa, siendo la imagen invertida como en un espejo), en correspondencia de la base del pelo, se ven dos arroyuelos de sangre. Uno de ellos baja a lo largo de la melena en dirección del hombro, el otro casi perpendicularmente sobre la frente hacia la ceja.

     La interpretación aceptada por todos es que ellos salgan de una herida de punta que lesionó el ramo frontal de la arteria temporal superficial. La sangre en efecto tiene características típicamente arteriosas. Hacia la mitad de la frente vemos un breve chorreo de sangre venoso en forma de un tres invertido (debido a la contracción, bajo el dolor muy fuerte, del músculo frontal). Ella es consecuencia de una lesión de la vena frontal (llamada vena "preparada").

     Las modalidades de lesión se refieren, según todos, a la "encoronación" del condenado a través de una "corona" o mejor dicho un "casco" de ramos espinosos. Serían aquellas espinas que habrían causado varias heridas de punta al cuero cabelludo, a la origen de las hemorragias en cuestión. Se trata por lo tanto de lesiones vitales que, como tales, presuponen que el Hombre de la Sábana Santa, en el momento en que fue herido por las espinas, estuviese todavía vivo.

 

 

 

 

Un analisis pictografico pretende desvelar definitivamente el misterio.

     Un estudio desarrollado durante los últimos veinte años aspira a acabar con la polémica sobre el origen y composición del Santo Sudario, algo que ni las complejas pruebas con Carbono 14 en 1988 pudieron lograr, informaba el Sunday Times británico (9/2/97). El estudio sugiere que un modelo masculino fue cubierto con pintura y envuelto en la sábana para impregnar ésta con la borrosa silueta de un aparente Cristo. El hombre en cuestión podría haber sido completamente embadurnado en rojo ocre, un pigmento natural que se encuentra en muchos suelos y extensamente usado en Italia durante la etapa medieval. Posteriormente se ejercería presión sobre su frente, mejillas y otras partes de su cabeza y cuerpo para crear la imagen que conocemos. Y pintura bermellón, obtenida de sulfuro de mercurio, fue esparcida sobre muñecas, pies y otras zonas corporales imitando manchas de sangre.

 

     El análisis ha sido dirigido por el microquímico Walter McCrone, y prosigue el camino emprendido por las pruebas de datación con carbono que tuvieron lugar en los ochenta, las cuales concluyeron fijando la fecha de 1325 como la de fabricación de la sábana. McCrone detalló sus descubrimientos en El Día del Juicio Final de la Sábana Santa, un libro publicado el pasado febrero. Su examen de fibras y partículas procedentes de treinta y dos diferentes puntos de la reliquia fue tan detallado que descubrió que la sustancia que mantenía unidas las partículas de pintura procedía de pergamino disuelto en agua hirviendo.

 

     McCrone también pone en duda la creencia de que la sábana es una pieza única y que no existen similares imágenes de figuras humanas en el arte italiano del siglo XIV. En su opinión tales pretensiones ignoran una imagen rojiza aparentemente de Cristo pintada en 1341 que se encuentra en los muros del Palacio de los Papas de Avignon, en el sur de Francia. McCrone se ha rodeado de gran reputación desafiando las teorías existentes sobre diferentes obras artísticas conocidas. Recientemente puso en duda también las pretensiones de la universidad de Yale de poseer el más antiguo mapa de América del Norte, el famoso 'Mapa de Vinland', supuestamente basado en datos procedentes de visitas vikingas a América y diseñado en 1440, por tanto muy anterior al descubrimiento de América por Cristóbal Colón. Pero según McCrone, su verdadera antigüedad no se remonta más allá de 1920.

 

     La Sabana Santa es incluso más misteriosa y goza de profundo predicamento entre los católicos. Con su fantasmal representación de una figura masculina de cinco pies y diez pulgadas de alto, su primera mención histórica es de 1350, propiedad de Geofrey de Charney, un caballero francés que se llevó a la tumba el secreto de su procedencia tras caer en la batalla de Poitiers contra los ingleses. Su popularidad creció durante la Edad Media, pasando de una pequeña ermita en el sur de Francia a ser propiedad de la Casa de Saboya. Umberto II, el último rey de Italia, legó en su testamento la reliquia a las autoridades religiosas de Turín.

 

     Hace veinte años fue vista públicamente por última vez, contándose cuatro millones de visitantes. Su prevista nueva aparición pública el año que viene se supone que atraerá a diez millones de fieles y curiosos. McCrone está obsesionado con la Sábana desde que la vio por primera vez a comienzos de los años setenta. 'Es un símbolo tan poderoso, una imagen tan aterrorizadora de sufrimiento, que te gustaría que fuera auténtica. Pero es tarea de los científicos encontrar respuestas a las preguntas obvias y desenmascarar las falsificaciones', declaró.

 

     Actualmente la Iglesia Católica no se pronuncia sobre su autenticidad, considerándola un símbolo de fe, más que una reliquia genuina. Si los hallazgos de McCrone se confirmaran y la Sábana resultara ser más una pieza artística encargada por el caballero francés Geofrey de Charney que el verdadero sudario de Cristo, quién fue el pintor y quién el modelo? Se trataba de una imitación de una obra más antigua, quizás el verdadero y desaparecido para siempre sudario? Y por qué -dice un portavoz del obispado turinés- ejerce efecto tan profundo sobre cualquiera que la contempla, sea cristiano o no, creyente o agnóstico? Quizás el asunto finalmente no esté en su fecha de creación, quizás no importe cuándo en realidad fue realizada, sino que en todo caso es algo sagrado'.

 

 

 

1)    El Centro Español de Sindonología (C.E.S.).

     El Centro Español de Sindonología es, jurídicamente, una asociación cultural de carácter civil, constituída con arreglo a las disposiciones legales vigentes, reconocida por el Ministerio del Interior e inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones de España con el número 71.980 (resolución de 10 de Abril de 1987). Fue inaugurado oficialmente el 18 de Diciembre de 1987.

 

La fundadora del CES fue Dña. Manuela Corsini de Ordeig, escritora y eminente sindonóloga quien supo transmitir al grupo inicial de universitarios sus inquietudes por el estudio de tan intrigante objeto arqueológico, al que dedicó parte de sus últimos 30 años de vida. Publicó, entre otros libros "El sudario de Cristo" e "Historia del Sudario de Cristo". Falleció el 28 de Junio de 1988. El actual Presidente es el Dr. D. Celestino A. Cano Tello.

 

 

     Los fines del CES, tal como se desprende del artículo 5º de sus Estatutos, son el "estudio y difusión de los conocimientos sobre la reliquia conocida como Sábana Santa o Santa Síndone... y de cualesquiera otros temas afines con la misma o vinculados de manera especial". Utilizando los medios que para ello ponen a su alcance los socios y otras personas y entidades colaboradoras, el Centro asume una triple tarea:

1ª- La investigación propia y el fomento de la investigación ajena que permitan desvelar los múltiples interrogantes que plantea la Síndone y cualesquiera otras reliquias históricas que aportaren luz sobre su existencia y significado, en especial el Sudario de Oviedo.

2ª- La formación de los socios a fin de que sean capaces de dar razón del interés que al hombre de hoy le despierta esta reliquia.

3ª- Utilización de todos los medios de comunicación posibles para dar a conocer al gran publico el estado de las investigaciones realizadas por estudiosos de todo el mundo.

El Centro Español de Sindonología, aparte de las actividades de investigación que sus miembros individual o colectívamente llevan a cabo, se propone la actualización constante de los conocimientos de sus socios y de aquellos que tengan interés por los temas que nos ocupan. Con este fin organiza ciclos de conferencias internas (formación de socios) otros ciclos de carácter externo (acceso libre al público en general) y Simposiums o Congresos especializados.

 

 

¿Quién puede ser socio del CES?

      Podrá ser miembro del Centro Español de Sindonología toda persona que tenga interés en los fines de esta Asociación, reúna los requisitos de incorporación que luego se señalan, y lo solicite por escrito. (Art.7 Estatutos)

CLASES DE SOCIOS:

1.- Socios simples.

2.- Socios de número.

3.- Socios honorarios.

 

Son SOCIOS SIMPLES los que participen en las actividades del C.E.S., mantengan contacto con la Asociación y sean admitidos como tales por la Junta Directiva.

Son SOCIOS DE NÚMERO aquellos socios que al inscribirse, manifiesten el deseo de prestar su colaboración personal, de manera permanente, en las actividades desarrolladas por el C.E.S. Comprometiendose a colaborar con la Junta Directiva en lo que está le encargue, de acuerdo con las posibilidades de dedicación de cada socio, en cualquier fase administrativa, organizativa o de gestión del Centro. Sirven, así, de modo directo a los fines de la Asociación, estando integrados en los proyectos de la misma y en su realización.

 

     Serán SOCIOS DE HONOR todas aquellas personas físicas, nacionales o extranjeras, en las que concurran méritos o condiciones que justifiquen dicho nombramiento, a juicio de la Junta Directiva, por su especial dedicación a los fines sociales, estudios o actividades especializadas o por méritos personales especiales. (Art.8 Estatutos)

 

Condiciones de admisión:

Para ingresar en la Asociación son necesarios los siguientes requisitos:

1.- Manifestar interés por las actividades objeto de la Asociación.

2.- Ser presentado por dos miembros de la Asociación. Se puede dispensar este requisito si existen motivos razonables.

3.- Solicitarlo por escrito dirigido al Presidente, en el que consten sus circunstancias personales. Rellenando al efecto la correspondiente ficha con sus datos personales, y entregándola a algún miembro de la Junta. Será imprescindible facilitar una dirección bancaria para el cobro de las cuotas que le correspondan.

Los menores precisarán la autorización de su padre, madre o tutor. Las altas serán autorizadas por el Presidente, que las comunicará a la Junta Directiva para su oportuna ratificación. (Art.9 Estatutos).

Si usted quiere ser socio o recibir información del Centro Español de Sindonología mándenos un E-Mail a linteum@ctv.es

Dirección Postal:

Avda. Reino de Valencia, 53 - 16ª

46005 - VALENCIA - SPAIN

TEL/FAX: 96-3345947

 

 

 

El edices.

     El Equipo de Investigación del Centro Español de Sindonología (EDICES) está formado por 45 miembros de distintas ramas científicas. Su primer cometido fue la investigación del Sudario de Oviedo, pero su ámbito de actuación se ha ampliado recientemente con el estudio arqueológico de lugares de interés bíblico en Jerusalén. Entre los proyectos inmediatos del EDICES se encuentra la posible participación en próximos análisis sobre la Sábana Santa en colaboración con otros equipos.

 

 

2)    Los incendios.

Incognitas del incendio en la Catedral de Turin.

     Quiénes, cómo y por qué provocaron el incendio que estuvo a punto de -reduciéndola a cenizas- acabar para siempre con la polémica de la Sábana Santa, está dando lugar a complejas y elaboradas teorías conspiranoicas. La ciudad de Turín es la base italiana de los cultos satánicos y hay quien defiende que están tras el inexplicable fuego. Otros comienzan a ver relación entre el incendio y el fallido atentado contra el Papa en su vista a Sarajevo. Ambos sucesos ocurrieron casi simultáneamente y se habla de un complot contra la Iglesia Católica.

 

     Pero lo más plausible es que el incendio fuera fortuito, un cortocircuito en alguna luz olvidada encendida por los trabajadores de restauración que abandonaron el edificio horas antes del incendio. Lo más plausible? Giuseppe Ferrando, el magistrado que dirige la investigación judicial sobre el suceso, cavila sobre una coincidencia curiosa: la cena de gala que se celebraba esa noche en el Palacio Real, -pared con pared con la catedral-, en honor de Kofi Annanm el recién elegido secretario general de la ONU, a la que acudía la flor y nata del poderoso mundo de los negocios turinés y no pocas figuras de la política.

 

     La cena era fría, excepto un arroz que fue cocinado en unas dependencias vecinas a la catedral donde se guarda el Santo Sudario. Los 130 invitados, incluido Giovanni Agnelli, el más poderoso negociante italiano, tomaron el aperitivo en la precisamente denominada 'Galería de la Sábana Santa' antes de pasar a la cena en el espléndido Salón de los Suizos. La cena había terminado y los huéspedes habían abandonado el palacio antes de que las alarmas antihumo se dispararan en el piso superior vacío, poco después de las once de la noche. Pero los guardias que subieron hasta estas estancias al oír la alarma no encontraron rastro alguno ni de fuego ni de humo, y no fue hasta una media hora más tarde cuando, al vislumbrar las llamas a través de las vidrieras de la capilla superior, los vigilantes hicieron sonar la alarma general. Los invitados se fueron entre las 11 y las 11,10 justo antes de saltar la alarma, lo que significa que el fuego había ya realmente comenzado durante la cena, pero sin embargo nadie se percató del mismo. 'Es muy extraño' dice el mismo juez Ferrando. En todo caso, ya se han iniciado varias colectas nacionales e internacionales para recaudar fondos con los que financiar los trabajos de restauración de la catedral y la mejora de las medidas de seguridad alrededor de la reliquia.

 

 

Una noche de angustia

Carta a la ciudad

El reconocimiento después del incendio

 

 

     La noche entre viernes 11 y sábado 12 de abril 1997, media hora antes de la medianoche, el cielo de Turín ha sido iluminado por la hoguera de la cúpula de la Sábana Santa. Las llamas empezaron por los andamios que ceñían el tambor de la cúpula y después se difundieron al interior de la construcción y a la ala oeste del adyacente Palacio Real donde se había concluido una cena de gala en honor del Secretario de las Naciones Unidas Kofi Annan.

 

     La plaza todavía era desierta cuando una joven de vuelta de un concierto rock bajó del tramo en la calle XX Settembre, justo enfrente a la Catedral. Levantados los ojos ve las primeras llamas: como por instinto saca la cámara que había utilizado en el concierto y toma una serie de fotografías que documentan las primeras fases del incendio. La hoguera es todavía pequeña y forma una corona a la base de la cúpula. Después de poco las llamas se levantaron, después de una hora el fotógrafo de "La Estampa", el principal diario ciudadano, tomará la fotografía que abrirá el periódico del día siguiente. Bajo el título "Hoguera en Turín, destruida la Catedral" se ven las llamas morder las delicadas estructuras barrocas pensadas en el '600 de Guarino Guarini. Es la misma forma de la cúpula, una especie de cono compuesto por arco sobrepuestos, a transformar la construcción en una chimenea trágicamente eficiente.

 

     Llegan los bomberos y se ponen a luchar contra la tragedia con sus bombas. Sutiles figuras en la noche sobre los techos, sobre las escaleras, en cada rincón de la iglesia y de Palacio Real donde es posible luchar contra la destrucción de patrimonios de arte y de cultura que el pasado había entregado a esta generación y que ahora parece huirnos de los dedos come arena cerrada en un puño.

 

     Llegan las autoridades y también ellas condividen emociones y sentimientos con la gente que de mano en mano se apiña entorno a la Catedral. Hay el Prefecto, los máximos grados de las fuerzas públicas. El alcalde de Turín, Valentino Castellani, dice que considera aquello "el día más feo de su vida". Pero quien no puede faltar y en cierto modo resume todo el drama de la comunidad ciudadana y de la de los creyentes es el Pastor de la iglesia de Turín: el Cardinal Giovanni Saldarini.

 

     Entra, el obispo, entra en su iglesia Catedral y queda allí petrificado a contemplar la ruina. Sus sentimientos son los de todos. Sus preguntas las de los Turíneses: ¿cómo a ocurrido, de dónde han salido las llamas, cómo pueden ser ya tan altas? Y después, no podía ser de otra manera, el pensamiento corre a la Sábana Santa. El sagrado lino es testimonio de su segundo incendio, como durante la hoguera de Chambery de 1532 está encerrado en una caja de plata. Esta vez es arrollado entorno a un bastón y no doblado y, sobre todo, está en una tela de cristal antiproyéctil expresamente construida a las espaldas del altar mayor de la Catedral. Los cristales antiproyéctil y antihundimiento hacen su deber y protegen la sábana; si la Sábana Santa estuviese en su precioso altar a la base de la cúpula casi seguramente no existiría más. El caso o la Providencia han querido que saliese de nuevo indemne de las llamas porque la cúpula había sido sometida a una restauración. Por eso el Sagrado Lino había sido desplazado del lugar en que sólitamente era conservado.

 

     Y así el obispo pide que se salve la Sábana Santa: la sábana que lleva la icona del hombre crucificado llega a ser de alguna manera el símbolo de una comunidad, de una ciudad que no quiere ceder a la fatalidad del desastre, a la violencia de los elementos primordiales: el fuego, el agua y el aire que en la noche combaten contra la belleza y la armonía creada por el hombre. Se moja largamente la tela con potentes chorros de bomba de incendio pero los peligros de caídas se hacen siembre más amenazadores: la capilla de la Sábana Santa se yergue propio sobre la zona del presbiterio de la Catedral y es todavía llena de tubos del andamio para la restauración. Tubos que ahora se doblan en si mismos fundidos por el inmenso calor como una grotesca escultura moderna. No hay más tiempo para los planes y las delicadezas; o se quita la Sábana Santa de la tela o no habrá más ninguna Sábana Santa para estudiar y para exponer dentro de un año. No importa si los cristales son anti hundimiento, anti incendio, anti todo: un bombero empieza a pegar con su porra sobre aquel cristal tecnológico. Un golpe después de otro los cristales se agrietan, se mellan y después ceden a la fuerza de los músculos y de la dispersión. Los guantes de trabajo del bombero entran así en la "Sancta Santorum" de la tela y arrancan la caja de la Sábana Santa de las llamas. Cuando finalmente se lleva afuera el lino, en la plaza san Giovanni, la gente que asiste atónita al desastre aplaude con un sentido fuerte de liberación. La Sábana Santa de Turín es todavía viva.

 

 

     El bombero que ha hundido el cristal y que ahora, sangrante por las astillas, tiene en la mano la caja de la Sábana Santa es extenuado. Respira con dificultad con la boca abierta y su rostro es contraído en una especie de mueca. Se ha ganado un lugar en la historia: Mario Trematore non será olvidado. El heroísmo "normal" de un hombre acostumbrado a luchar todos los días contra la muerte acaba cuando entrega la Sábana Santa a los policías, que la llevan a la Curia, a casa del Obispo de Turín que es su guardián.

 

     El sol vuelve a surgir sobre una ciudad que, en su gran mayoría, sabe sólo en aquel momento la noticia. Las llamas han dejado de gritar y la luz muestra heridas que no se podrán cicatrizar. La cúpula ha padecido el insulto mayor: los mármoles negros apenas restaurados yacen en tierra desmenuzados, las estructuras de madera non existen más y también las de albañilería han padecido graves daños a causa de las altísimas temperaturas emanadas por las llamas. Habrá en efecto casi enseguida que rodear la cúpula en un aro de cables de acero para contrastar la tendencia al deshacerse de las paredes. Un mes y medio después del desastre los ingenieros non saben todavía decir si la cúpula está "a fuera de peligro" o si tendrá que caer. Una ancha parte del techo de Palacio Real no existe más y con él se han ido cuadros y adornos y el agua utilizada para apagar la hoguera ha inundado refinados estucos y frescos. En la Catedral hubiese podido ir peor pero el órgano no existe más y el baldaquín real resulta dañado. Los bomberos, gracias a Dios, han salvados gran parte de los paramentos litúrgicos de la iglesia y preciosos tapices del '500.

 

     Empieza delante de la Catedral (ahora presidiada por las fuerzas públicas) una peregrinación de turineses que vienen a ver como está su catedral. La gente de la ciudad cuenta y acuerda este acontecimiento: se dice: "cuando lo supe yo estaba allá", o "estaba haciendo aquello", como cuando se llega a conocimiento de una desgracia ocurrida a familiares o amigos. Pero la ciudad reacciona. Ya la mañana del sábado, 8-10 horas después de la primera chispa, hay quien suscribe un fondo de solidaridad para la reconstrucción. El cardinal Saldarini, domingo 13 de abril, reúne la iglesia en la Basílica de la Consolata y dirige a Dios el "Te Deum" de agradecimiento porque la Sábana Santa se ha salvado. La experiencia, en las palabras del obispo, llega a ser así catequesis. "La tremenda confrontación con el fuego - escribió el cardenal en el semanal diocesano "La Voce del Popolo"- ha sido una llamada y una prueba para todos nosotros. Una prueba de nuestra fe, y al mismo tiempo de nuestra capacidad de no renegar nuestras raíces: los valores del patrimonio histórico y artístico no son tales solamente en cuanto obras de artes insignes y testimonios de nuestro pasado: lo son, antes y más, en cuanto testimonio de una 'historia sagrada', la historia de nuestra fe que sigue ininterrumpida desde hace veinte siglos".

 

     En los días siguientes los acontecimientos han tomado dos vías principales: por una parte el trabajo de policía y magistratura en búsqueda de las responsabilidades. Trabajo hecho difícil por la imposibilidad de hacer inspecciones en seguridad en los lugares del incendio. De hecho todavía no ha sido establecida la naturaleza del incendio después de 40 días, aunque la hipótesis más probable parece ser la fatalidad. Pero trabajan duramente también los arquitectos y los bomberos para empezar desde ahora la restauración de las obras no destruidas y en particular de la cúpula del Guarini. La solidaridad de la gente no falta y es concreta: los fondos para la reconstrucción aumentan cada día más. Sólo a "La Estampa" llega 1 millar y 50 millones de liras en un mes.

Hace más soportable el recuerdo y el trabajo el anuncio que llega la noche de lunes 14 de abril: la inspección sobre la tela confirma que el Sagrado Lino no padeció daño. Al mismo tiempo el cardenal Saldarini confirma la cita con la ostensión de l998: una fecha que para los turineses llega a ser un empeño de honor con el mundo que, con los ojos de la fe, mira al hombre de la Sábana Santa, icona de Cristo único Salvador.

 

Ettore Giribaldi.

 

 

 

El incendio.

Una noche de angustia

Carta a la ciudad

El reconocimiento después del incendio.

 

 

     Lunes 14 de abril de 1997 la Sábana Santa quedó desarrollada durante 13 horas en la casa del Guardián Pontificio. Eran las 9,30 cuando el Cardenal Saldarini hizo transportar el Lienzo en la "sala de los retratos" de los obispos y eran cerca de las 22,30 cuando la tela, recompuesta, fue llevada otra vez en un lugar seguro.

 

     Inmediatamente después de que había sido llevada de la Catedral, la caja fue sometida a un primer reconocimiento externo, que averiguó que adentro y afuera de la caja no había ningún signo de daño; el envuelto sellado de la Sábana Santa había sido llevado afuera de la caja y dejado cerca de ella, para que cualquier posible huella de humedad pudiese alejarse; el lunes por la mañana el envuelto fue puesto otra vez en la caja para ser transportado en la "sala de los retratos".

 

     Eran presentes los que se había podido reunir de los miembros de la comisión para la conservación de la Sábana Santa, que trabaja desde casi seis años: del extranjero había sido alcanzada sólo Mechthils Flury-Lemberg, de nacionalidad suizo-alemana, autoridad a nivel mundial para la conservación de tejidos antiguos; eran presentes también unos representantes de los entes nacionales dedicados a la conservación del patrimonio antiguo presente en Italia.

 

     Como cualquier intervención relacionada con la Sábana Santa, también esta, no prevista y necesaria por una circunstancia dramática, fue intencionalmente realizada en un clima religioso. El cardenal, antes de quitar los sellos, leyó, junto al canciller, el Salmo 22, el mismo rezado por Jesús sobre la cruz: "¿Dios mio, Dios mio, porqué me has abandonado?" Todo el día pasó en el clima de aquel recuerdo, hecho extraordinariamente vivo por la imagen de la Sábana Santa. El notario arzobispal dio lectura del verbal del traslado de la Sábana Santa en la noche de viernes-sábado y después apuntó en el acta todo lo que había que cumplirse, para entregar oficialmente al futuro el recuerdo de lo que estaba pasando.

 

 

     Controlados y cortados los sellos, la Sábana Santa fue tendida sobre una grande mesa, con prolongación (la sábana mide m 4,36 y es alta en media m 1,10) y cubierta por sábanas esterilizadas, pedidas expresamente a una clínica. A este punto se repitió una secuencia a la que muchos estaban preparados: luces encendidas, luces apagadas, luces a media intensidad, prueba con lámparas de socorro. La imagen de la Sábana Santa no se concede tan fácilmente a la vista: se necesita una luz discreta, que no se puede ni teorizar en las modalidades, y es necesario dejar que la vista se acostumbre. Después, poco a poco, surge aquel cuerpo con los signos de las más crueles torturas, aquel rostro tan raro, en sus características de figura al negativo fotográfico, y al mismo tiempo tan rico de serenidad y de paz.

 

     Para la contemplación no había mucho tiempo, porque se necesitaba una verificación particularizada, llamando los recuerdos y confrontando las fotografías del 7 de septiembre de 1992, cuando se hizo la última ostensión privada en presencia de la misma comisión que cumplió estrictamente con la tarea que se le había dado, sin proceder a ninguna medida, pero observando sólo "de visu" cada particular, con atención especial a eventuales huellas de humedad y a la situación de los pliegues. Mientras por las primeras fue fácil tomar acto, por parte de todos, que la sábana estaba en optimas condiciones, perfectamente seca, por las segundas se repitió la penosa impresión de los pliegues presentes un poco en toda parte. Se renovó entonces el convencimiento que las recomendaciones hechas en febrero del año pasado por la comisión tuviese que ser actuadas para evitar cualquier empeoramiento de la situación y quizá para también a mejorarla un poco.

 

     Cuando ya había sido difundido el comunicado de prensa, se modificó la decisión de encerrar la Sábana Santa, para dejar todavía "tomar aliento" al tejido. La Sábana Santa quedó, por lo tanto, tendida sobre la mesa de la grande sala (con las ventanas siempre cerradas) hasta la noche muy tarde. Durante todo aquel tiempo siempre hubo alguien para hacer de "guardia de honor" (y no solamente).

 

     Mirándola tendida sobre aquella mesa, ocurrían las expresiones del bombero que, después de haberla sacada de la tela de cristal en el coro de la catedral, en la noche del incendio, y recibido el encargo de llevarla afuera de la catedral, decía que tuvo la impresión de llevar en los brazos a un niño. La sábana, tendida sobre otras sábanas, protegida sólo por la funda, la famosa "tela de Holanda", yacía inerme, totalmente a disposición de la voluntad del hombre. Sin embargo tampoco la voluntad del hombre era determinante para decidir lo que tenía que ocurrir a aquella sábana. Llegados a una conclusión interlocutoria, era espontáneo mirar atrás a una historia llena de misterio.

Ahora es necesario dejarle descansar de nuevo, en espera de aquel acontecimiento que podrá ayudar el camino de la fe de muchos hombres. Menos de doce meses nos separan de la ostensión solemne del próximo año.

 

Giuseppe Ghiberti

Vice presidente de la Comisión para la Ostensión

 

 

 

 

La Síndone rescatada del fuego .



 

El incendio y el rescate .

     Por tercera vez en su historia conocida, la Sábana Santa de Turín se ha enfrentado a una peligrosa "prueba de fuego" y ha sobrevivido. Anteriormente a nuestros días el fuego había dejado sus huellas sobre el lienzo en una fecha sin determinar -previa a 1200- y en 1532, como consecuencia del devastador incendio que destruyó la Santa Capilla de Chambèry. Los sucesos ocurridos en la noche del 11 al 12 de Abril de 1997 fueron, básicamente, los siguientes:

A las 11:45 de la noche aproximadamente del viernes 11, el Padre Francesco Barbero, Párroco de la Catedral de San Juan Bautista, dio la primera alarma tras ser informado del incendio por un guardia del Palacio Real. En un primer momento no se supo con certeza si el incendio comenzó en la cúpula de la Capilla de la Síndone (que estaba en restauración con ocasión de las ostensiones de los próximos años), o bien en el ala del lado oeste del Palacio Real, que linda con la parte trasera de la Capilla. En cualquier caso, el incendio se extendió rápidamente a la capilla Guarini, entre la Catedral y el Palacio, y la envolvió en llamas. Giuseppe Ivaro, guarda del Palacio, manifestó: "el humo se olía, y entonces vimos las llamas haciendo estragos en la cúpula".


     Afortunadamente, la Síndone no estaba en su altar: el 24 de febrero de 1993 fue trasladada a un sitio más seguro dentro de la misma Catedral de San Juan, para protegerla mientras se hacían las obras. Entre el altar mayor y la Capilla Real, en la zona del coro de los canónigos, se había construido una vitrina de cristales blindados antibalas para albergar temporalmente el relicario de plata que contiene la Sábana. Las autoridades están de acuerdo en que si hubiera estado en su lugar habitual en el altar, habría sido completamente destruida por las llamas.

 

 


     Los bomberos de Turín respondieron inmediatamente a la alarma y uno de ellos, Mario Trematore, sabiendo que la reliquia estaba en peligro, pidió a sus compañeros que trajeran una maza y empezó a golpear los cristales. Después de un centenar de golpes, rompió los dos cristales -de un grosor de 39 mm. cada uno- que le separaban de la reliquia, y con la ayuda de sus compañeros, tomó el relicario de plata de la vitrina rota y rápidamente lo sacaron de la Catedral. A los pies de la escalinata de acceso al templo un coche de policía esperaba ya la preciosa carga, y, con la máxima diligencia, fue llevada a la residencia del Cardenal Giovanni Saldarini, Arzobispo de Turín y Custodio de la Síndone.


     Aunque las llamas aun no habían llegado a donde estaba la Síndone, grandes trozos de la cúpula estaban cayendo al suelo de la catedral con gran peligro para los bomberos. Al ser preguntado de dónde había sacado las fuerzas para romper el cristal, Trematore, conocido sindicalista de izquierdas que no se considera católico, contestó:

"El cristal puede parar las balas, pero no la fuerza de los valores representados por el símbolo que lleva dentro. Rompimos el cristal con sólo una maza y las manos que aun me sangran. Es extraordinario". "Dios me ha dado las fuerzas para romper el cristal".

     A la 1.36 de la madrugada, cuando los bomberos sacaron la Sábana de la Catedral, cientos de observadores aplaudieron la hazaña, mientras otros lloraban al ver los daños. Unos 200 bomberos siguieron luchando con las llamas durante más de 4 horas, hasta las 4.30 cuando por fin el incendio fue controlado.

 

 

 

Los daños.

     Al examinar minuciosamente las cenizas y los escombros dejados por el incendio, las autoridades han determinado el alcance de los daños y la posible causa del desastre. Los primeros informes indican que el interior de la catedral y el Palacio Real adjunto, que alberga muebles y cuadros valiosos de los siglos XVIII y XIX, sufrieron muchos daños. La pared de cristal que separaba la capilla de la catedral se hizo añicos. El altar, diseñado por el famoso artista Bertola, sufrió menos daños de los que se pensaron en un principio. Afortunadamente parece que los andamios de las obras protegieron el altar de las llamas y de los escombros que caían. La capilla, sin embargo, sufrió los mayores desperfectos, con un 66% de la capa de mármol dañada por el calor. Habrá que valorar la estabilidad de la estructura más detalladamente.


     La catedral misma no sufrió mucho aunque el agua y el humo dejaron sus huellas. El incendio también alcanzó el piso superior del Palacio Real donde una torre se derrumbó envuelta en llamas. Poco antes de que se descubriera el incendio, hubo una cena en la que estaban presentes el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, y el ministro italiano de asuntos exteriores, Lamberto Dini. El pasillo que unía la Capilla de la Síndone con el lado oeste del Palacio Real, ardió durante toda la noche. Las pruebas de 1978 tuvieron lugar en este misma parte del palacio por lo que es posible que las salas dónde se realizaron los análisis del STURP estén muy dañadas.


     El Gobierno italiano empleará 59 millones de dólares de los fondos destinados a las obras del jubileo del año 2000, fuera de Roma, para restaurar la capilla de Guarini, aunque esta cifra no cubrirá toda la restauración.

Comunicación oficial a la prensa del Cardenal de Turín:

"El incendio que comenzó durante la noche en la Capilla de Guarini, al lado de la Catedral de Turín, ha dañado toda la estructura y los adornos de la capilla misma, pero -gracias a Dios- el relicario de la Síndone no ha sufrido ningún daño. El edificio de la catedral está enteramente a salvo, mientras los daños más graves fueron en la Capilla y en el Palacio Real. Quiero agradecer de todo corazón a los bomberos, a las autoridades civiles, a los soldados y a la policía, que hicieron todo lo que pudieron en esta emergencia. El relicario que contiene la Sábana fue sacado inmediatamente de la catedral y se guarda ahora en un lugar seguro.


     Este grave suceso ha ocurrido cuando nuestra Iglesia está preparando la solemne exposición de la Síndone en abril de 1998, anticipando el Gran Jubileo del Tercer Milenio. El incendio destructor, el grave daño material a un monumento de la fe y del arte, representa para toda la gente de Turín -y para todo el mundo que ha dirigido la mirada a Turín en estas horas- una prueba, un llamamiento, una Gracia. Una prueba de nuestra fe, y de nuestra capacidad como creyentes y ciudadanos, vinculados con estos tesoros que son las raíces de nuestra cultura y de nuestra manera combinada de vida.

 

     Las llamas también son un llamamiento -un llamamiento preciso- a la responsabilidad que tenemos todos de defender y de proteger la herencia religiosa, artística e histórica, tan íntimamente vinculada con nuestra experiencia como Iglesia y como Ciudad.
¿Por qué sucedió? En el evangelio de hoy, Jesús nos dice 'no tengáis miedo', algo que puede decir, algo que podemos oírla decir, cuando sucede algo terrible. La catedral y la Síndone, de la cual soy Custodio, han sido tocadas por el desastre y se han salvado. Fue digno de la medida de Dios decir 'no tengáis miedo'.


     Ahora sabemos con seguridad que camina sobre el agua, sube a nuestro barco y nos lleva a tierra. Doy las gracias por esta señal con fe".

 

Giovanni Saldarini (Turín, 12 de abril de 1997).

 

 

Verificación del estado de la Síndone.

 

 

 

     Tras la inspección realizada el 14 de abril por el arzobispado de Turín, que procedió a la apertura del relicario de plata, la Curia de Turín ha confirmado que la Sábana no ha sufrido ningún daño a raíz del incendio y su estado general de conservación es muy similar -al menos aparentemente- al que tenía en 1978.

 

     Un punto que no ha sido aclarado hasta la fecha es el origen y las circunstancias en las que se produjo el foco de fuego inicial, por lo que se ha abierto una investigación judicial en toda regla. El Cardenal Saldarini afirmó que la Síndone "se encuentra en lugar seguro", pero se negó a revelar su paradero hasta que los jueces precisen si el incendio fue fortuito o provocado.

 

Texto adaptado de la página web de Barrie M. Schworth y traducido por nuestro socio Mark Guscin.

 

 

 

VI.- Recorrido bíblico.

 

     La imagen presente en el lienzo de la Sábana Santa remite a la crucifixión y el hecho de que sea impresa en la sábana remite a su deposición de la cruz. Para quien lee la pasión de Jesús en los evangelios lo difícil no es aceptar lo que se ve en la Sábana Santa sino más bien la manera en que la imagen se formó en la Sábana Santa. No hay ninguna contradicción entre lo que leemos a propósito del sufrimiento inflicto a Jesús y lo que comprobamos en la imagen de la Sábana Santa. Este hecho impresionante impone elegir: o a la origen de la Sábana Santa hubo un contacto directo entre esta sabana y el cadáver de Jesús, o en la historia otro hombre fue torturado al mismo modo de Jesús y después su cadáver fue puesto en contacto con este lienzo, o bien hubo una intervención misteriosa para nosotros indescriptible, pero seguramente no la construcción intencional de una reliquia, porque la imagen de la Sábana Santa se sustrae a todas explicaciones de artificio que hasta ahora se han intentado.

 

 

     El discurso se complica cuando se intenta reconstruir las modalidades de la sepultura de Jesús. En las descripciones evangélicas ellas no son particularizadas y , entre los sinópticos y el cuarto evangelio, ocurre cierta divergencia. Los evangelios no querían describir mínimos detalles, más bien resaltar que en el caso de Jesús fue, no obstante su muerte como malhechor, una sepultura honrada. Por cierto, para una explicación de la formación de la imagen de la Sábana Santa, la gran cantidad de telas funerales señaladas en los evangelios constituye motivo de dificultad. La imagen en efecto es el resultado de una proyección ortogonal y mal se acuerda con la descripción de un arrolamiento que provocaría, al contrario, una proyección cilíndrica.

 

     En la lectura de los evangelios es prevaleciente la impresión que los autores tuviesen mucho interés por describir el procedimiento de la sepultura desde la perspectiva de la experiencia de los testigos del sepulcro vacío y no desde la del trato objetivamente reservado al cadáver de Jesús. La pluralidad de indumentaria fúnebre, que tuvo función de verdadera atadura para contornear la inmovilidad e impotencia de aquel cuerpo, ahora está ella misma reducida a la impotencia y simplemente "yace", privada de su presa. El intento de los evangelios es el afirmar la presencia de un acto de poder supremo ejercido por parte de una vida hallada de nuevo. Además de esta intención convergente, los evangelios transmiten una representación poco homogénea del procedimiento de la sepultura de Jesús: probablemente ella se rige sobre dos tradiciones - por una parte, la de Marcos y Mateo, y , por otra, la de Juan - que imaginan de manera diferente el procedimiento de la sepultura. La narración sinóptica presenta menos dificultades para la explicación de la Sábana Santa respecto a la de Juan.

 

 

 

     La lectura del texto bíblico adquiere su importancia en cuanto uno se pregunta qué puede significar el hecho que esta imagen haya aparecido en nuestra historia. En la garulla de las investigaciones científicas y de las interpretaciones se encuentra el hombre de hoy con sus características, sus defensas, sus expectativas, su atención espasmódica hacia todo lo que parece un anuncio de salvación. Este hombre vino a conocimiento de la existencia de la Sábana Santa. No desde hoy, pero nunca, antes, con la intensidad de la conciencia de hoy. La fotografía tuvo la mayor eficacia en este camino de divulgación, después la difusión de los audiovisuales hizo lo restante. Es bueno que el acceso del hombre de nuestro tiempo a este signo de salvación sea posible a una cantidad siempre más grande de personas, siempre que de los evangelios llegue la orientación que unifica todas las expectativas y todas las interpretaciones. En efecto cuando una realidad de fenómenos funciona como "signo", esta realidad remite a la cosa indicada, pero no es la cosa indicada. Aunque fuera cierto que la Sábana Santa envolvió el cuerpo de Jesús, ella no sería más que un recuerdo querido, porque él ahora no está allá; pero aunque fuese cierto que ella no envolvió el cuerpo de Jesús, todavía sería un signo, un signo muy querido y penoso de lo que él padeció en su muerte, por los motivos de que son testimonios todas las narraciones de los evangelios. La realidad del "signo" explica los motivos por los que la Sábana Santa puede (y no: debe) ser recibida por un creyente.

 

     La imagen de un hombre crucificado en un modo que indudablemente corresponde a la descripción que los evangelios transmiten de los sufrimientos inflictos a Jesús es algo que evoca el misterio del sufrimiento redentor. Que uno quiera llamarla "signo" o "icona" o de otra manera, no importa. Se nos invita a no alejar la mirada del aquel espectáculo impresionante, que nos evoca la verdad del sacrificio redentor, en el que no nos gusta mucho pensar y del que no estamos muy dispuestos a aceptar las solicitudes de coherencia. Puede que la Sábana Santa sea la ocasión para hacer un acto de obediencia frente a la soberanía de Dios, quien decide cuando y con cuales medios nos quiere llamar a la conversión. De hecho su mensaje es simple e inmediato para que pueda recibirlo también la gente pobre que no puede dedicarse a las elucubraciones de los eruditos. Delante de aquella imagen todos podemos comprender que Cristo no podía amarnos más y que tiene derecho a ser amado.

 

 

 

El mote de la ostensión de 1998: "Todos los hombres verán tu salvación". Líneas de una pastoral de la Sábana Santa.

     Ver es una componente importante de la experiencia humana y en la Biblia se encuentra una particular insistencia sobre esta experiencia. Sin ver, el hombre es perdido: del ver, él siente que empieza la salvación. La palabra bíblica afirma sin vacilaciones que " A Dios ningún hombre le vio jamás" (Jn 1,18), pero en la historia ocurrió un evento: la vida de Jesús de Nazaret, con sus palabras y obras, ofrece la posibilidad de un camino progresivo de revelación del misterio, que no lleva todavía el hombre a ver a Dios "cara a cara", pero le propone la imagen más fiel y persuasiva del amor del Padre. En la cadena de los signos, la cumbre es alcanzada por la pasión de Jesús, en la muerte sobre la cruz coronada por la resurrección. Nada es tan persuasivo en testimoniar el amor del Padre cuanto el sufrimiento que el Hijo enfrenta para nosotros. Ver este sufrimiento es la experiencia más desoladora y consoladora. Es un signo conmovedor que se entrega a la fe. Ver es creer. En el rastro del signo de la pasión de Jesús se pone aquel pequeño signo que es la imagen de la Sábana Santa. Ella se propone para ser vista, habla de salvación, de aquella salvación que llega solo a través de la muerte y resurrección de Cristo.

 

     Son estos los temas que evoca la enunciación del mote de la ostensión : "Todos los hombres verán tu salvación" (Lu 3,6).

 

 

Ostensión de 1978

 

 

 

 

     Todos los hombres son, en la intención del Padre, los que benefician de la redención de Jesús. Todos la necesitan. Quien ha conocido las manifestaciones de este amor tiene que comunicarlo a otros. La ostensión de la Sábana Santa quiere decir al mayor número posible de personas, a "todos", que Dios es amor misericordioso. Nadie es excluido, todos son invitados a recibir el mensaje de este signo.

 

     Verán una imagen y se tendrá que ayudarles a interpretarla como un "signo". No se pararán a la imagen, sino que a través de ella llegarán a Jesús, del que nos dan testimonio los evangelios. La Sábana Santa no es Cristo, sino solamente una remisión a él. Como remisión tiene la posibilidad de llegar a ser eco del evangelio, evangelio ella misma, por el mensaje que proclama, al mismo modo de Jesús: "Conviértanse y tengan fe" (Mc, 1,15). Tu salvación parece un objeto distante de él que se percibe mirando la Sábana Santa, pero la mirada afinada de la fe divisa una fuerza de regeneración en el sufrimiento mismo: la muerte de Jesús ha sido la vida para el mundo. Es salvación verdadera, única salvación de cualquier forma de mal. Es salvación según el estilo misterioso de Dios, que hace fecunda la muerte y tiene el coraje de pedir al hombre la aceptación de su propia muerte.

 

     Para que el mensaje llegue en la manera más eficaz es necesario activar la conciencia de la fe, el empeño de la oración, la solidaridad del amor. La peregrinación, por lo tanto, será también catequesis y tendrá su desemboque natural en la oración (no solamente en la catedral, sino también en las iglesias cercanas, con posibilidad de confesiones y con horarios articulados para el "vía crucis"). Cada peregrinación, por fin, debería proponerse una obra en favor de los hermanos en apuro, porque la solidaridad en la caridad es la respuesta a la muda invitación de quien se hizo pobre para que pudiésemos enriquecernos, de él que en el sepulcro perdió toda dignidad humana para que todos nosotros, en el momento en que nuestra humanidad está sometida a la prueba, podamos abandonarnos en los brazos del Dios verdadero, que no nos abandona.

don Antonio Amore

 

 

Los que vieron a Jesús.

     La historia de los discípulos empieza en consecuencia del hecho que Jesús les ve; "Al ir andando a lo largo del mar de Galilea vio Simón y Andrés..." (Mr 1,16). Los discípulos ven a Jesús obrar entre las muchedumbres, le siguen, y ven a El, el Señor, curar los enfermos y perdonar los pecadores.

 

Testigos de su gloria .

     Los discípulos son testigos oculares de la venida del Reino: Pedro, Jaime y Juan son elegidos por Jesús para estar a su lado para que vean la hija de Giairo levantarse y volver a caminar. Verán sobre Tabor la luz gloriosa del Señor Jesús. Toda la narración evangélica quiere casi decirnos que ver no es un opcional para el hombre que quiere reconocer en Jesús el Señor.

 

La fe de quien vio.

     Jesús, profundo conocedor de los hombres y de su ánimo, pone "en vista" (en el sentido que se muestra) su obra de salvación. Es Jesús que nos enseña una sabia pedagogía del ver; instruye los discípulos invitándoles a mirarse en torno: "Aprendan una lección de los lirios del campo... pero les digo... (Mt 6,28). Del ver nace la fe. "Visto lo que había ocurrido, el centurión glorificaba a Dios: "Este hombre es verdaderamente justo" (Lc 23, 47).
Propio la capacidad de ver hace profunda la diferencia entre Erode y los magos; el primero los envía adelante: "Id vosotros y, si le encontraréis, vendré a ver yo también". Erode espera noticias antes de ir é mismo a ver. Los magos van y ven.

 

El anuncio de "él que hemos visto".

     Los textos de origen litúrgico, que se remontan a la iglesia primitiva del siglo II, hablan de Jesús resucitado utilizando la expresión "Ha sido visto". La aparición es el evento sobre él que se basa la fe de los discípulos, capaces de decir: "El es verdaderamente el Señor Viviente". La aparición es también la tarea entregada a los testigos: anunciar a todos que Jesús, el Hijo de Dios, ha muerto y resucitado.

 

En la espera de la visión plena.

     Juan utiliza el lenguaje de las apariciones para expresar la presencia permanente y actual del Señor entre los suyos: "Ustedes contemplarán" (Jn 14, 19). Jesús ya no está en este mundo, pero los discípulos le verán vivo, resucitado, en una visión que, además de ser sensible, tendrá necesariamente que ser también espiritual, en la fe.

 

El ya de la visión en los sacramentos.

     En la liturgia nosotros, hoy, tenemos la ocasión di VER la salvación, que se hizo signo en el sacramento. He aquí el sentido so último del evento sacramental: el ofrecerse del amor misericordioso del Padre en modo tangible. Nosotros vemos sobre el altar pan y vino, miramos el agua verterse sobre el catecúmeno, miramos con ojos atentos el signo del aceite sobre el confirmado... En el momento en que el centurión hace su profesión de fe llama Jesús "Hijo se Dios" (Mr 15, 39) y no sólo "Maestro". En la liturgia encontramos el Señor Jesús y, como sus discípulos de Emmaus, tenemos que saber reconocerle en los signos y en las palabras. Juan cuenta bien la molestia inicial de ellos: "Mas sus ojos eran incapaces de reconocerle (24,16)".

 

     Cada celebración litúrgica nos invita a cantar el salmo 34,9: "Gusten y vean que el Señor es bueno".  La Biblia nos ofrece imágenes y símbolos. El Invisible se haga visible a través de las fuerzas cósmicas, palabras escritas, acontecimientos históricos: cada cosa es una invitación a hundirnos en las profundas aguas divinas.

 

 

Nuevos hallazgos en la Sabana Santa y último incendio.

El reciente incendio en la catedral de Turín, en el que estuvo a punto de quemarse la Sábana Santa, ha desatado rumores. Algunos han comentado que este sospechoso "accidente" tenía lugar después de un último descubrimiento científico sobre la Sábana Santa, con el que se ratificaba la veracidad de esta reliquia. ¿Qué se sabe de ese descubrimiento y del tema del incendio?

 

     Habrá que investigar despacio para llegar a conocer si el incendio de la catedral de Turín ha sido un atentado. No obstante, Vittorio Messori, prestigioso periodista italiano, conocido por sus entrevistas al Papa y al cardenal Ratzinger, ha escrito un artículo en el Corriere de la Sera, en el que avanza la hipótesis de que nos encontramos ante un intento de destrucción de la Sábana Santa.


     Los descubrimientos sobre la Sábana Santa habían colocado últimamente en una situación incómoda a los opositores de esta reliquia. Se había confirmado que las pruebas del Carbono 14, realizadas el año 88, según las cuales la Sábana era una falsificación de la Edad Media, fueron un error. La prueba del Carbono 14 no es aplicable a un tejido que ha sido enriquecido en su carbono por una infinidad de agentes externos. En concreto, los incendios que la Sábana ha sufrido en su larga historia, bastarían para justificar una alteración de la estructura molecular del tejido y, por lo tanto, para invalidar la prueba del Carbono 14.

 

     A esto añádase que dos científicos turineses, Pier Luigi Baima Bollone, profesor de medicina legal, y Nello Balossino, profesor de informática, docentes de la universidad de Turín, pocas semanas antes del incendio, acababan de hacer públicas sus últimas investigaciones. Su descubrimiento era un auténtico "bombazo", en torno al misterio de la Sábana Santa. ¿De qué se trataba?

 

 

     En las investigaciones que en 1979 había realizado la NASA sobre la Sábana Santa, se había descubierto que en el ojo derecho del cadáver se había colocado una moneda, con el objeto de cerrar el párpado del cadáver. Ya entonces, se pudo comprobar que esa moneda había sido un "lepton", en curso legal en tiempos de Cristo, en el que se podían apreciar la inscripción en griego de Tiberio Cesar. No obstante aquel descubrimiento, los científicos se hacían una pregunta, ¿por qué solo aparece la moneda en el ojo derecho, siendo así que lo lógico es cerrar los dos párpados de un cadáver?


     Pasados estos años, ahora estos dos científicos nos sorprenden: Sobre el párpado izquierdo también hubo otra moneda. Ocurrió que a consecuencia de la hinchazón del cadáver, se había movido y no ha podido ser descubierta e identificada hasta utilizar unos medios técnicos más sofisticados. Gracias a las posibilidades que ofrece la elaboración por ordenador, y utilizando altos planos de ampliación, han logrado descubrir el diseño acuñado en esa moneda: una copa ritual pagana utilizada en las libaciones. No quedaba más que comparar con los catálogos de monedas palestinas de la época. En efecto, "Eureka", la incisión casa con un ejemplar del catálogo del British Museum y con otro original de un coleccionista milanés. Pero hay más. La moneda fue colocada cara arriba, mostrando la fecha de acuñación: el año XVI del imperio de Tiberio. Una prueba de detective que difícilmente puede ser refutada. Según Baima Bollone, la probabilidad científica de que nos encontremos ante el lienzo que envolvió a Cristo "está muy cercana al cien por cien". (Cfr. Alfa Y Omega, nº 58)

 

 

El proyecto de conservación

     El pasado 10 de junio, durante la conferencia de prensa en que participaron, además del Card. Saldarini y de los representantes de los Entes Públicos, también la profesora Mechthild Flury-Lemberg, conservadora del Museo histórico de Berna y en particular de la Fundación Abegg que se dedica al estudio y a la conservación de tejidos antiguos, y el profesor Alan D. Adler, profesor de química en la Universidad del Connecticut (USA) y miembro del Sturp (Shroud of Turin Research Project), ha sido presentado el proyecto de conservación de la Sábana Santa en ocasión de la próxima Ostensión y para el período sucesivo.

 

     La tela en que se conservará la Sábana Santa ha sido ofrecida por Italgas. Citamos aquí las intervenciones del profesor Piero Savarino, catedrático de química orgánica en la Universidad de Turín y consultor científico del Guardián Pontificio y del ing. Piero Mallardi, presidente de Italgas. Desde hace tiempo los expertos en el campo científico, que han mostrado interés y atención para la Sábana Santa, han evidenciado temores y preocupaciones en relación a su estado de conservación.

 

     Sobre la base de las instancias presentadas a la Propiedad, a partir del otoño de 1991 han empezado los trabajos para formar una calificada comisión internacional compuesta por expertos en diferentes disciplinas. Hemos pensado proponer una comisión formada por expertos en los sectores de la conservación de bienes culturales propiamente dichos y de poner a su lado otros expertos en sectores más propiamente de las ciencias experimentales químico-físicas, biológicas y medico-legales que hubiesen adquirido conocimiento de las problemáticas de la Sábana Santa. La primera elección resulta estrechamente relacionada con la normal problemática propuesta por la conservación de un antiguo tejido de lino. La presencia de expertos del segundo sector es, por una parte, garantía y ayuda para la solución de los problemas de base comunes a todas las operaciones de conservación y, de otro lado, resulta ser indispensable en relación a la compleja y poco conocida naturaleza de la imagen de la Sábana Santa. En efecto es de primario interés la conservación de la imagen de la Sábana Santa, del material hemático y de todo el sistema.

 

     En septiembre de 1992 la comisión pudo examinar la Sábana Santa y redactó una primera relación sobre el estado del lienzo. Los trabajos de la comisión siguieron y, después de ulteriores reuniones y actualizaciones, desembocaron en febrero de 1996 en una relación sobre las líneas guías para una metódica de conservación más segura. Para comentar los laboriosos intercambios de opiniones y de informaciones ocurridas en el ámbito del desarrollo de los trabajos, hay que evidenciar el cordial y provechoso clima de colaboración y de respeto que se estableció entre los participantes que, con la competencia que les distingue y que se les reconoce a nivel internacional, permitió la disposición de un proyecto científicamente importante.

 

     La relación, firmada por todos los que participaron a la última sesión de trabajos, ha sido sometida a la atención de Su Eminencia el Cardenal Saldarini. Su Eminencia procuró presentar la relación a la autoridad Vaticana que ha autorizado la continuación de la actividad dirigida a un método de conservación más seguro. La conclusiones esenciales contenidas en esa relación son las siguientes:

a. la Sábana Santa tendrá que ser custodiada en posición tendida, llana y horizontal

b. la Sábana Santa tendrá que ser guardada en una tela de cristal antiproyéctil, estanca, en ausencia de aire y en presencia de un gas inerte. La tela tendrá que ser protegida de la luz y mantenida en condiciones climáticas constantes

c. la tela tendrá que ser utilizada también durante las ostensiones públicas, con el fin de evitar cualquier manipulación de la Sábana Santa.

Estas condiciones imponen obviamente una modalidad de conservación radicalmente diferente de la actual (arrolamiento entorno a un cilindro) y sobre todo la necesidad de construir una tela de dimensiones mucho mayores (la Sábana Santa es un rectángulo que mide aproximadamente metros 4,36 x 1,10).

Con este fin se ha empezado la segunda fase de la operación, que, tomando como puntos de referencia las condiciones elencadas arriba, se propone:

a. proyectar y realizar la tela que contendrá la Sábana Santa y los relativos aparatos de control

b. localizar el lugar más adapto para la conservación de la Sábana Santa en el respecto de las condiciones elencadas por la comisión.

 

     Noticias más particularizadas sobre las propuestas de la comisión y en general sobre la problemática relacionada con ella, se puede deducir de las intervenciones de los miembros presentes de la comisión. Por último hay que debidamente destacar la disponibilidad de los miembros de la comisión, en los dolorosos acontecimientos que han perjudicado la capilla del Guarini, en participar a un control sobre el estado de la Sábana Santa y a dar al mismo tiempo importantes sugerencias para la preparación de la próxima Ostensión de 1998.

 

Prof. Piero SAVARINO

Catedrático de Química orgánica y consultor científico del Guardián de la Sábana Santa

 

 

 

VII.- Conclusiones.

     Sorprende saber la enorme la cantidad de libros, artículos periodísticos y trabajos científicos que se editan en la actualidad sobre el Santo Sudario, nutriendo la infinita polémica de su verdadero origen. Un reciente reportaje de la CBS norteamericana es citado en los círculos entendidos como el más interesante y objetivo nunca hecho: se puede encargar por teléfono a la CBS (número1-888-227-7999), vale 19.98 dólares más 4.95

de envío, y dura unos 48 minutos.

 

     Por lo demás, las imágenes microscópicas tomadas en 1978 están por primera vez disponibles en Internet, y el último de los incontables seminarios sobre el tema acaba de celebrarse en Connecticut organizado por la Alianza Católica. Entre los últimos debates figura la teoría nueva de que el Santo Sudario fuera en realidad el mantel de la Última Cena (sin coña, totalmente verdad).

 

     La Sindonología sigue viva a pesar de que desde que se publicaron los resultados del estudio de 1978 que databa la SS en la edad media, el interés científico ha casi desaparecido, dejando el tema en más fantasiosas manos. "Shroud Spectrum International" es la única publicación -escrita en inglés- dedicada íntegramente a la SS. El libro de Ian Wilson de 1978 'La sabana de Turín' es considerado un clásico en la materia, y entre los últimos trabajo científicos hay que reseñar 'Radiocarbon Measurement and the Age of the Turin Shroud: Possibilities and Uncertainties', de William Meacham, un conocido arqueólogo que estuvo en el Shroud Symposium de 1986 en Hong Kong, en el que expresa su preocupación porque 'la contaminación es un problema muy serio a la hora de interpretar los resultados de las mediciones con radiocarbono' y examina las posibilidades de que el c-14 pueda fijar la fecha con absoluta seguridad.

 

     Entre los últimos libros, sonde reseñar "Relic, Icon or Hoax? Carbon Dating the Turin Shroud," del doctor Harry Gove, quien se opone a las dudas de Meacham, también "In Front of the Shroud: Neither Iconoclasts Nor Fundamentalists", del periodista italiano Orazio Petrosillo, que se centra en analizar la posición de la Iglesia,

y finalmente "The Bloody Icon" de Emanuela Marinelli, la cual vuelve una vez más sobre las pruebas realizadas en 1988.

 

     Sin embargo las investigaciones no han sido lo suficientemente satisfactorias para poder afirmar que la Sábana santa sea auténtica o sea una mera falsa, es necesario seguir realizando investigaciones, experimentos y exámenes con el fin de llegar a un punto tal en el que tanto la ciencia como los creyentes se convenzan del verdadero origen de esta reliquia. Por lo tanto su origen y significado aún no están claros, por lo que hay que seguir investigando.

 

 

VIII.- Bibliografía.

http://www.iponet.es/casinada

 

http://www.ctv.es/USERS/linteum/

 

http://195.76.10.3/pagepersonal/loiola/Sabana2.htm

 

http://geocities.datacellar.net/RainForest/1185/sabana.htm

 

http://www.shroud.com

 






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