LA DEMOCRACIA MÁS LONGEVA DEL MUNDO
Hacia 1788, las antiguas trece colonias norteamericanas ya se habían independizado de Inglaterra y forjaron los EE. UU. Ese año aprobaron su Constitución. Desde entonces, la república democrática que establecieron ha perdurado -sujeta y al amparo de tal carta magna, sin interrupciones ni golpes de Estado. La Constitución ha superado 27 enmiendas; y sigue siendo la ley de leyes.
Habiendo optado por la democracia representativa o indirecta, fue necesario establecer sistemas de elección. Hubo restricciones acerca de quiénes tendrían derecho a votar. Originalmente, sólo lo harían los varones mayores de edad que eran propietarios. A comienzos del s. XIX se eliminó el requisito de la propiedad y se estableció bases democráticas más amplias. No se garantizó el derecho al voto femenino sino hasta que se aprobó en 1920 la Enmienda constitucional que lo autorizó. Aunque en algunos Estados, las mujeres ya estuvieron votando desde fines del s. XIX.
Pero, como ocurre hasta en las mejores democracias, el actual sistema electoral norteamericano adolece de graves defectos. Algunos de ellos salieron a la luz en el descalabro electoral de las elecciones presidenciales del año 2000. De la docencia magistral ofrecida por el Dr. Roy G. Saltman en la UCSM, ha quedado un vademécum de tales defectos que ha de servir al mejoramiento de los procedimientos y técnicas electorales; tal como lo plantea el connotado Consultor en su reciente obra THE HISTORY AND POLITICS OF VOTING TECHNOLOGY- In Quest of Integrity and Public Confidence (240 Págs. Ed. Palgrave Macmillan. New York. 2006):
El mayor problema resulta ser la falta de imparcialidad de los funcionarios electorales. Debido a vacíos en la norma, se posibilita que dichos funcionarios sean, a la vez, miembros activos y aún candidatos de los partidos contendientes.
La ausencia de organismos independientes que se encarguen de la verificación y auditoria del proceso y de los resultados. Máxime si la transparencia del software que actualmente se utiliza es objeto de dudas y sospechas.
La anarquía en la elaboración de padrones electorales. Téngase en cuenta que en los EE. UU. nunca ha habido libretas electorales ni DNI. La licencia de conducir es, de facto, el documento que se usa para las elecciones y para todo acto de identificación; lo cual, además de inadecuado, se presta a la discriminación, especialmente, en contra de los pobres y de los ancianos. Pero el establecimiento de un padrón electoral o la adopción de un sistema de identificación se han convertido en un campo de árido debate político, financiero y sobre el derecho fundamental a la privacidad de la persona.
La absoluta carencia de personal que conduzca las Mesas Electorales. Actualmente, se trata de una labor voluntaria que, por lo general, es cubierta por entusiastas jubilados. Las elecciones siempre tienen lugar en día Martes, día de trabajo –lo cual impide que quienes trabajan puedan acudir a servir como miembros de Mesa. Aunque los horarios de votación sean lo suficientemente amplios.
El quinto problema que prioritariamente señala el Dr. Saltman es la enorme variedad en la calidad y en la complejidad de equipos de procesamiento electoral. No existe un Poder Electoral. Por el contrario, cada uno de los 50 estados opera sus propios organismos y técnicas electorales que van desde las más arcaicas hasta las de tecnología de punta de la era de la Informática.
No obstante, el Dr. Saltman deja sentado una premisa básica: Pese a las dificultades que él mismo ha sistematizado, los EE. UU. continúa siendo por más de 200 años ininterrumpidos, una democracia robusta y dinámica. Se precia de gozar de irrestricta libertad de pensamiento y expresión políticos. El gobierno puede ser dura y abiertamente criticado; tal como se aprecia en la actualidad. No hay control gubernamental de los medios de comunicación masiva. Ninguna autoridad dictaría orden de detención por insultar o al gobierno o a los mandatarios. Se puede realizar con libertad protestas públicas no violentas. Esas son muestras de la vitalidad de una sociedad democrática y libre; a despecho de los defectos del sistema electoral.
© 2007. RAMIRO VALDIVIA CANO
www.geocities.com/valdiviacano
1