Cuando ya no escuches mis palabras o ellas sean como un eco hecho de viento.
Cuando retomes de nuevo tu camino y las estrellas guíen tu destino igual que guía la brújula a un velero.
Cuando esta hoja se pose ante tus ojos desprendida del árbol de los sueños.
Y nos digamos adiós amigo mío, hasta el próximo encuentro.
Llévame en tu corazón como un latido, como un recuerdo dulce, un sentimiento.
Llévame en tu corazón y habré logrado estar unido a ti en el Tiempo Eterno.