La mosca común, conocida científicamente como Musca Doméstica, que pululan por nuestras casas tienen un ciclo evolutivo que se completa en 10 ó 14 días, aunque si las condiciones son favorables puede llegar a vivir un mes. Al igual que la drosófila o la mosca del vinagre, la mosca común generalmente se aparea durante los cinco primeros días de su existencia, y la hembra puede depositar hasta 2.000 huevos. Algunos de estos dípteros, como la mosca cachipolla, (con perdón), poseen una existencia efímera, y viven 1 ó 2 días, el iempo suficiente para aparearse.
El cuerpo humano está sostenido por exactamente 206 piezas óseas. La mayor parte de ellas se concentran en las extremidades inferiores y superiores -118 huesos-, el cráneo -28, contando los huesos del oído-, las vértebras -26- y las costillas -24-.
El aire que respiramos es más pesado de lo que parece a simple vista, como demuestra el proceso de llenado de una botella de aire comprimido para practicar el deporte del submarinismo. El compresor neumático bombea al interior de la botella de acero, de 15 litros de capacidad a presión atmosférica, un total de 3000 litros de aire, es decir, tres metros cúbicos. La presión del gas alcanza 200 atmósferas o, lo que es lo mismo, unas 200 veces la presión atmosférica normal a nivel del mar. Colocando la botella llena sobre una balanza, se puede comprobrar que ha incrementado su peso en unos cuatro kilos. De ello se deduce que, en condiciones normales, puesto que es preciso recordar que el aire caliente pesa menos que el frío y el húmedo más que el seco, y a una altura equivalente a la del nivel del mar, -a alturas crecientes el aire pesa cada vez menos-, el gas que respiramos pesa 1,3 kilos por metro cúbico o, lo que es lo mismo, 1,3 gramos por litro (el peso exacto es de 1,2928 gramos por decímetro cúbico). Si contamos todas la moléculas de la capa atmosférica que rodea la Tierra, obtendremos un valor de 5.000 billones de toneladas !
Aunque nadie las ha contado, se estima que nuestro cuerpo está formado por la friolera de 100 billones de células, es decir, un uno seguido de 14 ceros. Cada una de ellas contiene una molécula de ADN encerrada en una especie de cofre que es el núcleo celular, salvo los leucocitos o glóbulos rojos, que están huecos para transportar mayor cantidad de oxígeno. Los biólogos estiman que cada día perdemos un total de 440.000 millones de células que inmediatamente son reemplazadas por otras nuevas. Sólo la médula de los huesos fabrica 13 millones de células sanguíneas cada hora. Esto no es así para las células nerviosas o neuronas, que en un principio no se regeneran. Se sabe, por ejemplo, que en una intoxicación etílica o borrachera se pierden para siempre cientos de miles de células del cerebro.
Los astrónomos calculan que en la Vía Láctea, nuestra galaxia, hay más de 100 millones de estrellas de distintos tipos y edades. La mayoría de ellas se encuentran dentro de un disco gigantesco de aproximadamente 100.000 años luz de diámetro (un año luz representa la distancia que recorre un haz luminoso durante un año y equivale a 9.434.880.000 kilómetros). En los días sin luna y cielo despejado, se puede observar la Vía Láctea como una franja ancha y luminosa que cruza el firmamento.
En el cuerpo humano existen dos tipos diferentes de músculos: los estriados y los lisos. Estos últimos, que son los más simples, controlan los movimientos involuntarios, como las contracciones del estómago y la dilatación de las pupilas. Por su parte, los estriados poseen una estructura más compleja y son los que permiten movernos. Además son los que desarrollamos cuando hacemos deporte. Un tipo especial de músculo estriado se encarga de bombear la sangre desde el corazón.
Cuando comenzaron a volar los primeros aviones comerciales, a reacción en la década de los sesenta, los técnicos de mantenimiento descubrieron que las ruedas del tren de aterrizaje sufrían un desgaste mucho mayor que en los aviones de hélice. La tracción y el calor por rozamiento producidos por los aterrizajes y despegues hacían que apenas resistiesen 100 servicios. Hoy en día las técnicas de fabricación y la calidad de los materiales han mejorado sensiblemente, de tal manera que las cubiertas de las ruedas soportan, según la utilización y el tipo de avión, entre 200 y 900 aterrizajes. En los aviones de guerra el desgaste es mayor: soportan entre 50 y 60 aterrizajes. Debido al alto coste de los neumáticos para aviones comerciales, los fabricantes se han especializado en su recauchutado. Este procedimiento viene a costar un tercio menos que el precio de una rueda nueva y puede realizarse hasta 10 veces por unidad.
La cantidad de grasa que contiene el tejido adiposo de nuestro organismo varía de una persona y depende de factores como el sexo, la edad, la actividad física, el estado de salud... En una persona adulta, la proporción de grasa se sitúa entre el 15 o 16% del peso total del cuerpo. Así, por ejemplo un hombre sedentario que pese entre 70 y 80 kilos tendrá entre 11,2 y 12, 8 kilos de grasa. En la mujer estas cifras son sensiblemente superiores.
La verdad que el cálculo real, ni siquiera aproximado, del número de partículas que hay en el universo es imposible, ya que aún no sabemos cómo de grande es el cosmos. Pese a esto, algunos astrofísicos, se han animado a hacer un cálculo aproximado. Para ello parten de que en el universo podría haber cerca de 100.000 millones de galaxias, que tendrían una masa por término medio 100.000 millones de veces mayor que la del Sol. Esto implica que el cosmos tiene materia suficiente para rellenar 10.000 trillones de soles como el nuestro. Se estima que el astro rey pesa 2 x 10^30 kilos, de lo que se deduce que la cantidad de materia universal sería de 2 x 10^49 toneladas. Desglosando esta materia en sus componentes subatómicos, los científicos han calculado que el número total de partículas rondaría los 2,2 x 10^79, es decir 22 tredecillones:
... bonito número !!!
El día 21 de Julio de 1.963, a las 3 horas, 56 minutos y 20 segundos GMT el astronauta norteamericano Neil A. Armstrong puso los pies en la superficie lunar. Debido a que nuestro satélite carece de atmósfera, y por lo tanto no hay vientos ni lluvias, las huellas que dejó el astronauta podrían permanecer intactas durante millones de años. Sólo la caida de micrometeoritos podrían borrarla con el paso del tiempo.