I-CHING
El
libro del cambio
A modo de introducción, palabras que repetiremos:
Se puede creer en su valor absoluto, intrínseco; es posible, como Jung, creer que éste tiene el poder de traer desde la profundidad del inconsciente hacia la superficie de la mente el dispositivo que nos permite visualizar un problema en sus reales dimensiones y deducir los medios de tratarlo; o se puede, finalmente, ver el libro en su otra faceta: no sólo un oráculo sino también un libro de cultura y sabiduría cristalizadas a lo largo de 40 siglos.
El
nacimiento del I Ching
Cuenta la leyenda que
miles de años atrás (se estima que en 2852-2738 a.C.), antes del nacimiento de la
historia escrita, vivió un gran sabio chino de nombre Fu Hsi. Existe la creencia
de que Fu Hsi fue el hombre que unificó la China, tornándose así su primer
Emperador. Se le adjudica también la introducción en China de la agricultura.
Hombre de
intelecto increíblemente vasto, Fu Hsi extrajo del universo un modelo matemático
perfecto, completo en todas sus condiciones y elementos. Tal modelo es formado por 64
figuras de seis líneas conocidas por los chinos como Kua.
Cuenta aún
la leyenda que Fu Hsi vio tales líneas por vez primera en el caparazón de una tortuga.
La
escritura no existía en los tiempos de Fu Hsi. Sus conocimientos y
descubrimientos fueron transmitidos de generación en generación, por un período de más
de diez siglos. En la época que surge la escritura en China, recibieron su primera
versión documental.
Pasaron más de dos mil años y durante ese tiempo tales conocimientos, ya denominados I
Ching, florecieron.
En el siglo XII AC reinó en la China el tirano Chou Shin, el útimo Emperador de la
dinastía Shang. Chou Shin fue un gobernante despótico y cruel.
En esa época también vivió un hombre llamado Wên, un erudito estudioso
del I Ching, que gobernaba una pequeña provincia en área remota en el
oeste de la China. Wên regía su gobierno por los principios del I
Ching y era amado y respetado.
Cuando el pueblo finalmente se rebeló contra el tirano Chou Shin, Wên fue llamado a
liderar la insurrección, quien rehusó alegando la necesidad de actuar en el marco de las
leyes. Chou Shin, temeroso del prestigio e influencia de Wên, mandó hacerlo prisionero.
Este último, encarcelado, se mantuvo con vida gracias a su gran popularidad.
Durante
el año de 1143 AC en que estuvo confinado, Wên se dedicó al uso y estudio del I
Ching. En ese entonces existían dos versiones del I Ching - Lien Sah y Gai Tsen.
Durante su reclusión Wên reinterpretó los nombres de los Kua y otras partes del libro.
Él también cambió el orden de los Kua establecido por Fu Hsi, dándoles el ordenamiento
vigente en la actualidad.
En
1122 a.C., el hijo mayor de Wên, Yu, después de denunciar públicamente al Emperador
Chou Shin, se rebeló y depuso al tirano, tornándose rey. El nuevo monarca, para honrar a
su padre, lo homenajeó con el título honorífico de Rey. De esta forma, Wên pasó a la
historia como Rey Wên, pese a nunca haberlo sido de hecho.
Yu
murió pocos años después de tornarse rey, dejando en el trono a su hijo de trece años.
El inexperto joven era obviamente incapaz de gobernar, de modo que el hijo menor de Wên,
de nombre Tan y conocido como Duque Chou, gobernó en su
lugar. Tan, iniciado por su padre en el uso del I Ching, interpretó y registró durante
su reinado el significado de las líneas individuales del I Ching.
Era
el año 1109 a.C. cuando el I Ching cobró la forma bajo la cual se lo conoce hoy
en día. La eficiencia del reinado de Wên y sus hijos fue tan grande que lanzó las bases
para la fundación de su dinastía (Chou), que duró 800 años, siendo la más larga y
prolífica de la historia de China.
El Rey Wên es el marco entre el mito (Fu Shi) y la historia en el I Ching.
Siglos
más tarde (VI a.C.), Confucio entra en contacto con el I Ching.
A él se le atribuye la frase: "Si
tuviera yo algunos años más de vida los dedicaría al estudio del I Ching, y podría
así escapar de muchos y enormes errores".
Se cuenta que Confucio, usuario frecuente del gran libro, tan sólo una vez
reconoció un error de juicio en el oráculo: el libro señalaba al filosofo una falla de
carácter que él era incapaz de reconocer. El
sabio Confucio vivió en la China feudal (550-428 a.C.), y más allá de sus
colaboraciones en libros clásicos como el I Ching, dejó obras que llegaron hasta nuestra
época. Entre las más conocidas están Los
Analectos, La Gran Ciencia y la Doctrina de la Medianía.
Confucio escribió muchos comentarios al I Ching, hoy reproducidos en otros
volúmenes. Tales trabajos, hoy conocidos como las "Diez alas", son considerados
como parte integrante del libro.
En
213 a.C., el emperador Huang Ti, famoso por haber sido el constructor de la Gran Muralla, ordenó una gran quema de libros. Toda la
antigua literatura fue incinerada. Fueron eximidos del fuego únicamente los libros
oraculares, los de medicina y agricultura. De esta forma, el I Ching,
considerado un clásico oracular, quedó a salvo, llegando al presente como el libro más
antiguo conocido por la humanidad.
Una
eminencia occidental, el psicoanalista Carl G.Jung, manifestó públicamente su
creencia en los vaticinios del I Ching (e hizo uso de éste durante toda su vida).
El matemático Leibniz se dedicó a estudiar los hexagramas de Fu Hsi en los cuales
juzgó encontrar similaridades con el sistema binario que había descubierto y que hoy es
usado por los computadores.
Freud
y su grupo condenaban Jung y Reich por su misticismo; sin embargo Abraham, uno de los más
próximos a Freud, estando gravemente enfermo se operó con Fliess, igualmente místico,
quien determinó el día más favorable al acto quirúrgico a través de implausibles
cálculos del ritmo universal, a la manera de un astrólogo.
Muchos
atribuyen valor al Libro; otros tantos lo juzgan un mero libro de adivinaciones. No
importa. Hay muchas formas de ver el I Ching.
Se
puede creer en su valor absoluto, intrínseco; es posible, como Jung, creer que
éste tiene el poder de traer desde la profundidad del inconsciente hacia la superficie de
la mente el dispositivo que nos permite visualizar un problema en sus reales dimensiones y
deducir los medios de tratarlo; o se puede, finalmente, ver el libro en su otra
faceta: no sólo un oráculo sino también un libro de cultura y sabiduría cristalizadas
a lo largo de 40 siglos. Edad por lo menos dos veces mayor que la del gran libro sagrado
occidental: la Biblia.
"El I
Ching no ofrece pruebas ni resultados; no hace alarde de sí, ni es de fácil abordaje.
Como si fuera una parte de la naturaleza, espera hasta que lo descubramos. Aquellos a
quienes no agrade no tienen por qué usarlo, y quien a él se oponga no es obligado a
considerarlo verdadero. Déjenlo tan sólo ir por el mundo en beneficio de otros" - Carl
Gustav Jung -
Como versión "occidental" la tenida como "académica" y más profusamente anotada y analizada (sin perder sus esencia oriental, ya que la traducción y anotación se realizó con la asistencia de eminentes sabios chinos) es la de Richard Wilhelm, recientemente editada en español.
LA FILOSOFÍA DEL I CHING: Ying-Yang.
La
filosofía que se explica aquí, es una versión china de la teoría de la polaridad de la
dualidad que subyace en todas las grandes religiones orientales. Propone un principio
positivo y dinámico, el "Yang", y un principio negativo formal, el
"Yin". Los dos opuestos se complementan y ambos son manifestaciones del
eterno e infinito Tai Chi.
El "Yin-Yang" es una imagen simbólica que se adoptó para explicar la constante transformación cíclica de la naturaleza, que introdujo la idea de los opuestos, el Yin y el Yang. La idea de lo oscuro y de lo luminoso simbolizado por un círculo cuya mitad es blanca y la otra negra conteniendo cada una de las partes un pequeño punto del color de su opuesto. Esto significa que cada vez que una de las fuerzas alcanza su límite contiene en sí misma la semilla de la opuesta. Este símbolo contiene toda la base de la filosofía de China. Poco o nada hay de estático en esta concepción de la vida y del universo en el que la constante transformación caracteriza la fuerza de cada par de opuestos. A partir de la idea del Yin y Yang se desarrolló un complejo sistema de arquetipos cósmicos que conocemos como el I-Ching o Libro de las Mutaciones. |
LOS
HEXAGRAMAS
Las
permutaciones del Yin y el Yang se representan en el I-Ching mediante la interacción de
líneas interrumpidas (- -) en el Yin, y de líneas continuas (--) en el Yang. Se las
utiliza para formar ocho figuras de tres líneas (triagramas), como por ejemplo:
Cielo |
Y | Tierra |
Montaña |
Y | Lago |
Viento |
Y | Trueno |
Fuego |
Y | Agua |
Estas
se permutan para formar 64 figuras de seis líneas, hexagramas.
Al
usar el texto original chino, arropado en un lenguaje simbólico relacionado con el
folklore tradicional, la tarea de interpretación requiere una buena dosis de intuición.
Por ejemplo, el consejo puede ser el de aproximarse a su problema "como se cree que
lo hacen las zorras al cruzar los lagos helados".
El método tradicional de seleccionar un hexagrama es complejo, ya que intervienen cincuenta varillas secas de milenrama, aunque los adivinadores chinos desarrollaron una técnica más sencilla en la que se usan tres monedas. Un método más sencillo aún consiste en usar un dado.
LOS
SESENTA Y CUATRO HEXAGRAMAS
1:
sea audaz, pero no implacable, y todo terminará felizmente y bien.
2:
se necesita un esfuerzo intenso, sin relajación.
3:
si tiene prisa, vaya despacio; solicite la ayuda de otros.
4:
decídase; ha llegado el momento de tomar decisiones. Aprenda de la experiencia.
5:
su éxito quedará asegurado con una combinación de decisión, persistencia y sinceridad.
6: sea cauto; no corra riesgos, y no confíe en la suerte. Sus planes pueden
conducir a un conflicto.
7: una acción bien considerada producirá éxito.
8: debe tratar de dar tanto como toma; elabore otro hexagrama.
9: sea feliz con pequeños éxitos. Sea responsable con los deseos de otras personas.
10: un problema puede superarse con iniciativa y tenacidad.
11: buena fortuna en esta cuestión.
12: las cosas no son lo que parecen; no corra riesgos ni siga el consejo de otros.
13: las cosas terminarán bien si considera los intereses de otros; no aplace
decisiones.
14: busque la ayuda de otros. Prepárese para lo inesperado!
15: conserve la calma, haga lo que le parezca correcto y todo terminará
satisfactoriamente.
16: evite las incomprensiones explicando su punto de vista. Busque ayuda.
17: conténgase o las cosas saldrán mal.
18: la situación es confusa; trate de desenredarla con paciencia. No sea perezoso.
19: una situación mezclada, con fuerzas buenas y malas agitándose; corte de raíz
estas últimas.
20: evite la prisa excesiva; considere cuidadosamente cada factor implicado.
21: emprenda una acción positiva y contundente, y empuje enérgicamente hacia
adelante.
22: aténgase a las reglas; no haga nada que pueda despertar objeciones en los demás.
23: retroceda y permanezca sereno. No haga nada. Momento para la paciencia y la
prudencia.
24: experimente con lo nuevo; evite a toda costa aferrarse a lo viejo.
25: actúe de acuerdo con sus deseos más íntimos. Actúe con espontaneidad.
26: trabaje! Juegue! Sea muy extrovertido. Un momento para gran energía.
27: lleve cuidado! Concéntrese en lo importante, no en trivialidades. No desanime a
otros.
28: momento para el esfuerzo sostenido y planificado.
29: no se comprometa; aténgase a sus principios y las cosas saldrán bien.
30: póngase de acuerdo con la realidad: no puede tenerlo todo.
31: la buena fortuna está con usted, pero evite ser complaciente. No pierda la
corriente!
32: tiempo para aceptar los golpes de la fortuna. Sea humilde, como el junco que se
inclina al viento.
33: es mejor una ordenada retirada e inactividad.
34: la situación terminará bien para usted si hace lo moralmente correcto.
35: controlará la situación si usa su influencia para el bien.
36: no se sienta deprimido; manténgase frío y tranquilo en medio del desorden.
37: tiempo para la lealtad, y para cumplir sus obligaciones.
38: están indicados el compromiso y la buena voluntad.
39: evite las disputas, busque la ayuda de los amigos.
40: tiempo para la audacia, olvidar el pasado y pensar en el futuro.
41: sea prudente, use de su fortaleza interna.
42: sea audaz; haga grandes cambios en su vida, pero tenga en cuenta los intereses de
los demás.
43: sea firme; muestre buena voluntad y no actúe sobre esa base.
44: confíe en su propio juicio; tome sus propias decisiones y actúe sobre esa base.
45: trate de no ser demasiado seguro de sí mismo; busque ayuda y consejo de otros.
46: sea adaptable y esté preparado para pensar y actuar con rapidez, y para aceptar
consejos.
47: una situación muy difícil; sea resistente.
48: trate de comportarse como se esperaría de usted; utilice su fuerza interna.
49: ante una situación que cambia con rapidez, debe estar preparado para cambiar con
ella.
50: la situación no es prometedora; conténgase y no emprenda ninguna acción.
51: abundan las sorpresas, en general desagradables. Reflexione antes de actuar.
52: necesita fortaleza interna; es necesario un autoexamen sereno.
53: evite la precipitación; deje que las cosas se desarrollen a su propio ritmo.
54: no corra riesgos; sea muy prudente, evite ofender.
55: disfrute con lo que suceda. Relájese.
56: nada es seguro en este momento; debe ser paciente.
57: no haga ningún movimiento sin haber considerado antes las implicaciones.
58: sea generoso, tenga en cuenta todas las ideas nuevas, y coopere con los demás.
59: sea cuidadoso, actúe con desinterés. Asegúrese que sus motivaciones son
honradas.
60: se encuentra en una encrucijada importante; acepte cualquier fuerza que se ejerza
sobre sus acciones.
61: no pierda la calma; explique con todo detalle sus acciones.
62: concéntrese en los pequeños problemas; no trate de resolver los grandes.
63: prepárese para lo totalmente inesperado. Saldrá fortalecido.
64: el éxito se deriva de la prudencia; se halla sobre una capa de hielo muy delgada.