ASESINOS BUSCADOS POR LA SOCIEDAD CIVIL


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JOSE MARIA OLARRA

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JON IDIGORAS

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TASIO ERKIZIA

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KOLDO CASTAÑEDA

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ITZIAR AIZPURUA

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KARLOS RODRIGUEZ

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ANTON MORCILLO

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Desde el día 12 de Julio de 1.997 a las cinco de la tarde, cuando los secuestradores de Miguel Angel Blanco Garrido, apretaron el gatillo con la intención de acabar con su vida, las 21 personas, cuyos rostros tienes ante tus ojos, y que forman la Mesa Nacional de Herri Batasuna junto con Arnaia Bao, Mikel Arregi y Txetxu López de Aberasturi, están salpicados por la sangre de esta víctima inocente. La terrible responsabilidad de haber tratado de destrozar una vida humana, de haber consumado la amenaza contra la sociedad, alcanza no sólo a los autores materiales del probable asesinato, sino también a sus instigadores morales, a quienes pueden ser considerados corifeos intelectuales. Los terroristas no podían consumar su macabra amenaza si no creyeran contar con el respaldo de un sector de la población. En manos de sus portavoces, la dirección de la coalición abertzale, estaba el evitar que se llevara a término el asesinato anunciado; en sus manos estaba pedir a la banda terrorista que no cumpliera su sádico ultimátum. No movieron un dedo. Dejaron transcurrir el plazo de 48 horas dado por ETA La gravedad de su actitud, en este caso, es infinitamente mayor que el silen cio (o la justificación) posterior a acciones crirninales de la banda terrorista (como atentados o secuestros). En este caso, su silencio cuando aún no se había producido el intento de asesinato, cuando cabía la posibilidad de detener el dedo en el gatillo, cuando aún cabía alentar una pequeña esperanza, los convierte automáticamente en responsables por omisión. Tal vez técnicamente no se les pueda acusar ante un tribunal de cooperadores de la bárbara acción de ETA. Pero quedarán señalados de por vida con la mancha de su responsabilidad moral. He aquí sus rostros. La sociedad española y la vasca debe retenerlos y recordar que pudieron evitar una acción criminal y no lo hicieron.


Karmelo Landa, declarada persona non grata por el Parlamento Europeo unánimemente


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