Mis palabras suenan vacías
para tus oídos ocultos.
Ya sé que amar es dejar en libertad de acción,
ojalá actuaras más cerca de mí.

Pero tu libertad es lejana,
tanto que te escondes en las inmensidades
de tus micromundos herméticos
y no puedo tocar tus celulas adormecidas.

Apenas sonámbulo, te mueves rápidamente para ganarle segundos al tiempo.

Pareces figura de arcilla,
engendrada de las piedras nortinas,
machacadas por las manos gruesas
de un inca errante
                                     S. León

1