SAMUEL ARMAS: UN ÍCONO LATINO
El emigrante genio latino es cada día más importante en las sociedades que lo acogen. Y Samuel Armas es el más joven y trascendente entre los héroes que han colmado de honor y legítimo orgullo los blasones hispánicos. Lo cual ha sido confirmado con la admiración con que ha sido recibida la versión televisiva 2007 de su epopeya de 1999 –difundida en el 2007 por la popular serie “Dr. House.”
La saga es la de los padres de Samuel: Julie, enfermera de 27 años y Alex Armas, ingeniero aeronáutico de 28, residentes en Georgia; y su odisea por salvar la vida de su primer hijo. Cuando Julie cumplió 14 semanas de embarazo, una prueba de ultrasonido le reveló que Samuel sufría de "spina bífida" -el síndrome por el cual la columna vertebral en formación no cierra, deja la médula expuesta y afecta seriamente funciones motoras. A los padres se les propuso elegir entre las posibilidades de un aborto eugenésico o tener un hijo con serias discapacidades. Sin embargo, si el síndrome pudiera ser corregido antes que el bebé nazca, se tiene muchas más opciones de curación. La operación intrauterina no implicaría la cura para el niño sino "una gran esperanza".
Los Armas, por su fe, rechazaron la opción del aborto y con entereza se aprestaron a ensayar la novedosa cirugía intrauterina. Buscaron al Dr. Joseph Bruner y su equipo de la Universidad de Vanderbilt. Samuel cumplía 21 semanas de gestación. La operación fue un éxito. Durante ella, los médicos pudieron tratar al bebé sin sacarlo del útero.
La operación desafió a los estados que aplauden que miles de bebés sean abortados a la misma edad en que Samuel fue salvado. "Al practicar operaciones para mejorar la calidad de vida de los concebidos, es difícil justificar una operación que tome sus vidas" - afirma el Dr. Bruner.
La fotografía famosa que muestra el momento en el que Samuel estira su manita desde el interior del útero de su madre para sujetar el dedo índice del Dr. Bruner, debería estremecer la conciencia de cada abortero y de todo aquel que aún duda si el concebido es un paciente, un ser humano, un sujeto de derechos y una persona. La imagen es conmovedora: Samuel, al tomar el dedo del médico, transmite su energía, su fragilidad y su personalidad.
Al octavo mes, los Armas hicieron el feliz anuncio: Samuel nació en perfecto estado de salud, a pesar de las naturales secuelas de su operación intrauterina. No ha desarrollado hidrocefalia, o sobreproducción del fluido cerebral que es una de las complicaciones más comunes de la espina bífida. La última prueba de ultrasonido sobre su cabeza demostró que era prácticamente normal.
"Él es un bebé típico.” Pero la noticia de su épica batalla puso a descubierto que la gran mayoría de los bebés que sufren de espina bífida son abortados. "Nosotros queríamos ayudar a la gente con nuestro testimonio.” La odisea ha tenido otros efectos inmediatos. En California, el caso podría impulsar la iniciativa legislativa para prevenir el dolor en los bebés que son abortados a través de la aplicación de anestesia. El proyecto había sido rechazado por la presión de las poderosas ONGs anti vida. Éstas, no satisfechas con promover el aborto, consideran que proporcionar anestesia a los abortos que se practica anualmente sería muy costoso; e iría generando en el público la conciencia que el niño víctima del aborto es una "persona que sufre." Eso es algo que los abortistas no pueden permitir.
Pese a todo, las imágenes ultrasónicas de las operaciones de aborto son concluyentes pruebas sobre la sensibilidad al dolor de los bebés y de su enérgico instinto de conservación.
En el Perú, las autoridades del sector salud aún insisten en decidir “por consenso” y por “comisión multisectorial” si se debe o no respetar el Derecho a la Vida del concebido. Que pidan la opinión de Samuel, si se atreven; o la de sus padres.
© 2007. RAMIRO VALDIVIA CANO
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