Actualmente, el gobierno nos ha hecho sentir su violencia estatal de varias formas, con los recientes casos de brutalidad policíaca, el robo de dinero a los trabajadores por medio de la sobrefacturación del agua, el aumento al costo de la vida, el ataque a las uniones con la cancelación de convenios y la falta de un aumento salarial decente. Sin embargo, se han generado varios actos de resistencia como las protestas contra la brutalidad policíaca, el campamento en Paseo Caribe, que expuso la hipocresía del gobierno cuando se trata de una comunidad pobre y los intereses de un sector rico, y los aires de una posible huelga de los maestros.
Aquí en la UPR la administración ha aprovechado la reciente ola de incidentes violentos para adelantar su agenda de querer meter a la guardia estatal en el campus y poner cámaras. Esta intención viene acompañada de la idea de reforzar la seguridad no por el bien del estudiantado sino para velar los intereses de la administración. Es una hipocresía que digan ahora que estos eventos preocupan a la comunidad universitaria por que no estamos acostumbrados a ellos, cuando existen las estadísticas que demuestran que esto ha pasado en años anteriores. Hay que aclarar que estos actos deben ser repudiados por toda la comunidad universitaria y debemos de construir una alternativa a la respuesta de la rectora de meter la guardia estatal. Una alternativa a esto podría ser un comité de seguridad de los mismos estudiantes para que se autoprotejan, esto a la vez generaría empleos para los universitarios y romperíamos con la idea de que solo la guardia estatal puede proteger a los ciudadanos, cuando ha sido evidente en los últimos meses, que la policía es aún mas peligrosa que la gente común y corriente por que tienen las armas y la ideología de la institución que los defiende y justifica su brutalidad.
Adicional a esto aún compañeros activistas están siendo sancionados por la lucha en contra de la privatización del teatro. El compañero Waldemiro Vélez fue suspendido de la universidad por su participación en el movimiento estudiantil. Debemos de retomar los trabajos en defensa a estos compañeros y demostrar nuestra solidaridad en la práctica.
Es en este contexto que las ideas de figuras como el Che le hacen sentido a miles de personas en el mundo. Y aunque podamos discrepar de sus métodos y sus estrategias, tenemos que coincidir con su espíritu, con su desprecio por un sistema que puede producir tanta riqueza y tanta pobreza a la vez. Podemos coincidir con su furia, con su voluntad para la acción, y su disposición para sacrificar aun su propia vida en la lucha por construir una sociedad distinta.
Deben ser los hombres y mujeres comunes y corrientes los que se den cuenta, a través del pasar de los eventos, que es posible que tomen el control de sus vidas y construyan, aprendiendo de sus luchas y errores, una sociedad y un mundo distinto en donde la prioridad sean los seres humanos y sus necesidades y no el lucro de una minoría. Debemos continuar luchando y apoyando las pequeñas luchas, para que eventualmente no sean muchas fragmentadas, sino una sola fuerte y organizada.
Muchas gracias