Asintomática

Amanece
para morir un poco más.
La sentencia fue dictada,
y mi cuerpo lo sabe,
pero mi espíritu
se angustia cada vez que cae un día.

Preparo mi mortaja
todas las tardes,
esperando el momento
de tenderme suavemente
en el lecho de los difuntos.

Pero hasta la muerte
se olvidó de mí
y me quedo aguardando aquí
sentada en la  víspera
de mi deceso....

S. León

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