PATRONES DE EVOLUCION DE PLANTAS - En las primeras fases de la
invasión de la tierra firme por parte de las plantas, con el nuevo
habitat despoblado, la densidad de ocupación era baja. En una segunda
fase, se incrementarían localmente tanto el número de individuos como
de especies. En una tercera fase, las plantas más altas obtendrían ventaja
sobre las demás. Por lo que sabemos, las primeras plantas vasculares,
que contienen tejidos internos, xilema y floema y que transportan
fluidos a la vez que soportan verticalmente la estructura, carecían
de hojas y presentaban ejes fotosintéticos que tendían a crecer verticalmente,
sin reforzar con nuevas células el diámetro del eje, con lo cual existía
un límite al máximo crecimiento de ese diámetro. Trazada ya en detalle
la historia evolutiva de un linaje vegetal por paleobotánicos y por
genetistas, les resulta aún muy difícil ofrecer respuestas a ciertas
cuestiones fundamentales: ¿por qué se dan los patrones de evolución
observados¿ ¿Qué proporción de lo que muestra el registro fósil debe
atribuirse al azar y cuál a procesos biológicos y a presiones selectivas,
ambas claramente definidas? Así se podría predecir que las plantas
con patrones de ramificación asociados a una máxima absorción de luz
serán las de mayor éxito (lectura 11). Los cambios en la estructura
o forma que incrementen la capacidad de absorción lumínica conferirán
ventajas comparativas. Pero para competir en eficacia en pos de la
luz y del espacio, las plantas deben desempeñar otras funciones:
* deben evolucionar de manera que las esporas y las semillas se
puedan dispersar mejor, para garantir su buen éxito reproductor,
* deben mantenerse erguidas, soportando las tensiones mecánicas
generadas por el crecimiento vertical.
En los árboles actuales el principal soporte de la carga mecánica
es el tronco leñoso, que continuamente ensancha su grosor con nuevas
capas concéntricas de células. Ese mecanismo no existía en las plantas
primitivas y es posible reconocer cuantitativamente el conflicto que
se suscita entre la exposición de grandes áreas de tejidos fotosintéticos
y el soporte de tensiones mecánicas resultantes cuando hay un límite
al diámetro. Otro conflicto a considerar guarda relación con las sombras
proyectadas sobre plantas vecinas y sobre sí mismas. Hacer sombra
sobre una planta vecina es ventajoso. Quitarse su propia luz no lo
es. Debido a la proyección de sombra del vegetal sobre sí mismo, cualquier
incremento de la talla reduce la eficacia de la captura de la luz. La
planta captura más luz, pero capta menos luz por eje. Sin embargo
la planta grande proyecta sombra sobre las plantas vecinas y sobre
sus esporas, de modo que la tendencia al desarrollo de ejemplares
mayores, si bien perjudica a los ejemplares individuales, confiere
ventajas a la especie. La mera presencia de muchos individuos de la
misma especie puede favorecer tendencias evolutivas que ayuden a la
especie a competir con otras.
Las simulaciones en computadora de todos estos conflictos muestran
tendencias verificables en el registro fósil. Nos aguarda ahora a
los biólogos evolutivos la simulación de requisitos estructurales
tan importantes como la capacidad de las plantas de transportar fluidos
y de disipar calor.
KARL J. NIKLAS, Evolución simulada por ordenador, Investigación
y Ciencia, número 116, mayo 1986, p. 56
Colección de lecturas de Biología- Carlos von der Becke.