Diego lo gritó con el alma


El más grande festejó como si él hubiera jugado la final.

Diego explotó antes de que el Patrón Bermúdez pateara su penal. Fue cuando Palermo metió el suyo. Ahí, Maradona ya se sentía campeón: pegó un salto, cerró los puños y después se abrazó con Guillote Coppola en medio de una cabina del Morumbí. Los gritos del 10 taparon las voces de Juan Pablo Varsky y Sebastián Vignolo, los periodistas de PSN, la empresa que contrató al Pelusa para que comentara la finalísima. "íQue se termine ya!", pidió apenas empezó la serie de penales. "Ojo con Córdoba porque lo conoce a Asprilla", recordó antes de que el Uno atajara el tiro. "íCómo sufrí, hermano, por favor!", se quejó al final. Diego fue un hincha más suelto en Brasil.


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