LA
ONU: DIGNIDAD, ÉTICA Y SOLIDARIDAD |
A
las preocupaciones de 1945 sobre Derechos Humanos, se agrega el reto de
la globalización. La humanidad va perdiendo la noción de
una cultura basada en una visión antropológica cristiana;
de una correcta comprensión de la dignidad humana, incompatible
con el relativismo ético; y una solidaridad que realice la unidad
armoniosa de la comunidad internacional. El 24 de octubre de 1945, los
pueblos (no los Estados) del mundo, devastados por las dos guerras mundiales,
emprendieron la tarea de trabajar de consuno para evitar las guerras y
la violación de Derechos Humanos. Con este objeto, crearon la Organización
de Naciones Unidas (ONU). |
La
realidad se presenta muy alejada de esas aspiraciones. Han pasado sólo
60 años y algunos de los organismos de la ONU (OMS, UNICEF) están
explícitamente empeñados en una guerra sin cuartel en contra
del Derecho a la Vida, es el decir, en contra del más importante
de los Derechos Humanos. Esta empresa inhumana, en los últimos
años viene siendo liderada nada menos que por el Fondo para la
Población de la ONU, ahora en manos de personas de activa militancia
anti- vida: La civilización de la muerte. Allí campean el
odio cerril a la maternidad, la familia y el matrimonio; el desprecio
visceral por la fidelidad conyugal, la abstinencia y a la continencia
sexual; y el rechazo a los verdaderos valores. |
En
este ambiente onírico, la Organización Mundial de la Salud
(OMS), organismo de la ONU resulta siendo altamente sospechosa de promover
entre sus países miembros el aborto y la anticoncepción
–especialmente en los países subdesarrollados. Para estos
fines lamentables acaba de recibir 70 millones de dólares de la
ONU y de la UNICEF. Sus lemas difícilmente ocultan su filiación
inhumana: contrarrestar “la falta de conocimiento individual”
y “las barreras religiosas y de género.” |
El
Departamento de Salud Reproductiva (RHR) de la OMS, en su último
informe, llega al delirio de proponer estrategias para promover el aborto,
las cuales serían: “probar la necesidad del aborto legal,
expandir los medios y métodos para abortar; y cambiar las culturas
y leyes nacionales..” (¿?) |
La
OMS se ha trazado una meta: lograr que toda persona mayor de 10 años
tenga acceso a un “completo rango de anticonceptivos; e informar
a las parturientas sobre la anticoncepción.” Esta política
de “sexo libre” se va imponiendo por mecanismos impensables
en la ONU de sus años aurorales. Así, ya no extraña
que funcionarios de los más altos rangos, en países subdesarrollados,
hagan suyas estas políticas y que, en lugar de defender a los más
débiles -el niño por nacer, el enfermo, el anciano y la
mujer- defiendan a las transnacionales, so pretexto de compatibilizar
con las ideologías de moda. El caso de la píldora del día
siguiente (AOE) es flagrante. Este es un producto desarrollado para prevenir
la reproducción de la vida humana. Actúa por inhibición
de la implantación del producto de la concepción, frustrando
el transporte del embrión hacia el útero y su anidación
en el endometrio. Al eliminar el embrión, produce un aborto temprano.
Este efecto es ocultado a la opinión pública. Los funcionarios
públicos cómplices de esta forma de aborto completan el
círculo vicioso al escudarse en las conclusiones dolosas de la
OMS. El efecto abortivo es evidente y está probado científicamente;
pero si hubiese duda; y tratándose de algo tan importante, lo menos
que se podría pedir a la ONU, la OMS y a los funcionarios públicos
es que consideren la primacía del Derecho a la Vida por sobre discutibles
intereses farmacéuticos, monetaristas y/o políticos. (Vea
más en la Página Web: http://www.hazteoir.org). |
No
obstante, la humanidad aún espera que la ONU retorne a los principios
que le dieron vida: El bienestar, los intereses y la dignidad del ser
humano jamás deben ser sometidos a los parámetros de la
factibilidad, el cálculo electoral, la utilidad crematística,
el lucro, ni la productividad. Las políticas nazis jamás
resolverán los problemas derivados de la injusticia e inequidad
en la creación y distribución de la riqueza. |