Fue el tercer partido consecutivo que suma el Liceo Vodafone sin perder. Y eso hay que celebrarlo, porque el Reus es rival de altura. Lo demostró en cuanto pisó el parqué, plegado por delante de Trabal, el portero menos batido de la OK Liga, e incesante por rachas en la presión cerca de la zona central de la pista. Vigila de cerca y a distancia y construye un muro que suele derribarse por casualidad. Así empató más tarde el Liceo.
Antes padeció los sufrimientos que repite este curso partido tras partido. Bombardeó el marco contrario sin dar en la diana. En los primeros cuatro minutos ya había lanzado seis veces entre los tres palos y Trabal se había lucido con tres paradas. Pasado ese tiempo se atrevió a disparar el Reus. Fue este tiro el preámbulo a minutos de circulación sin profundidad, los que apagaron un poco el ritmo hasta que el Reus armó una veloz contra que cerró Caldú en gol a pase de Gual. Tuvo más el Reus tras su premio, pero el palo despejó un lanzamiento de Toni Sánchez a la media vuelta. En la respuesta inmediata Lamas encontró a Trabal para despejar la mejor ocasión para el empate.
A la vuelta del descanso, despertó mejor el Liceo, pero el argentino Pablo Álvarez, debutante ayer en Riazor (a domicilio ya había rodado), malogró dos francas acciones por alto y bajo solo ante Trabal. El acoso liceísta cesó, y creció, por contra, el del Reus, mediante lanzados contraataques sobre todo, con mucho peligro. No le ayudaron los palos, porque a ellos envió la bola Toni Sánchez en un penalti y Caldú en hábil jugada. En el 40 acertó Jordi García por un costado: 0-2.
Y a partir de ahí, nació el mejor Liceo. De inmediato, Pablo Álvarez desvió un tiro lejano de Francesc Bargalló y empujó la bola a la red. El siguiente y último intento claro del Reus lo abortó Jordi López bajo los palos y en el minuto 44 entre Lamas y de nuevo Pablo Álvarez establecieron el empate en un barullo en el área (el árbitro le atribuyó el tanto al capitán). El Reus cayó en los nervios y Jordi Bargalló en una falta directa, Josama en velocidad y Francesc desde lejos acariciaron la remontada completa. Pero el 2-2 es buen marcador.
El conjunto coruñés empató ante el Reus porque no supo salir a la pista como debía. El duelo empezó como si las cosas no fueran con los coruñeses, demasiado apáticos para medirse a uno de los mejores equipos de la OK Liga.
Eso lo aprovechó Caldú en el minuto 12 para poner por delante a los jugadores de Jordi Camps. Gol en el casillero y defensa a ultranza. Por algo, la escuadra tarraconense es la menos batida de la división de honor del hockey rodado nacional.
Y el 0-1 permaneció en el marcador durante muchos minutos. A diez del final, Jordi García puso el segundo en el electrónico y parecía que sentenciaba el duelo. Pero salió la raza del Liceo, poco después Pablo Álvarez redujo diferencias y dio el impulso al equipo que precisaba. A partir de ese momento, la pista del Palacio de los Deportes se convirtió en un frontón, en el que el Liceo atacaba sin cesar y el Reus se defendía. El empate se produjo y los coruñeses siguieron cargando con todo contra la meta de un Guillem Trabal que demostró su categoría.
El meta y la extraordinaria defensa numantina exhibida en los últimos instantes por los jugadores del Reus Deportivo impidieron que el Liceo, que jugó mucho en los últimos minutos, le diera la vuelta a un partido que tenía en contra y en el que el punto cosechado casi le sabe a victoria a los jugadores de Carlos Gil.
Reus Deportiu: Trabal, García, Teixidó, Toni Sánchez, Caldú -cinco inicial-, Gual y Sabater.
Arbitros: Garrote y Sanz. Mostraron tarjetas azules por acumulación a Gual y Teixidó.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimonovena jornada de la OK Liga, disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor ante unos 500 espectadores.
Gol | Minuto | Jugador |
---|---|---|
0-1 | 12 | Caldú |
0-2 | 40 | Jordi García |
1-2 | 41 | Francesc Bargalló |
2-2 | 44 | Pablo Alvarez |