He comenzado por querer explicar lo que se siente que un psicoanalista te catalogue como “mente bipolar”. Yo ni siquiera sabía que fuese un problema. De hecho estoy segura que es tan solo una de las muchas ideas que este mundo ha divulgado y sobre la cual todos se han puesto de acuerdo por coincidir y adoptar como verdadera, (ésta dentro del ámbito de la psicología).
Se supone que tengo un problema. Mi vida comenzó a fluctuar en estados de ánimo a partir de una ruptura amorosa. No me explico la rapidez con la cual mi mente perdió su control. Era mucha masa dentro, volcandose toda en mi contra. Pensamientos suicidas comenzaron a ser mi antesala del sueño; hasta que este necesario y placentero rito nocturno se convirtió para mí en una pesadilla.
Pegar la cabeza a la almohada era una terrible aventura de dolor, temperatura, vértigos y escalofríos infernales. Tonadas de inframundo tocaban mis oidos y palpitaciones en mi pecho parecían alojar una estampida de estridentes pisotones oscuros con el fin de llevarme al terror. Nunca parecía ser yo. Aquella efusiva mujer que todo lo veía con tanta ternura y belleza, comenzó a tomar la crítica, el juicio y pre-juicio como escudo de guerra.
No parecía ser yo quien buscaba tener pensamientos suicidas cada vez que ese tipo de emociones estremecían mi alma entera mientras trataba de dormir. Es difícil de aceptar la realidad, cuando no estas acostumbrado a tanto dolor emocional. Siempre fui feliz y no era necesario dormir ni comer para estar saludable. Pero hasta esto es importante. Todo se trata de Amor, Amor propio. O es, o NO es.
Socabar en mis sueños, habiendo sido siempre tan confiables y mi subconciente siempre el mejor consejero espiritual; no era de ayuda. Ni siquiera tratar de hacer una Oración. Pues hasta eso era una duda.
Uno tiene un grado de conciencia muy productivo, cuando sabe confiar en él; pero es inseguro creer que estás seguro contigo mismo, (quer ridículo) porque en cualquier momento, ésta misma magnitud que eres rueda hacia el otro extremo en menos de un microsegundo, así que, si tu centro no está bién ubicado: CAES en tu propio abismo.
Si es que yo encajo en esta supuesta etiqueta psico-descriptiva, (aún me parece un poco absurdo quedarme con eso en la boca) puedo decir que vivir aquí es muy difícil cuando estás enamorado, estresado, ¿que se yo? Interesado, porque todo va al extremo, y se daña tu cuerpo físico, mental y espiritual, ademas también, de las personas que a tu alrededor no comprenden lo que es un momento.
Casi me la creo (la bipolaridad), porque puedo sentir los segundos cambiar de color y sonido a veces intensamente por bien, y a veces intensamente por mal. Yo SE, en el fondo de mi Alma; que eso no es “anormal”. Todos lo vivimos, hombre. Se trata del otro lado de la moneda. Es un desequilibrio, también hay que conocerlo. Ya tenemos el agraciado privilegio de escoger con cual nos quedamos. Yo prefiero el bonito!! Equilibrio y placer, je je.
Tengo en mi memoria el código emocional; (en el lenguaje que solo una mirada sabe interpretar), de todas las personas con quien he interactuado. Y puedo reproducirlas, y me sorprende encontrarlas en el aire y aún como fantasmas dentro de mi espacio diario.
Luego de tanto desperdicio de espacio, decidí dejarme de pendejadas y ubicar al psicólogo y sus teorías sobre mi existencia en donde deben de ir. Nadie puede ayudarme más de lo que yo. Preferí abordar su tormentosa situación (el tiene el peor de los problemas: vivirá atado a los problemas, pues es su trabajo) y le dije: “Gracias por su intención, muy linda su terapia, muy buenos medicamentos (jamás los adquirí) pero creo que ya me “curé” jajajajaja.
Compadezco a las personas que SE CREEN que realmente son bipolares y tienen una “Anormalidad”. Viven creyendo que sus mentes son un problema y crean tanta inseguridad que esto se realiza automáticamente como con barita mágica en su vida propia. Debemos tener mucho cuidado en lo que pensamos, puesto que eso es lo que creeremos, por lo tanto en eso tendremos fe, y así pues, eso SERA la realidad de nuestro tiempo y espacio. Todo éste proceso sucede en menos de lo que podemos percibir, son señales de electricidad viajando a la velocidad de la luz por nuestras neuronas.
Aún no puedo comprender si fué una pérdida de tiempo acudir a un psicólogo a pedir opinión sobre el estress. Pues yo CREIA que era mi problema. Casi puedo decir que fue una obsesión, puesto que tengo todo un proyecto científico-artístico soportado por una larga investigación sobre el presunto fenómeno del estress, el único padre biológico del suicidio y sus condimentos irritantes: el vértigo, el pánico, la náusea, la taquicardia, la arritmia cardiaca y una larga lista de virtuales padecimientos.
No cabe duda que la vida es un mito. Prefiero pensar que fue un beneficio que (llegar ahí, a la clínica de psicoterapia) casi me convencen de lo que ellos creen que soy. Y haberme enfrentado con mi propia mente me trajo a recapacitar sobre mi verdadero momento y sincronicidad.
En las plantas habitan palabras, en el cielo formas, en el aire sonidos, todos se alternan en espacio y jornada a su tiempo. Danzan al ritmo de un solo existir; y en cada uno de los juegos se viven imagenes visuales, travesías auditivas y fusiones olfativas, con los cuales EL MOMENTO nos engrandece. Es en ese plano de nuestra propia existencia donde se puede recabar la información; y así responder por sí mismos cada pregunta que hacemos a Dios. Es una coordenada precisa ya comprendida, que ni siquiera es necesario buscarla y da lo mismo si se tiene consciencia de ella o no, pues el tiempo ni siquiera transcurre. Tu mente si. Cuando haces conciencia de ello, ya sea en tu Vida o en tu Muerte, puedes viajar a traves de él (tiempo) y recabar cualquier dato y/o emoción.
Tener este libre albedrío es la única responsabilidad como tal. Utilizarla para tu propia destrucción ni siquiera puede ser llamado estúpido. Eso sólo es un retroceso. Todos vamos en sincronía dentro un equilibrio hacia donde mismo; el que se resiste a ello es porque así lo ha elegido. Ni la enfermedad, ni la sociedad, ni la historia, ni la vida ni la muerte son culpables de tu desgracia, MAS de lo que tú. Pues todo ocurre con la autorización de tu propia mente, tansolo una terminal de la ley Universal.
Soy un ser vivo, y como parte de este planeta, que es mi más amada escuela, puedo saber y sentir lo que soy y de donde vengo, soy una parte esencial de esta dimensión y este plano físico, con el privilegio de la libertad para llegar hasta donde quiera, a bordo de la nave espacial más compleja de construír y manipular: la infinita IMAGINACION, pues ella se place de vivir sobre la cumbre de la realidad.
Luego de saber que conozco a Dios, casi puedo decir: el no existe…. (puesto que no es un concepto sobre el cual se debe basar la sucesión ideológica de cada persona) El sólo ES y ESTA. Converso con el, escucho su canto, bailo su música, huelo sus perfumes y siento su magia. Y es excelente saber que puede obrar a través de mi. He optado por permitírselo. Es una simple incorporación de la unidad que conformo, en su propio sistema, como parte de El.
Así prefiero pensar que soy el universo mismo, EN PERSONA. ¿No es éste, bipolar? Es eso lo que lo hace hermoso, sus opuestos que hacen equilibrio. No existiría ninguno si no hicieran esa guerra donde los dos ganan. Sí, eso es hermoso, lo SOMOS.
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