¿A quién podrá sorprender ya una vuelta de tuerca más de ETA? Perdida la razón de ser, su maldad hace mucho que es esencial e intrínseca. A la liberación de un secuestrado por ella, responde con una aplazada ejecución que ha suspendido el hálito de España entera. Ningún procedimiento de la crueldad es nuevo aqui o inesperado: todo es cobarde, desalmado todo, todo despreciable. Como un lobo rabioso se defiende, en soledad, la diabólica banda. Ni una sola persona que esté a su favor o se sienta de su lado, ni una sola -vasca o no vasca- que justifique sus comportamientos es digna de formar parte de ninguna comunidad de raza humana. Española o no: de ninguna.