A pesar de todos estos ingredientes, el partido de ayer tuvo alguna jugada destacada. En el minuto 6 Francesc Bargalló lanzó un penalti que paró Nicoletti. Después de unos minutos sin mucha historia, en el 14 llegaba el primer y único gol local, a cargo de Jordi Bargalló, en un lanzamiento de falta directa. Después llegaron algunas ocasiones sin mucha fuerza de los canarios, que Jordi López supo repeler con acierto. Y sin mucho más entusiasmo transcurrió una primera parte bastante aburrida.
La segunda fue algo más animada, con un Tenerife más atacante que trataba de buscar el empate, aunque no llegó a crear verdaderas jugadas de peligro. El Liceo trató de aprovechar la torpeza del visitante, y el que más ahínco puso fue Josep Lamas con dos excelentes tiros, que desgraciadamente terminaron golpeando en el palo. Gende, Josama y Burgoa también sacaron la garra, pero sin final feliz. El gol de Dolce a falta de tres minutos dejaba el choque en tablas.
Los liceístas tuvieron constancia en sus avances e hicieron trabajar al portero rival, el italiano Nicoletti, que abortó un lanzamiento de penalti de quien más inspirado se mostraba en el Liceo a bola parado, Francesc Bargalló. No hizo menos el Tenerife, que respondió a los herculinos con otro ataque de inmediato y probó en numerosas ocasiones la agilidad de Jordi López bajo los palos.
Como ni uno ni otro concluían con éxito sus llegadas al área contraria, fue en la estrategia como llegó el primer tanto en el minuto 14. Fue Jordi, no Francesc, Bargalló quien mandó a la red la bola al finalizar una falta directa. Poco después, Josep Lamas tuvo en su stick el segundo para el Liceo, pero apuntó al pecho del portero rival.
De vuelta a la pista tras el descanso, de nuevo Lamas no acertó en un smash junto a la meta de Nicoletti. El capitán liceísta completó su infortunio con un disparo raso que avanzó bajo el cuerpo del portero y chocó contra un palo. Merecía más el Liceo en esos instantes, aunque los robos de bola del Tenerife eran el origen de contras venenosas.
También eran rápidos los verdiblancos -ayer vestidos con una atractiva camiseta roja- en las triangulaciones de sus contragolpes, pero todas murieron en el cuerpo del portero o a ambos lados del marco. La noche gafe de Lamas se cerró con su segundo disparo al hierro de la portería del Tenerife. Allí reclamó gol Martinell cuando la bola quedó atrapada bajo el cuerpo del meta y a un lado indefinido de la línea.
Como el Liceo no supo sentenciar, el Tenerife tampoco quiso perdonar y en el minuto 47 Dolce orientó un control magistral para batir en un letal mano a mano a Jordi Lopez. Un minuto después, Burgoa se encariñó también con otro palo de la portería tinerfeña. Nada. Ni siquiera los canarios aprovecharon su mejor ocasión para ganar a falta de veinte segundos para el final. Rondó la desgracia. Hay poco gol en el Liceo, otra carencia de un equipo aún dudoso.
CP Tenerife: Eddy Nicoletti, Manuel Sánchez, Jordi Creus, Osvaldo Raed, Ricardo Ares -cinco inicial-, Moisés Escudero, Francesco Dolce, Gerard Illa.
Arbitros: A. López y J. Aragonés, de la Federación Catalana.
Incidencias: Partido de la octava jornada de la OK Liga, disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor, ante unos 500 espectadores.
Gol | Minuto | Jugador |
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1-0 | 14 | Jordi Bargalló |
1-1 | 47 | Francesco Dolce |