Esta es mi abue:

Ella siempre estuvo en su casa, como madre y ama de casa. Fue en ocasiones quien me cuidaba (nunca nadie te cuida mejor que la mamá de tu mamá) como todos los seres humanos ella vivió de todo, pero nunca dejó de ser una niña por dentro ni de temer a Dios. Le doy gracias a Dios por haberme dado una abuelita tan BUENA como ella.

Cocinaba de maravilla!!! y le encantaba hacer pasteles riquisisimos! Creo que en algo me parezco a ella... dicen algunas personas. Lo que yo creo cierto es que compartiremos eternamente la afición por la repostería y la cocina.

Gracias, abue, por haber sido tú y por haberme dado tanto cariño. Creo que tu capacidad de amar ha sido la mas enorme de la historia. Descansa con Dios, que te lo mereces. Te queremos por siempre.

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