Entre la Riqueza de la Coca y el Ancestro Indígena.
Que vergonzante y doloroso para nuestro país, Colombia, es el
hecho que las guerrillas, hoy dedicadas en muchas partes del país
a la siembra y procesamiento de la hoja de coca, se ensañen contra
las comunidades indígenas para poder manejar este repudiable negocio.
En su afán de enriquecimiento, cultura del dinero fácil,
las autodenominadas Fuerzas Armadas Comunistas, FARC, y el también
autodenominado Ejército de Liberación Nacional, ELN, no se
detienen en miramientos y escrúpulos y de distintas maneras, para
ver prosperar el negocio de la coca, tratan de destruir o de manipular
las comunidades indígenas que aún existen en este martirizado
país.
Ejemplo de lo anterior, es el caso del Catatumbo territorio situado
en el Nororiente Colombiano, en el departamento de Norte de Santander,
límites con el hermano país Venezuela. Esta región
es una especie de provincia formada por los municipios Tibú, Sardinata,
San Cayetano, Santiago, Puerto Santander, El Zulia, El Tarra y Bucarasica.
Estos municipios forman la cuenca hidrográfica del río Catatumbo,
el cual tiene una extensión de 450 kilómetros en su recorrido;
nace en el municipio de Teorama, extendiéndose hasta el Lago Maracaibo,
por el lado Norte de Ensenadas Aguas Muertas, en territorio Venezolano.
La región es productora de ganado, arroz, maíz, plátano,
y madera de excelente calidad. Además, sus ríos, especialmente
el Catatumbo, navegable para pequeñas embarcaciones, son una importante
fuente pesquera. Esta región fue determinada en 1989 como Parque
Nacional Natural Catatumbo-Barí, con una extensión territorial
de 158.125 kilómetros cuadrados, cuenta con una selva húmeda
de hidrofíticas, donde según los estudios, existen 616 subespecies
de aves y especies en vía de extinción como....
Los indígenas asentados en el Catatumbo están organizados
en la comunidad Motilón-Barí, con una población estimada
de 2.137 habitantes, distribuidos en 16 comunidades, instaladas en la parte
Nororiental del departamento Norte de Santander, sobre la región
conocida como la Motilonia. Se agrupan en dos reservas:
En el municipio de Convención, se hallan las siguientes aldeas:
Ikiakarora,Okbadukayra,Suerena,Brovucanina,Naycadukaira,Akangbarinkaira,Bachindikaira,
Atirind,ikaira,Trindikayra,Korronkayra,Birindikayra,Kantra Kuigday
Kaira, Kiribado Kaira, Siriko Kaira, Soro Kayra y Shubacbarina
En el municipio de la Gabarra se encuentra la reserva Motilón
La Gabarra, con las siguientes aldeas:
Catalaura, Caricacha, Boquira, Bocabouira y Sagbadana
La Resolución No.102, del 28 de Noviembre de 1978, Personería
Jurídica No.001334, del 09 de Octubre de 1978, registrada ante el
Ministerio de Gobierno y la Comisión de Asuntos Indigenistas de
Colombia, le otorgaron su característica de territorio indígena,
por ende, estas comunidades gozan de fuero territorial; su organización
estructural, su cultura, sus creencias y su gobierno, son autóctonos.
Por lo anterior, nadie que no sea indígena de la comunidad Motilón-Barí
tiene derecho a intervenir en sus asuntos, menos por la vía del
engaño y de las armas, para sacar provecho político, ventaja
militar y económica, como lo han hecho, desde 1978, el ELN y las
FARC.
Una historia de intromisión y engaño.
La comunidad indígena Motilón-Barí ha sido afectada
especialmente por el autodenominado Ejército de Liberación
Nacional, ELN, esta historia de intromisión y engaño se remonta
a la época de 1978, a mediados de este año el ELN atravesaba
por una de sus crisis más importantes, su división ideológica
a raíz de las mutuas acusaciones por los fracasos de la Operación
Anorí, la cual se desarrollo entre Marzo de 1973 y Marzo de 1974,
en el municipio de Anorí, perteneciente al departamento de Antioquia,
donde fueron abatidos más de 120 bandoleros; y la falta de recursos
económicos para financiar sus grupos armados, era dos de las principales
dolencias; por esto, sus máximos cabecillas se dieron a la tarea
de buscar otras regiones que, en el futuro, fueran aptas para buscar financiación
económica; desde esa época los guerrilleros ya visualizaban
que el empuje del narcotráfico sería una de las soluciones
a sus problemas.
Pues bien, a mediados de 1978 llegó a la región del Catatumbo
el sujeto MANUEL PEREZ MARTINEZ (a) Poliarco, acompañado del también
“cura” DIEGO CRISTÓBAL URIBE ESCOBAR; de los sujetos el Tío
Ramón, Ciro y un médico conocido como Andrés; se ubicaron
en la región de la Motilonia y empezaron a desarrollar un accionar
organizativo, basado en la ignorancia religiosa y política de los
indígenas. Luego de este trabajo ejecutan, en 1979, un ataque contra
el Puesto de Policía de Convención, correspondiente al departamento
de Norte de Santander, el cual se sitúa hacia el Noroccidente de
este departamento, zona donde tradicionalmente se ha asentado parte de
la comunidad Motilón-Barí; este ataque sirvió a la
agrupación armada para dar a conocer la creación de la cuadrilla
Camilo Torres Restrepo, en memoria del exsacerdote CAMILO TORRES RESTREPO,
quien en 1965 renunció a los oficios religiosos para ingresar como
guerrillero al ELN, dado de baja en la vereda Patio Cemento, municipio
San Vicente de Chucurí, en 1966.
A finales de 1979 o principios de 1980, la cuadrilla creada realiza
su primera reunión y se desplaza hacia el Sur del Cesar, departamento
ubicado hacia el Occidente del Catatumbo, el cual ha sido otra de las regiones
afectadas por el ELN, abandonando la región del Catatumbo por espacio
de un año.
En el transcurso del año que dejan de actuar en el Catatumbo,
el Batallón Santander, Unidad Militar de Infantería, perteneciente
a la Quinta Brigada y ubicada en Ocaña, una de las principales poblaciones
cercanas al río Catatumbo, desarrolla una serie de actividades
de control y Operaciones Militares, aprehendiendo a la gran mayoría
de sujetos de las redes de apoyo, entre ellos a SEGUISMUNDO HERRERA LIZACNO
conocido como Lorenzo, quien era el Profesor de una escuela rural en un
sitio llamado la Isla del Cedro, creada por iniciativa de MANUEL PEREZ
MARTINEZ y DIEGO CRISTOBAL URIBE ESCOBAR. La inactividad del ELN en el
Catatumbo se prolongó hasta finales de 1981, ya para 1982 aparece
en la región una comisión de 15 sujetos, pertenecientes a
la cuadrilla Camilo Torres Restrepo, los cuales retoman su accionar dentro
de las comunidades indígenas. Esta actividad se ejecuta entre 1982
y 1985.
Entre 1981 y 1982, SEGUIZMUNDO HERRERA LIZCANO o Lorenzo, quien
había trabajado como guía del Batallón Santander,
regresó como Profesor pagado por el Magisterio y se instala en la
Escuela Rural de la vereda Langalia, esta vereda pertenece al municipio
de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, se ubica junto
al río Catatumbo, muy cerca de la frontera con Venezuela, pero por
problemas de inconformidad de los campesinos, especialmente de los indígenas,
liquida el contrato con el Magisterio y se traslada para una escuela en
el casco urbano de Tibú, siendo contactado, en 1982, por los cabecillas
de la comisión perteneciente a la cuadrilla Camilo Torres Restrepo,
con la cual inicia una relación directa, especialmente de apoyo
y de entrenamiento guerrillero y político. En 1986 HERRERA LIZCANO
fue llamado para dar inicio a otro proyecto de cuadrilla, junto con los
sujetos conocidos con el remoquete de Parmenio y Ezequiel.
En Marzo de 1987 el proyecto de cuadrilla ejecuta, en el Catatumbo,
una reunión denominada la “primera Bilateral”, a la cual asistieron
los cabecillas de la cuadrilla Libardo Mora Toro del EPL, que por esa época
ya existía en la misma zona. La reunión arrojó como
resultado un acuerdo entre las dos cuadrillas para asaltar los Puestos
de Policía de San Pablo, corregimiento perteneciente a Convención,
departamento de Norte de Santander, situada hacia el Noroccidente de la
capital, Cúcuta; y Convención (NS), situada en la misma zona
que San Pablo, con lo cual dieron a conocer a la luz pública la
cuadrilla con el nombre de Carlos Armando Cacua Guerrero, que desde entonces
ha sido la cuadrilla que mayormente afecta el territorio indígena
de los Motilón-Barí.
A partir del asalto a los puestos de Policía señalados,
los tres cabecillas organizaron tres comisiones: Z3, Z5 y Z6, la primera
fue ubicada en las regiones conocidas como la Quinta del Cedro, Caño
Cotiza, la vereda Angalia, la Esperanza, la vereda el Tochi, Boca de Ceru;
la vereda el Carmen y la vereda San Martín, zona adyacente al río
Catatumbo. La segunda fue situada en las regiones distinguidas como el
Carmen, el Aserrío, El Paso, La Cecilia y San Pablo. La tercera
inicia su actividad delictiva en Trinidad, Cartagenita, Miraflores, El
Guamal, y todas las veredas alrededor de Convención.
Luego de un corto accionar de asentamiento de las comisiones, los cabecillas
de la nueva cuadrilla replantearon su actividad y organizan la región
por zonas:
La zona Norte con dos comisión, una llamada Primero de Mayo,
dirigida por Nelson y la otra denominada “Comandante Cesar”, dirigida
por Camilo; estas dos comisiones se asentaron en Ocaña, Convención,
Cartagenita, Miraflores y la Trinidad, pertenecientes a la misma región
del Catatumbo.
La zona Central comprendida por San Pablo, Hato Frío, Teorama,
San Calixto, El Paso, La Cecilia y el Tarra, donde se situó una
comisión denominada RAMON CONTRERAS, bajo la responsabilidad de
Miguel y Pedro.
La zona Noroccidental, comprendió las regiones de Hacarí,
la Playa, Mesa Rica, Sinchos, San José del Tarra, donde se asentó
la comisión “Compañera Oneida”, con la responsabilidad de
Robinson y Andrés.
La zona Sur comprendía Filo Gringo, Orú, Tibú,
áreas cercanas al río Catatumbo; Campo Dos, Campo Giles,
Petrolea, la que hoy en día es la región donde más
cultivos de hoja existe. En esta zona actuaban dos comisiones, la 16 de
Mayo, con 12 sujetos, dirigidos por La Mona Guisela y otra comisión
llamada OSMAIRA CUELLAR, con 7 sujetos, dirigida por Héctor y Ernesto.
El 8 de Junio de 1989 fue aprehendido SEGIZMUNDO HERRERA LIZCANO o Lorenzo,
principal cabecilla de la cuadrilla Carlos Armando Cacua Guerrero, en un
retén instalado por tropas de la Quinta Brigada, en el Zulia (NS),
municipio perteneciente al departamento Norte de Santander y situado cerca
a Cúcuta, capital, en límites con Venezuela.
El Secuestro del Filántropo BRUCE OLSON.
El 24 de Octubre de 1988 la cuadrilla secuestró, en el sitio
SAPHADANA, Bocas de un caño denominado Tomas, corregimiento la Pista,
municipio Tibú (NS), territorio indígena, al ciudadano Canadiense
BRUCE OLSON, cuando se desplazaba con un grupo de indígenas por
el río Oro, aguas abajo, hacia la cooperativa Motilón Barí.
Este ciudadano pertenecía al Instituto Lingüístico de
Verano. Estaba desarrollando una labor de organización, salud, educación
y estudio de la comunidad indígena Motilón-Barí; actividades
con las cuales había traído mucho bienestar a esta comunidad.
El comportamiento de BRUCE OLSON con la comunidad indígena le valió
un hondo aprecio, respeto y estimación, hasta el punto de llegarlo
a considerar como uno más de la comunidad indígena.
El ciudadano Canadiense fue conducido por los bandoleros de la cuadrilla
Carlos Armando Cacua Guerrero, del ELN, pese a las protestas de la comunidad
indígena, hacia los campamentos principales; sometiéndolo
a agotadoras caminatas, a las inclemencias del tiempo y a la constante
amenaza de muerte. Estuvo por espacio de ocho meses en los campamentos
cercanos al río Catatumbo, en poder de los guerrilleros, de donde
fue trasladado a otro campamento ubicado sobre la serranía de Tibú,
donde se encontró con el Ingeniero, CRISTO NAVARRO, de la compañía
INGESER, quien también había sido secuestrado por la cuadrilla
el 8 de Marzo de 1989.
El 19 de Julio de 1989, BRUCE OLSON, fue sacado hasta Tibú, después
de haber caminado por muchas horas, luego llevado a la población
de Ureña, Venezuela, donde fue liberado, por presión política
nacional e internacional, ya que la consigna del ELN era asesinarlo.
Control Económico, Narcotráfico y Tráfico
de Armas.
Desde la época del secuestro de BRUCE OLSON, 1988, el ELN ha
tenido la intención de controlar, mediante la intimidación
de las armas, todo el manejo económico del Catatumbo, pues sabía
perfectamente que su posición fronteriza le garantizaría,
en el futuro mediano, convertirlo en polo de producción de coca
y zona o corredor para el tráfico de armas traídas desde
Nicaragua, por el lago Maracaibo y el río Catatumbo. Para ganar
ese control económico el ELN orientó el desarrollo de un
plan para organizar cooperativas e infiltrar a FINANCIACOOP, ente que rige
o regula el aspecto jurídico y económico del sistema cooperativo
en Colombia, a través de la conformación de cooperativas
que tuviesen Personería Jurídica, cada cooperativa, según
el plan, debía estar integrada por 8 o 9 personas de sus redes de
colaboradores, con un ahorro de 300 mil pesos por persona, que sería
la base para que FINANCIACOOP les prestara entre 8 y 9 millones de pesos.
El proyecto del ELN estaba considerado para que las cooperativas se afiliaran
a ASOBARIC o a COBARIC, cooperativas netamente de origen indígena,
pues mediante éstas le sería fácil tener el control
del intercambio comercial.
Antes del secuestro del Filántropo, BRUCE OLSON, el ELN le había
planteado que trabajara para esta agrupación armada, en el proyecto
de cooperativas, pero de manera clandestina; para esto el ELN le dijo que
podían simular una expulsión del país, saliendo realmente
y regresando de manera clandestina por Venezuela, para trabajar dos años
en el proyecto, luego volvería a salir y pediría su regreso
al país de manera legal. Como BRUCE OLSON se negó a esta
patraña la organización armada decidió secuestrarlo
y asesinarlo.
Otro aspecto que se conoció luego de la liberación de
BRUCE OLSON, fue que en esa época de 1988, el ELN estaba interesado
en la conformación de un “corredor” para el tráfico de armas
procedentes de Venezuela, esta actividad estaba siendo dirigida por un
sujeto conocido como Andrés y la primera acción sería
la introducción de 60 fusiles Fall, situados en una finca de un
sujeto apodado el Guajiro, parte Nororiental de una Base Militar Venezolana,
ubicada entre los sitios Santa Cecilia y Campo Alegre.
El Narcotráfico en el Catatumbo ha crecido al Ritmo
del ELN.
Luego de la liberación de BRUCE OLSON, el ELN ha incrementado
sus grupos en la región del Catatumbo, de 150 sujetos que existían
en 1989, hoy sobrepasan los 400 individuos. Paralelamente, como efecto
del accionar delictivo del ELN y de las FARC, la región se ha convertido
en un importante polo de cultivo de hoja de coca y producción de
cocaína. Según estudios parciales las tierras cultivadas
con esta planta sobrepasan las 30 mil hectáreas, existen grandes
y pequeños laboratorios para el procesamiento del alcaloide, el
cual es sacado al exterior por la ruta del Lago de Maracaibo. La producción
de coca pura en la actualidad sobrepasa los dos mil kilos semanales, de
los cuales la guerrilla recibe 60 mil pesos por kilo. Indiscutiblemente
es una gran entrada económica para las agrupaciones guerrilleras.
Son tan importante las ganancias económicas que el ELN extrae del
narcotráfico en el Catatumbo que sus principales cabecillas, NICOLAS
RODRIGUEZ BAUTUISTA, alias Gabino, y ARLINTO ELIECER ACOSTA CHAMORRO, alias
Antonio García, se trasladaron desde el Sur de Bolívar a
esta región, para poder controlar su “gallina de los huevos de oro”.
Los dos principales municipios donde existe la mayor cantidad de cultivos
son Tibú y el Tarra, desde las cabeceras del río Catatumbo
hasta territorio Venezolano, tomando como marco de referencia la serranía
de los Motilones y la serranía de Tibú. Es una tierra muy
rica en vegetales, por la poca explotación en cultivos su capa vegetal
está casi intacta; esto permite que la hoja de coca sea abundante
y de excelente calidad.
Grannobles, el Verdugo de los Indigenistas Americanos, Pactando sobre
Narcotráfico en el Catatumbo.
Un guerrillero de la cuadrilla Carlos Armando Cacua Guerrero, a quien
denominaremos “El Maderero”, quien se desertó, en uno de sus comentarios
decía: “es tan productiva la región del Catatumbo que mucha
gente ha llegado procedente de San José del Guaviare y del Caquetá”,
zonas que tradicionalmente han sido las de mayor cultivo y procesamiento
de hoja de coca, en otra charla decía: “cada ocho días,
regularmente los días Sábado y Domingo, los narcotraficantes
procedentes de Cúcuta y Venezuela se ubican en un caserío
denominado Barrancas, pequeño caserío perteneciente al municipio
de Tibú, ubicado cerca al río Catatumbo y a la frontera con
Venezuela, llevan consigo 200, 300 o 400 millones de pesos para comprar
cocaína. Decía igualmente: “las actividades normales como
la explotación maderera a la cual yo me dedicaba, la agricultura
y la ganadería, ya no existen, la guerrilla prácticamente
las prohibió, a los campesinos nos ha tocado dedicarnos a raspar
hoja de coca, pero eso a mi no me agrada, por eso me deserté”
El Maderero también dijo: después que se conoció
que las FARC habían asesinado a los tres indigenistas Americanos,
el sujeto GERMAN BRICEÑO SUAREZ, conocido como GRANNOBLES, cabecilla
de la 10 cuadrilla de las FARC, llegó a la región,
estuvo en un campamento central junto con cabecillas del ELN, reunió
a muchos moradores de la zona, incluyéndome, nos dijo que se había
venido del departamento del Arauca, (departamento colombiano, ubicado hacia
el Nororiente, sobre la frontera con Venezuela, donde actúa la cuadrilla
10 de las FARC), porque los gringos lo estaban buscando por haber ordenado
el ajusticiamiento de tres americanos, que estaban entrometiéndose
en algunas actividades que las FARC adelanta en territorio de los indios
Uwa (esta comunidad indígena habita un territorio en la parte norte
del departamento de Boyacá). También nos manifestó
que todos los raspadores de hoja de coca tenían, en adelante, que
atenerse a las orientaciones de la guerrilla para poder desarrollar esta
actividad”.
Cuestión de Ubicación Geográfica.
La ubicación geográfica del Catatumbo y el incremento
inusitado del cultivo de hoja de coca y el procesamiento de la misma, hace
de esta región un polo muy importante para los planes delictivos
de las agrupaciones guerrilleras, especialmente las FARC y el ELN, están
dispuestas a ganar su control, pues saben muy bien que lográndolo
se fortalecerán económica y militarmente.
Particular y económicamente el ELN considera el Catatumbo como
su área de retaguardia nacional No.2, representa una región
sumamente importante para los planes de desarrollo subversivo de esta agrupación,
pues sabe perfectamente que para el comercio de narcóticos y la
introducción de armas ofrece las siguientes características:
* Su condición fronteriza garantiza la penetración de
recursos bélicos, comunicaciones y logística desde Venezuela,
utilizando los ríos San Miguel, Suroeste, río oro y el Catatumbo.
Además, la proximidad del territorio Venezolano permite a los grupos
guerrilleros y narcotraficantes evadir el efecto de las Operaciones Militares.
* Los fueros territoriales de que gozan las comunidades indígenas
Motilón Barí, permiten a la agrupación la construcción
de áreas campamentarias, donde son instalados los laboratorios para
el procesamiento de la hoja de coca.
* La existencia de grandes extensiones de selva permite a los guerrilleros
y narcotraficantes la siembra de muchos cultivos de hoja de coca, los cuales
camuflan por debajo de la vegetación, haciéndose casi imposible
su observación desde el aire y la fumigación aérea.
* La proximidad del Catatumbo a la frontera Colombo-Venezolana permite
a los guerrilleros el intercambio de coca por armas, las cuales son traídas
del exterior, especialmente de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, por
el lago Maracaibo.
Igual que en tiempo de la conquista y la colonia española, unas
personas inescrupulosas se aprovechan de las comunidades indígenas,
con la diferencia que hoy en día no son extranjeros los que avasallan
nuestros aborígenes, sino propios colombianos ansiosos de poder
y riquezas; con la diferencia que hoy esos invasores no van en busca del
Dorado, sino tras el lucrativo negocio de la coca.
Hoy como en tiempos pasados nuestros indígenas son desposeídos
de sus territorios, de sus familias, de sus costumbres y de sus pertenencias
por malandrines que desconocen el valor de sus antepasados y que ni siquiera
alcanzan a adivinar lo que significa para el nativo el sol, las aguas,
las selvas y sus especies. Los indígenas Motilón y Barí
tienen derecho a su autonomía, tienen derecho a su territorio, tienen
derecho a vivir sin el influjo del siniestro vicio y negocio de los narcóticos.
Deben saber los guerrilleros del ELN y de las FARC que desde su interior
esos nativos les están diciendo fuera de aquí intrusos, no
profanen la sabiduría de los dioses.