Un genoma, o juego completo
de genes, resulta completo, dado que incluye toda la información biológica
heredada por un individuo. Todas las variantes en el genoma que aparecen
dentro de una población, definida como grupo de individuos que tienen
cruces unos con otros, pueden ser estudiadas de la misma forma, de
tal manera que las peculiaridades específicas no necesitan producir
una distorsión en la interpretación de los datos. Los genomas son
fuentes de datos objetivos, dado que presentan evidencia que no ha
sido definida antes del experimento por algun modelo de evolución
particular. Las secuencias de un gen son verificables empiricamente
y no están afectadas por prejuicios teóricos. Al revisar datos de
diversos genomas que se desean relacionar, es incluso posible tratar
de encontrar su origen monofilético o su ancestro común. En teoría,
hay un número muy grande de árboles genealógicos que podrían explicar
cualquier conjunto de datos genéticos. Para reconocer el que sea correcto
con mayor probabilidad, se aplica el principio de la parsimonia (o
navaja de Occam) que requiere que los sujetos estén relacionados de
la forma más sencilla posible. Luego de realizar esto, el árbol hipotético
más eficiente debe ser experimentado por comparación con otros datos
experimentales, para verificar si es consistente con ellos.
Wilson, A.C. y Cann, R.L. - The Recent African Genesis of Humans,
Scientific American, abril 1992, p. 22.
23.feb.2001
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Colección de lecturas de Biología- Carlos von der Becke.