Definición:
Verónica Medina B.,Raquel Valdés C.
"El electroencefalograma (EEG) es el registro clínico más empleado para la evaluación funcional del cerebro. Es una técnica no invasiva y se emplea desde hace mucho tiempo para la detección rápida de estados disfuncionales del cerebro. El fisiólogo Du Bois Rémond fue el primero en observar en 1848 la aparición de una señal eléctrica durante el paso de un estímulo nervioso periférico. La definición del término electroencefalografía se debe al neuropsiquiatra H. Berger, que fue el primero en efectuar registros en superficie de la actividad eléctrica cerebral en el humano. A lo largo de su investigación describió las características principales del EEG, tal como se interpretan en la actualidad, principalmente en lo que concierne a las variaciones rítmicas sinusoidales asociadas a los distintos niveles de atención. Asimismo, pudo asociar algunas diferencias morfológicas a ciertas patologías y fue el primero en efectuar registros durante crisis epilépticas. Los primeros sistemas de registro del EEG datan de 1940.
Actualmente se puede decir que las señales eléctricas adquiridas en la superficie del cuero cabelludo provienen principalmente de potenciales postsinápticos generados en las uniones sinápticas de las poblaciones neuronales, probablemente neuronas piramidales, orientadas perpendicularmente a la superficie.
En la actualidad la interpretación de los trazos electroencefalográficos requiere de un alto grado de conocimiento y entrenamiento. Para comenzar, el electroencefalografista debe poder distinguir entre una actividad que puede presentar desviaciones reales del trazo, tales como una punta epiléptica, del efecto debido a un artefacto, por ejemplo movimiento o falso contacto de los electrodos."
Haken
La fig 2.10 muestra el EEG de una persona sana en su parte superior y el de un paciente durante un ataque epiléptico. Cada vez son más detallados los análisis de los encefalografistas que, bien entrenados en sutilezas de patrones, logran detectar pistas para las enfermedades mentales, la existencia de tumores, etc. El análisis se vuelve más apasionante y complicado con EEG-multielectrodos. En la fig 2.11 se observan una serie de esos registros de 16 posiciones del cuero cabelludo. Combinando la información espacio-temporal se reconstruyen patrones como los de la fig 2.12. Las sutilezas alcanzan para diferenciar qué tipo de pensamientos tiene una persona, por ejemplo detectando si piensa en cosas abstractas o acontecimientos concretos del mundo externo.