1. La biotermodinámica construida provee un bastante buen punto de partida para la tentativa de hallar hipótesis simples para fenómenos complejos, por ejemplo la ley simple del inciso 11.
2. No es frecuente el enfoque de estudiar desde un punto de vista biotermodinámico la operación del cerebro - más bien es un camino poco explorado. En un cierto estado estacionario muy alejado del equilibrio, surgen fluctuaciones del tipo de las que no se atenúan espontaneamente - caos disipativo, o sea, caos con probabilidad no-nula de ser creador. Las otras probabilidades son la de no cambiar o tambien la de llegar al orden entrópico de @oltzmann y deshacerse en fragmentos. Las fluctuaciones del caos, de por sí, crean en un sistema complejo cuya principal actividad es la de cambiarse a sí mismo, la potencialidad de dar respuesta a una alarma o una seudo-alarma. El sistema enfrenta esa potencialidad, amplificando fluctuaciones por alarma, para así entrar en una transición de fase incorporándolas y haciendolas decaer en forma atípica: la respuesta pasa a ser una causa en cascada y el estímulo parece cumplir tambien con el papel de consecuencia. En transicion de fase del desequilibrio, el sistema apto para admitir cambios sobre sí mismo, evoluciona de la manera más apta, dentro de sus potencialidades. En las cercanías de la transición, el sistema complejo tiene una probabilidad no-nula de amplificar la fluctuación, cambiar y con ello absorber la fluctuación. Todo sucede como si las perturbaciones se incorporasen, esclavizadas, al nuevo ordenamiento del sistema complejo, que ellas provocaron. El imperativo termodinámico es el
3. Se ha presentado un modelo básico, el del parecido entre la operación de Intranet con una tarea intelectual superior del cerebro. En una dada Intranet aparecen aulas, en el cerebro A aparecen protomentes. Dicho modelo básico se ha rodeado de un mosaico de modelos, algunos referidos a las aulas y otros referidos a la red y a los dos sistemas operativos para Intranet, inclusive uno para su relación con Internet, que recuerda al cerebro A en contacto con el mundo perceptual externo y el otro para su operación en redes internas, como ocurre en el cerebro B estudiando al cerebro A.
4. Se ha ejemplificado un caso de votación de protomentes en términos de grados de libertad entre ellas y se ha logrado visualizar las diferentes etapas de una tarea intelectual superior, desde la mente distraída hasta la mente relajada e iluminada, pasando por la etapa intermedia de mente excitada. Esto a través de un enfoque biotermodinámico.
5. Se han sacado algunas conclusiones del aspecto de U invertida de la trayectoria de los grados de libertad en función del tiempo necesario para una tarea intelectual superior. Por ejemplo, sus implicancias biotermodinámicas de irreversibilidad.
6. Se ha modelizado el ciclo decisional (Fig 11, Apéndice 9) y la interacción heterogénea entre protomentes, usando para ello una ya clásica teoría unificada de la cognición (Newell).
7. Se ha correlacionado la emoción con el valor de consigna del ciclo decisional. Se han subdivido las emociones en paleo- y en neoemociones, usando como elemento discriminatorio si, respectivamente, ellas no tienen o tienen fundamentos de base cognitiva.
8. Se ha puesto fuerte énfasis en los conceptos de operador de atención y de alarma, ambos desde el punto de vista de resultar (junto con la paleoemoción de la esperanza) fuerzas impulsoras básicas y unificables para tareas cerebrales de toda índole, entre ellas las tareas intelectuales superiores.
9. El principio de Le Chatelier generalizado propuesto en este texto, que no se reproduce en estas conclusiones, visualiza a los sistemas como un espacio para fluctuaciones como agentes y grados de libertad como pacientes. Abarca dos posibilidades, el principio clásico y el generalizado, referido a sistemas adaptados a procesos automodificatorios. Hay varias analogías entre estas dos facetas.
10. En una física "razonable", sin tendencias a llegar al infinito, los sistemas complejos, en hipótesis, tendrían que reaccionar por fluctuaciones cada vez mayores, antes de ser destruídos por ellas. Esa hipótesis se satisface con la dinámica de un sistema complejo replegado sobre sí mismo, donde un estímulo desencadena una cascada de respuestas que son tambien estímulos secuenciales que modifican, inclusive, a la misma capa neuronal donde ingresó ese estímulo. Y así aparecen transiciones que rehacen la acción de un segundo estímulo, repetición del primero. La respuesta ya no es igual.
11. El analista, con estos datos, puede imaginar cumplido el sueño inicial propuesto en este trabajo, el de aplicar un principio de la navaja de Occam, un principio de parsimonia, que explique con mínima longitud para su
12. Los autores se preguntan si las leyes explicatorias del cerebro son un conjunto de leyes biológicas y psicofísicas simples que al interactuar generan la obvia complejidad de la biología en conjunto. Es cierto que la ciencia del cerebro y la psicología nunca podrían tener un desarrollo tan simple como la física o la química, pero la visión global simple quizas pierda solamente algunos detalles sutiles pero menores. Ella podría partir de las siguientes hipótesis:
* una autoorganización del cerebro puede ser biotermodinámicamente barranca
abajo;
* durante la dinámica del voto de protomentes, el parlamento de la mente admitiría una interpretación bioenergética barranca abajo que ya estaría autoorganizada; y |
29.mar.2000 Pulsar tecla de vuelta
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Raúl Barral - Carlos von der Becke: Biotermodinámica del Cerebro - 2000