El pensamiento de sentido común no puede evitar el empleo de conceptos que carecen de definición nítida. P. ej., sea el bienestar de un animal. Durante unos pocos minutos, el bienestar se puede definir bastante bien. Pero para responder qué cosas le vendrán bien a un pichón recién salido del huevo durante su primer año de vida, se apela a imprecisiones. La cantidad de nieve, hielo y roca del Monte Everest está mal definida. El hecho clave de un concepto aproximado es que pese a su mala definición, las oraciones que lo involucran siguen siendo bastante bien definidas. Por ej., la oración que afirma que el Monte Everest fue escalado por primera vez en 1953 está bien definida, y su buena capacidad de ser definida no depende de saber bien el concepto aproximado de donde empiezan los límites de esa montaña.
Existen dos formas de encarar un concepto aproximado.
3.nov.2000
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