Con un claro y sonoro 3-0 se fueron ambos equipos al vestuario. Un Reus menor, menor que en los partidos de ida y de vuelta de la Supercopa de Europa apenas ponía en apuros a un Liceo que ahogaba en defensa las escasas acometidas catalanas y que movía la bola con gran rapidez en ataque. Los verdiblancos eran los únicos que habían salido a buscar su recompensa y la encontraron a los 10 minutos con un gol de Jordi Bargalló.
El tanto trajo de la mano una rebaja en la ofensiva liceísta y un pequeño abandono de la racanería en ataque por la que los rojinegros habían apostado desde el principio. Pero ni con esas. A los 18 minutos, Carlos López marcaba de forma magistral un penalti que había provocado.
El segundo tanto noqueó al Reus que se vio contra las cuerdas hasta el final de la primera parte. Jordi Bargalló mandó una bola al palo nada más subir el segundo gol, pero a falta de tres minutos colocaba el 3-0. El liderato parecía estar asegurado.
Pero no era así. De forma paralela se estaba jugando otro partido y sus protagonistas no llevaban stick. A los cinco minutos del arranque, Carlos López ya había visto la tarjeta azul tras dos amarillas inexplicables. A falta de cuatro para el final de la primera parte, enfilaba el camino del vestuario con una tarjeta roja, por otra falta leve. Dos minutos después, Jordi Bargalló recibía la azul. Y Lamas, de paisano. En una primera parte de guante blanco, el Liceo había visto siete amarillas, dos azules y una roja.
Tras el descanso, el Reus salió del vestuario a morder y el Liceo parecía que todavía seguía allí. A los dos minutos, Gual recortaba distancias. Sin Carlos López y sin Lamas, las rotaciones de Carlos Gil eran escasas. Y se agravaron más, cuando a los ocho minutos Marc Fuentes recibía otra azul tras fingir un rival una agresión. La sibilina actuación arbitral empezaba a dar sus frutos. Ante la escasez de efectivos, el técnico liceísta tuvo que tirar de Bonilla y Gende. Aguantaron un poco pero a los 15 minutos, Jordi García acortaba distancias. Tocaba sufrir.
Fue entonces cuando el Liceo se puso el traje de líder. Volvieron Salinas y Fuentes que estaban viendo la remontada en el banquillo y el equipo verdiblanco empezó a tener la posesión de la bola que la había perdido desde la tarjeta azul de Fuentes. Los locales parecían controlar el partido, pero los árbitros no habían dicho su última palabra. En otra decisión incomprensible, Jordi Bargalló se quedaba sin jugar los últimos cinco minutos al ver la tarjeta roja. Sin Lamas, Carlos López y Bargalló la empresa se antojaba complicada. Pero el Liceo seguía vestido de líder. Cuando más achuchaba el Reus, Fuentes, a un excelente nivel todo el encuentro, frenaba la reacción catalana. Aún tuvo el Reus una gran ocasión para marcar, pero Jordi López detuvo por dos veces un penalti que sólo los árbitros vieron. Los últimos cinco minutos fueron interminables. Los visitantes acribillaron la portería liceísta con 17 lanzamientos que 10 fueron entre los tres palos y que el portero liceísta, otra vez determinante, detuvo con su maestría habitual. El Liceo había llegado a la cima de la Liga y como un líder había sabido defender su territorio con uñas y dientes.
Reus Deportiu: Vadillo, Jordi Garcia, Caldú, Pereira, Teixido -cinco inicial- Sabater, Toni Sánches y Marc Gual.
Arbitros: Vidal (Cataluña) y Pérez Madrid.
Incidencias: Partido atrasado correspondiente a la segunda jornada de la OK Liga, disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor ante unos 400 espectadores.
Gol | Minuto | Jugador |
---|---|---|
1-0 | 10 | Jordi Bargalló |
2-0 | 18 | Carlos López (P) |
3-0 | 22 | Jordi Bargalló |
3-1 | 27 | Gual |
3-2 | 40 | Jordi García |
4-2 | 46 | Marc Fuentes |