8 de julio de 1990
Esta era una de las carreras mas cortas de la Copa Catalana de Montaña
20 kms y con uno de los desniveles mas alto, 1600 metros, y nos
encontrábamos tratando de dormir en la "Sala Polivalent" de la
población catalano/francesa de Fontpedrosa. A las 7 de la mañana, 3kms
de subida en coche hasta el pequeño pueblo de Prats de Balaguer, donde
nos dieron la salida a las 8, empezando con un desayuno de una subida
increíblemente empinada y por la que era difícil correr y de mas o
menos 2 kms de larga... solo era el principio, mientras te acercas al
Pic del Gallinás, te encuentras de nuevo con otra ascensión de mas de
5 kms, en la que se deja de correr para subir apoyando las manos a
cada paso en la rodilla correspondiente.
Después de casi 10 Kms de ascensión, se llega a la enorme tartera que
forman las dos montañas del Gallinás y el Redón, que se ha de
ascender por cada una de ellas saltando de piedra en piedra y a una
velocidad de vértigo que quedó cortada en seco al ver bajar a un
francés chorreando sangre de una brecha en medio de la frente.
Ya de bajada del Redón, me informa amablemente un ayudante de la
carrera, de que también se ha de ascender al Gallinás, y aquí me
tienes temeroso y a trote cochinero tratando de llegar a la cima.
Ahora viene lo fácil, pensé, 5 kms de bajada, una pista forestal, un
prado con ortigas (que se tenía que atravesar), un lago artificial,
acelero nuevamente y doy con mis huesos en el suelo... una de las
situaciones mas fáciles que puedes encontrar en las carreras de
montaña
Todo ello en unas 2h 25´ aproximadamente, en las que se solía llegar
totalmente derrotado a la meta, pero que se veían justamente
recompensadas por el olor de las butifarras, la paella, el queso
y las nectarinas con las que nos "obsequiaron" los franceses (50
francos de 1990).
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