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Los
escándalos públicos están a la orden del día.
Ayer, La Razón denunció la francachela en el PRONAA;
hoy, Correo denuncia el nepotismo en el caso Saraí. Exagerando
la cosa, se podría decir que en los ámbitos del gobierno
toledista se produce un escándalo político por día.
No pueden recibir otro calificativo semejantes hechos. En el primero,
tal como lo presentó el diario citado y fue diufndido después
ampliamente por la prensa nacional, directivos de aquella institución
encarggada de la manutención de los comedores familiares, entre
otras obligaciones, sus directivos celebraron el Día del Padre
entre las piernas de una troupe de calatas.
Pero, el asunto no termina ahí, sino que fue denunciado, pero
tres meses después. O sea que cuántos escándalos
andarán interesadamente escondidos por ahi. Otra cosa: no es
un enemigo del gobierno el que lo denuncia, no es alguien que quiere
desestabilizar la democracia, como se dice ahora en una frase de plena
actualidad, sino que lo ha hecho un congresista de las filas del mismo
Perú Posible, partido del gobierno. Claro, hay que aplaudir
y apoyar al valiente congresista Wilmer Rengijo, máxime cuando
ahora lo están amenazando de muerte política.
El otro escándalo no es de menor cuantía. Es tan grave
como el anterior. Se trata de que la hija del vocal supremo, José
Silva Vallejo, ha sido contratada por PetroPerú ganando cerca
de 4 mil soles mensuales.
Lo cual no sería pecado si es que que Silva Vallejo no fuera
el vocal que favoreció al presidente Toledo en el caso saraí.
El fue quien impidiò que éste se realizara las pruebas
del ADN con lo cual se olearía y sacramentaría la paternidad
de Toledo respecto a Saraí.
Correo publica las caras de los dos angelitos: La hermosa Maria Silva
y el calvo magistrado Silva. Ella aparece mirando dulcemente y él,
con violencia que se le sale por los ojos, muy amargo por haber aparecido
en primera página del diario citado.
Tal como se informa: "Silva Vallejo, presidente de la Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema de Justicia, declaró fundada
la queja de casación -dejar sin efecto un dictamen anterior-
interpuesta por la abogada de Alejandro Toledo Manrique, la doctora
Leyva Cavero, dejando en susenso la prueba del ADN".
Recurso jurídico, "absolutamente legal" que permitió
que el presidente de la República siguiera burlándose
de la justicia, pero sobre todo, manteniendo manchada su personalidad
ética.
Ultimamente la señora Eliane Karp, declaró publicamente
que en el caso Saraí ella aceptaría las determinaciones
de su esposo. ¿Qué espera el presidnete Toledo para
hacerse el ADN o reconocer a Saraí sin someterse a esa prueba
irrefutable, si ya tiene luz verde?. ¿Por qué no aprovecha
el esguince?.
Con toda seguridad, el dia que lo haga, subirá de golpe 8 o
10 puntos en su alicaído raitng y no seguir jugando al sube
y baja, puntito por puntito, todos los dias.
Bien. Dos escándalos al hilo y mientras tanto, todo bien, gracias.
Claro, ha caído Modesto Julca, pero él no era sino un
modesto empleado de la repartición pública. Quien debe
renunciar también es la ministra de la Mujer Ana María
Romero. Por lo menos, políticamente está obligada a
renunciar.
Final, final: para el fiscal Silva, luz roja; para la niña
Saraí, luz verde. Ahora, sí, ya debe ser reconocida.
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