Si tenemos un conjunto de hechos escritos dentro de una teoría lógica, es deseable que pueda ser modificable por adición de oraciones en lugar de volver a entrar con el lenguaje natural y desde allí arrancar todo desde el principio, sin usar lo ya hecho. Sea el caso del problema de misioneros y caníbales. Una nueva versión o elaboración de ese problema es el de suponer que a ambas márgenes del río hay un remo y que para que el bote pueda cruzar dicho río, una persona necesita un remo pero dos personas necesitan dos remos. Si ya tenemos programado el caso del problema original, es deseable que esa formalización se suplemente con nuevas oraciones para ajustarse a la nueva elaboración. Eso imitaría a lo que se puede hacer con el lenguaje natural. Pero en otros casos hay que reescribir la formalización. Hay entonces diferentes grados en la tolerancia de elaboración. Una formalización del espacio de estados del problema de misioneros y caníbales podría consistir en que cada estado se represente mediante un triplete (m c b) con el número de misioneros, caníbales y botes en la orilla inicial. Esta formalización resulta ser menos "tolerante a la elaboración" que una nueva alternativa usando el formalismo del cálculo de situación en el cual el conjunto de objetos presentes en una dada situación no se ha especificado de antemano. La primera posibilidad de representación necesita cirugía para añadir los remos, mientras que la segunda, recién mencionada, puede implementarse con un mayor número de oraciones - como lo podría hacer una persona. Para satisfacer una buena tolerancia a la elaboración, es un requisito introducirse en un razonamiento no-monótono.
3.nov.2000
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