El equipo que dirige Willy Duarte remontó los tres goles que traía de renta el Barcelos y aún le endosó dos más en lo que fue una tarde festiva en el Palacio de los Deportes de Riazor.
Seis mil espectadores disfrutaron de cincuenta intensos minutos de hockey en los que hubo tiempo para todo: ilusión, esperanza, desesperación, nervios, polémica y la explosión festiva final que puso el broche de oro al espectáculo.
Los coruñeses no lo tenían fácil. Enfrente estaba uno de los mejores conjuntos del continente, con nombres ilustres en su plantilla: Guilherme Silva, Crudeli, Sergio Silva, los hermanos Bertolucci, Galdeano... Estrellas del hockey portugués, europeo y mundial. Pero, a diferencia del encuentro de hace una semana en Portugal, el cuadro gallego ayer jugó con cabeza. Conscientes de que tres goles en hockey no son una ventaja excesivamente amplia, los verdiblancos jugaron con tranquilidad la bola y sin precipitarse a la hora de lanzar a portería.
Por su parte, el Barcelos llegó a Riazor con un planteamiento claramente defensivo. En los prirneros 25 minutos no tiró una sola vez a puerta y además no consiguió contragolpear, su especialidad.
De esta forma, teniendo controlado el ritmo del partido, el Liceo ya tenía bastante ganado y simplemente era cuestión de seguir por los mismos cauces. Un gol de Calero a los siete minutos daba además pie a la confianza.
No obstante, el primer tiempo transcurrió sin excesivas oportunidades. Con la excepción de una contra de Monserrat, que se quedó solo ante Guilherme Silva y no pudo marcar, el Liceo no conseguía crear demasiado peligro y las pocas veces que lo lograba, allí estaba el meta internacional luso para lucirse.
Con este corto resultado se llegó al descanso y la segunda parte no pudo comenzar mejor. Cuando sólo se llevaba disputado un minuto, Raúl Monserrat echaba mano de su genialidad y anotaba el segundo. La proeza se palpaba y el Palacio se volcó con los suyos.
Pese a los dos tantos de desventaja, el Barcelos no reaccionaba. El conjunto de José Fernandes no estaba dispuesto a salir de su pista y. Canalda seguía sin trabajo.
Y cuando un equipo renuncia al ataque y basa su estrategia en defenderse, lo normal es que tenga un despiste y encaje otro tanto, como sucedió, gracias a otro acierto de Monserrat y la colaboración de Sergio Silva.
El Liceo Airtel había conseguido empatar la eliminatoria y el cuadro luso seguía sin reaccionar, aunque empezaba a disponer de alguna ocasión, que Canalda desbarataba con extraordinarias intervenciones.
Sólo había que esperar, porque el cuarto se veía venir. Y fue a base de garra verdiblanca como Salinas hacía lo que parecía imposible, dándole la vuelta a la eliminatoria.
Con la afición entregada y el Liceo jugando cómo en las grandes ocasiones, Monserrat se encargaría de poner la guinda con el quinto. Faltaban siete minutos y medio para el final y los portugueses se veían impotentes.
Ello fue aprovechado por los hombres de Duarte para disfrutar del partido, cosa que hasta el momento no habían podido hacer. Sólo era cuestión de tener cuidado atrás y dejar pasar los minutos.
Y así sucedió, el Liceo escondió la bola, el tiempo transcurrió y A Coruña celebró un nuevo título internacional, el decimocuarto.
Banquillo: Roi Otero, Boqui Pueyo, Juan Copa, Josep Sellas y Josep Lamas.
Hockey Club Barcelos: Guilherme Silva, Sergio Silva, Roberto Crudeli, Alessandro Bertolucci y Mirko Bertolucci -cinco inicial-, Luis Viana, Ricardo Santos y Daniel Galdeano.
Banquillo: Vitor Silva, Veloso, Luis Viana, Ricardo Santos y Daniel Galdeano.
Árbitro: Bortolussi Italia.
Cancha: Palacio de los Deportes de Riazor.
Entrada: Seis mil espectadores.
Incidencias: Encuentro corresnondiente a la vuelta de la final de la Copa de la CERS. El presidente del Comité Europeo de Hockey, el portugués Carlos Senna hizo entrega del trofeo al Liceo.
Gol | Minuto | Jugador |
---|---|---|
1-0 | 7 | Calero |
2-0 | 26 | Monserrat |
3-0 | 33 | Monserrat |
4-0 | 38 | Salinas |
5-0 | 43 | Monserrat |