ADICCION GLOBAL.

"Más de 400000 estadounidenses son arrestados en EEUU cada año por cargos relacionados con la marihuana, más de 400000 estadounidenses mueren por enfermedades relacionadas con el consumo de cigarrillo y más de 150000 estadounidenses mueren por abuso de alcohol cada año pero en más de 10000 años de uso, nadie ha muerto por marihuana."

Notas en la portada del disco "Black Sunday"
d
e Cypress Hill.

Además de algunos países islámicos donde el alcohol es prohibido, hay un modelo general en el mundo: el alcohol y la nicotina son legales, y otras drogas como la heroína, la cocaína y el canabis son ilegales. Es un estado de las cosas bastante particular, pues si hay algo dañino para la salud es la nicotina y el alcohol. Pero ¿cómo ha podido suceder esto? Richard Black ha estado averiguando.

Como tantas otras cosas en nuestro mundo, la prohibición de las drogas comenzó en Estados Unidos. Según el doctor Colin Brewer del centro Stapleford, una clínica para el tratamiento de adict@s en Londres: "Toda la idea de la prohibición fue una invención estadounidense. Y no hubiera pasado si no hubiera sido por la primera guerra mundial pues otros países no estaban tan impresionantemente interesados en la idea de la prohibición. L@s estadounidenses venían sufriendo un fuerte ataque de la ‘ética protestante’ en ese momento –así como de la ética puritana- y querían un mundo apropiado para que pudieran vivir l@s puritan@s"

Así que, a principios de este siglo –no hay una fecha específica ya que todo sucedió gradualmente- Estado Unidos hizo ilegal la heroína y la cocaína. También prohibió el alcohol, por supuesto, una decisión que fue revocada pues demostró ser un espectacular fracaso.

Según Brewer: "No pasó mucho tiempo después de la guerra civil, y después de que l@s esclav@s recién liberad@s se estaban entusiasmando con cosas como la morfina y la cocaína (cuando se hizo popular) y el canabis. Para que apareciera ese espectro de ‘negros enloquecidos por las drogas violando mujeres blancas’, que se puede ver en toda la literatura sobre prohibición en esta época en Estados Unidos. Había también una sensación (no sólo en Estados Unidos) de que al proletariado debía impedírsele emborracharse para que pudiera trabajar eficientemente y mantener a la burguesía cómoda."

Desde entonces Estados Unidos ha predicado el evangelio de la prohibición alrededor del mundo usando la persuasión, la diplomacia y los "premios bien intencionados" de estatus de "privilegiado" o "auxiliado económico" para quienes lo sigan. Pero antes de que esta ética puritana se impusiera, drogas como la cocaína eran bien vistas en las sociedades estadounidense y europea. De hecho, la cocaína era el ingrediente clave de un vino tónico, Vin Mariani, que fue producido en primera instancia en Italia en los 1860s. Vin Mariani recibió inclusive un sello oficial de aprobación... ¡del papa! Bebidas similares tuvieron éxito en Estados Unidos.

La influencia de la era puede aún ser vista en el nombre de la bebida que, según sus fabricantes, es la más popular del mundo, Coca Cola; aunque hoy en día, por supuesto, no contiene coca, la planta de la que se deriva la cocaína. Y el uso de drogas en otras culturas va aún más lejos en el pasado. Según el profesor John Mann de la Universidad de Reading en Inglaterra: "A decir verdad el uso del opio fue mencionado por Homero en La Odisea, lo cual significa retroceder bastante antes de Cristo. El uso del canabis va también bastante antes de Cristo, aunque hay que decir que la planta se usaba más... [de otras maneras] el tallo para hacer sogas y las semillas para hacer el aceite con el que encendían las lámparas en tiempos bíblicos, que para ser fumada en busca de sus efectos eufóricos. A la cocaína se le puede, de hecho, hacer un seguimiento hasta más o menos hasta el año 200 ó 300 de nuestra era, en el sentido de que hojas de la planta que la contiene fueron encontradas en urnas fúnebres de los antepasados de los Incas y los Aztecas".

En algunos lugares de América del sur y central, la coca es todavía usada en su sentido tradicional. Ésta, así como las familiares de otras "drogas duras" modernas, fueron y aún son ingredientes vitales en medicinas tradicionales. Algunas fueron usadas en rituales religiosos o en fundar la base sólida que mantiene unidas a las sociedades. La coca no es la única droga cuyo uso tradicional aún sobrevive; la kava aún es bebida en la Polinesia y el qat mascado y fumado en el cuerno de Africa y en Yemen. La familia de Issledene Mohammed Salem posee una plantación de 4 hectáreas de qat en Yemen. Para más o menos el 70 por ciento de los yemenitas, dice él, el qat es simplemente una parte de la vida diaria: "Eso pasa todos los días. Se empieza al atardecer. Después del trabajo nos sentamos en grupo en un lugar como por ejemplo mi habitación –bastante grande. Yo invito a unos 20 hombres, fumamos nuestras hookas, y todos traen su propio qat, nos sentamos por 2 ó 3 horas y eso es todo. Tiene que ser todos los días."

El qat y la kava han sobrevivido en buena parte porque eran desconocidos en Estados Unidos en momentos en que los estadounidenses estaban ocupados prohibiendo otras drogas. Pero ellos son la excepción. Para la mayor parte del planeta, las drogas de uso normal son la nicotina y el alcohol –lo cual es, dice Colin Brewer, un estado de las cosas bastante extraño- según Brewer:

"Tenemos ahora un curioso sistema de colonialismo farmacológico, en el que las drogas tradicionales –las drogas tribales si se quiere- de occidente o del hombre blanco –el alcohol y la nicotina- no sólo son legales sino fuertemente publicitadas y estimulado su consumo en el tercer mundo. De tal manera que los ya poco privilegiados ciudadanos de los países africanos que tienen una salud paupérrima ahora son estimulados a tener salud aún peor fumando cigarrillos. Mientras tanto las drogas tribales del tercer mundo –canabis, opio y cocaína, por supuesto- fueron y todavía son prohibidas básicamente porque los estadounidenses las desaprueban."

La ilegalidad de las drogas "duras" contribuye de varias maneras a los problemas de salud que crean. Como la compra y el uso tienen lugar en secreto, los adictos corren el riesgo de contraer enfermedades como el SIDA de jeringas sucias. Como no hay reglas que controlen la calidad de las drogas –como las que hay para controlar las bebidas alcohólicas, por ejemplo- es imposible saber si lo que uno compra fue mezclado con otras sustancias, lo cual sucede frecuentemente. Dichas sustancias pueden ser venenosas; y aún si no lo son, el hecho de que haya una mezcla impide saber la fuerza de la sustancia obtenida, incrementando el riesgo de una sobredosis.

Además, la prohibición estimula el uso de formas más adictivas de estas drogas – el crack [y el bazuco] en lugar de la coca, la heroína en lugar del opio, por ejemplo- ya que es interés de los traficantes que controlan el comercio que haya gente con una fuerte adicción. A pesar de todo, solamente los Estados Unidos gastan 30 billones de dólares anualmente luchando contra las drogas, mientras que las compañías estadounidenses ganan billones vendiendo cigarrillos y cerveza en los países subdesarrollados. Así que la actual situación parece destinada a continuar.

Richard Black, periodista de BBC de Londres.

Traducido por:

Ricardo Gómez.

 

 

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