17 de diciembre de 2006
Pasamos la noche el el refugio de la "cabana de la Pleta del Prat", al
que accedemos por la carretera de Llavorsi, Lladorre y Tavascán y,
desde esta última población, desviándonos por la pista de asfalto que
bordea el río Tavascán.
A la mañana siguiente, sobre las ocho, iniciamos la ascensión por el
barranco de la Coma del Forn, estrecho y algo escarpado, en dirección
oeste. Este barranco tiene, en su lado sur, varios muros construidos
con enormes rocas que protegen el refugio y las pistas de esqui aleda-
ñas, de los grandes aludes que se producen tan frecuentemente en esta
zona.
La temperatura ronda los 0º y el torrente se ha congelado en muchos
lugares, formandose unos bonitos tempanos de hielo en varias de las
cascadas que nos acompañan. Este año no ha nevado como otros y eso
hace que sea más difícil ascender a través de un palmo de nieve fofa
que oculta los agujeros, sin tener la suficiente fuerza para sustentar
nuestro peso.
El desnivel del terreno se acentua aun más y, poco a poco, va apare-
ciendo ante nosotros la magnífica imagen de la Coma del Forn. Hemos de
acercarnos a su collado, aunque no es necesario llegar hasta él. Su
puntiaguda cima contrasta con la oculta cima del Ventolau, al que
hemos de acceder desviándonos hacia el norte, antes de llegar al
collado antes citado, ascendiendo por su ladera sur. El desnivel sigue
siendo importante pero no encontramos ningún lugar aéreo o similar que
pueda preocuparnos lo más mínimo.
La cima del Ventolau es amplia y coronada con un gran cairn. Desde
este lugar las vistas son inmejorables y alcanzamos a distinguir el
Aneto, los Besiberri y otros picos; aunque los 6 ó 7º bajo cero hacen
que decidamos dejar de recrearnos con todas las cimas nevadas que nos
rodean, iniciando poco después de la fotos de rigor, la vuelta.
El descenso lo realizamos por el mismo lugar... llegando al refugio
siete horas después de haber salido.
Mapa recomendado, Alpina: Pica d'Estats
Rafa Montoliu
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