Max Alberto Morales, quien fue vocero político del partido fascista MORENA, y luego, durante la administración de Samper, intermediario entre el gobierno y las AUC, se lanzó como candidato al senado por el Partido Liberal. También anunció su apoyo a Horacio Serpa, el candidato veleta que oscila entre la derecha y la extrema derecha.
En declaraciones a El Espectador, Morales aseguró que las AUC se han profesionalizado y capacitado para contribuir a la solución de los problemas del país y sobre todo para disminuir sus propios errores.
Morales no es el único ex dirigente de MORENA que hace noticia esta semana. Su antiguo jefe de prensa, Manuel Vicente Peña, del cual los medios de comunicación se limitaron a recordar su ridículo pasado hippie, murió hace pocos dias, y fue despedido por personajes de ingrata recordación como los generales Rito Alejo del Río, Mora Rangel y Rafael Samudio, afines a su proyecto fascista.
No podía faltar entre los dolientes uno de sus mejores amigos: Gustavo Arenas, comentarista de música apodado el "doctor Rock", dueño de la discotienda La Rockola y mecenas de los díscolos jovenes nacionalsocialistas (llámense skins o metaleros, lo mismo da).
Por otro lado, Iván Roberto Duque, quien también estuvo en MORENA, aparece ahora trabajando codo a codo con Carlos Castaño Gil, como "encargados del ala política" de las AUC. El Espectador dedicó un extenso artículo a especular sobre las motivaciones que llevaron a una persona con hoja de vida tan brillante a la organización paramilitar.
Como en este país impera la amnesia, a continuación va un breve repaso de la historia reciente del brazo político de los paracos. Afortunadamente para eso existen libros y recortes de prensa que documentan su evolución:
La organización política de los paramilitares colombianos tiene sus orígenes en la ideología del movimiento ultracatólico "Tradición, Familia y Propiedad", que junto con las doctrinas militares impuestas por los EEUU y el poder clientelista del Partido Liberal, encontró su máxima expresión en el modelo del Magdalena Medio.
Una de sus primeras expresiones organizativas fue Acdegam (Asociación Campesina y de Ganaderos del Magdalena Medio), creada por terratenientes y ganaderos en Puerto Boyacá, con el apoyo de la Texas Petroleum Company. Su líder fue Pablo Emilio Guarín, ahijado político del politiquero liberal Jaime Castro (el constituyente que le devolvió el nombre de "Santa Fe" a Bogotá).
Con la primera elección de alcaldes, en 1986, Acdegam montó bases políticas y se alió con los narcos, creando así su poder local, basado en el terror y en las limosnas demagógicas. Los editorialistas de El Tiempo, Plinio Apuleyo Mendoza y Enrique Santos Calderón cubrieron de elogios el modelo político de Puerto Boyacá.
El 6 de agosto de 1989 se fundó el Movimiento de Restauración Nacional (MORENA), surgido de Acdegam. Como tesis principales la agrupación se declaró heredera de la ideología de la TFP, anunció oposición total a cualquier intento de reforma agraria y negativa a cualquier iniciativa de diálogo con los grupos guerrilleros. Proclamó el propósito de aniquilar físicamente (ahora dicen dizque "romper la espalda") a los comunistas, a los sindicalistas y a toda la oposición. Apoyaron al candidato presidencial Hernando Durán Dussan.
Con la campaña para la Asamblea Constituyente, los dirigentes del M-19 (como Ramiro Lucio, reconocido narcotraficante involucrado con los dirigentes cubanos que fueron fusilados por narcotráfico y actividades contrarrevolucionarias) pactaron con los paramilitares del Magdalena Medio para colocar en su lista a un fascista: Augusto Ramírez Moreno, médico personal del jefe sicarial Henry Pérez.
En Córdoba se repitió el modelo del Magdalena Medio. Fidel Castaño "Rambo", ganadero y jefe de paramilitares, creó una Fundación para la Paz en Córdoba (Funpazcord), que repartió demagógicamente unas tierras en el Urabá con el apoyo de la Curia.
En la entrega de esas tierras estuvieron personajes como el constituyente del M-19 Otty Patiño; el líder de "Esperanza, Paz y Libertad" (sector liquidacionista del EPL), Bernardo Gutiérrez; el gobernador de Córdoba, Luciano Pepe Izquierdo; Rodrigo García Caycedo, presidente de los ganaderos de Córdoba; y monseñor Isaías Duarte Cancino, obispo de Urabá.
Se necesitaron 10 años para que las autoridades empezaran a investigar a Funpazcord... ¡Y todavía se sorprenden!