Estadio Los primeros partidos de Boca eran jugados en terrenos baldíos. Al ir creciendo en popularidad, se vieron los fundadores en la obligación de ocuparse del tema. En la Dársena Sur se ocupó un terreno en la manzana delimitada por las calles Pedro de Mendoza, Colorado, Sengüel (hoy Benito Pérez Galdós) y Gaboto. Aquí se jugó dos años, hasta que llegó el momento de afiliarse a la Asociación y el hecho de no contar con baños y vestuarios provocó el desalojo. La nueva búsqueda termina en la Isla Demarchi (foto 1), donde utilizó tres canchas en los cuatro años que van de 1908 a 1912. Al año siguiente Boca logra el ascenso a Primera División y debe otra vez mudarse, disputando su primer campeonato en primera sin un estadio propio: era local en la cancha de Estudiantes de Buenos Aires. Al mismo tiempo llega el ofrecimiento de un socio para alquilar un terreno en Wilde por $ 200 (cifra por demás barata para la época) por el término de 10 años (foto 2). Los dirigentes aceptaron la propuesta, pero alejado de sus raíces, Boca pierde 1.200 de los 1.500 socios que tenía. Este hecho es determinante para replantear la situación y conseguir un terreno en Ministro Brin y Sengüel, la Boca. Aquí se inaugura el nuevo estadio en mayo de 1916, pero tras las quejas del dueño del predio llega otro desalojo. El peregrinaje de Boca llega a su fin en 1923, cuando aterriza en Brandsen y Del Crucero. Levanta las tribunas de madera (foto 3) que precedieron a la Bombonera, cuya construcción comenzó en 1938, inaugurándose el 25 de mayo de 1940. Tras nueve años comenzaron las obras para levantar la tercer bandeja (foto 4). Desde 1953 hasta 1996 no sufrió modificaciones. En enero de ese año se demolió la parte de los palcos con la torre para dar paso a unas nuevas plateas con palcos VIP. |
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