Tal como en la noche en que Herodes inauguró el Día
de los Inocentes, en la prisa por salir volando, algunos gasparines olvidaron
guardar sus sacos amnióticos; otros arrastran sus cordones umbilicales como
colas de cometas sanguinolentos. En estampida galopan al aquelarre de la
venganza de los miles de niños asesinados antes de nacer. Montando veloces
escobas y entre carcajadas, las brujas se mofan de los oscurantistas, cucufatos
y reaccionarios que siguen gritando “moral”, “ética”, “libertad con
responsabilidad”, "educación en valores"; y que se oponen a los
contraceptivos, anticonceptivos y demás abortivos con el insólito (y risible)
argumento que dice que todos los
concebidos tienen derecho a la vida (?).
Encaramadas a torres de TV, postes y semáforos,
otras brujas gimen la matanza de los retoños; ligaduras de trompas, vacunas
antitetánicas y las vasectomías. Pero ya era muy tarde para arrepentimientos
porque, a esa hora, las bandadas de fetos redivivos cruzaban los cielos de
Arequipa. ¿Habría llegado la hora de la verdad?. También se acolleraban los
ejércitos de huacchos que murieron de sida, víctimas del uso mortal que sus
padres hacían de condones, estafados por la propaganda del “sexo seguro con condón”.
Ya se sabe que los ricos venden a los países pobres todos aquellos productos
que sus propios países rechazan por no superar los controles de calidad. Al
llegar a los países pobres, estas sobras son almacenadas, distribuidas y
comercializadas en las peores condiciones. Pero sí gozan -los anti y
contraceptivos- de intensa y costosa publicidad para convencer a niños e
inmaduros que “todo vale” en cuanto a relaciones sexuales, siempre y cuando se
use el condón. Para ellos, la Constitución “ampara” (¿) las relaciones pre-
matrimoniales, extra matrimoniales, etc., etc. Todo lo cual convierte a los
condones en inmejorables propagadores de "libertad sexual" y de
enfermedades venéreas y sida.
Como en la noche del primer Día de los Santos
Inocentes --también conocida como la fiesta del Sexo Libre o La Noche de la
Paternidad irResponsable-- las brujas, borrachas de placer y de bloody marys de
no-natos, aún no advertían el regreso de sus antiguas víctimas, y seguían
alabando el “derecho a elegir” y la libertad sin responsabilidades.
Y los fetos
llegaron al aquelarre saltando de estrella en estrella. Fue ese día, --el
primer 31 de octubre que registra la historia-- que los gasparines y sullos,
ataviados de fantasmas y duendes decidieron tomar por asalto el almacén de
pertrechos de la “planificación familiar” y hacerlo volar con el arsenal de
condones, DIUS, T de cobre, cucharas, fardos de ruda, vacunas antitetánicas y
folletería porno-pseudo-científica; con brujas y todo.