Día de la Madre: Domingo patético

 

Al abrir los ojos, el Día de la Madre, lo primero que hice fue recordar a mi madre Zarela que dicen murió hace tal vez una decena de años. Para mí, sigue viva, tanto que jamas he ido a visitarla al Cementerio donde dicen que reposan sus restos mortales. Su recuerdo, mientras pasa el tiempo, se ascendra, se vivifica más en mi corazón antes que en mi memoria, tales son mis éticas.

Después, durante el día, vi algunos programas informativos en television local. Todos fueron o me parecieron patéticos. Este es un resumen de los que más se me ha grabado:

CISNEROS vs. LUCAR: En el set, Claudia Cisneros y Nicolás Lúcar. Por supuesto que, bien maquillada la entrevistadora, es muy agradable, pero por dentro me pareció impasable, periodísticamente hablando. Esto desde mi punto de vista. Repetidora de la misma monserga, la Cisneros se empecinó en hacer que Lúcar doblara el pico ante su interrogatorio no implacable sino grosero, pues, pretendía que el pobre Lúcar aceptara a como diera lugar las acusaciones que le hacía. El set pareció un juzgado de guerra donde un juez interroga a un sujero acusado de robo y sus preguntas a los descargos no lo convencieran y entonces, el juez repite, pero tú eres el ladrón; no, no soy; sí, tú eres el ladron; no, señor juez, cuando yo puedo probar...; pero, no, porque tú eres el ladrón. Antiético desde el ángulo periodístico. Esa escena, es lícita y obligatoria en un juzgado pero no en un set televisivo. Lo que la señora Cisneros tiene qué hacer es preguntar y preguntar, pero no acusar y acusar, pretender pero no exigir una confesión de parte. El inmoral de Montesinos, a la congresista Townsend la dejó plantada cuando ésta intento interrogarlo. A Montesinos no se le dio la gana de hablar así estuviera frente a una congresista. Yo, de Lúcar, aún con todo el peso de culpa que lleva encima por haber cometido graves errores dentológicos, le habría pedido que mejor se fuera a lavar pañales. La señora Cisneros cree que ser buen periodista es hacer el papel de policía grosero, de interrogador y todavía, implacable, fundamentalista. No es así. Por lo general, eso hacen los periodistas que quieren fabricarse una imagen de perdonavidas, aquellos que de todos modos pretenden impresionar al público televidente para que algún despistado diga, qué bárbaro, qué gran periodista, cómo lo acorroló, etc.; y, eso, no creo sea lo más recomendable. Explicar el asunto desde el punto de vista ético que corresponde al periodismo sería una larga tarea donde lo importante sería deslindar el dilema de veracidad-verdad que es el terreno donde cojea Lúcar. Pero, nada más. De allí a presentasrlo como si fuera un delincuente me parece propio de la envidía, de la mezquindad, de la falta de altruísmo. Todo patético, los dos, entrevistadora y entrevistado.

TOLEDO vs. TOLEDO: El presidente, otra vez mal recomendado por sus asesores, se dirigió al país por televisiòn a amedrentar a quienes han de salir a las calles el proximo martes 14 a protestar contra su gobierno. Un discurso patético, en cadena, pronunciado con su conocida voz engolada, gutural, de doblaje, payasesca y hasta medio norteamericanizada y no acabana como debería ser. A querer convencernos de que su gobierno está haciendo bien las cosas, que el malo de la película es el pueblo, porque no lo comprende. "Vengo a decirles... que este gobierno no se va a dejar chantajear...etc., dijo luego en un especie de amenaza, de fuerza moral cuando eso es lo que le falta; manotazos de ahogado. Ha dejado avanzar el cáncer de la pobreza y ahora quiere tapar el sol con un dedo. Su discurso no va a atemorizar a quienes se han decidido a protestar a voz en cuello contra el caos que vive el país. Lo único que debió recomendar Toledo es que la protesta sea civilizada, como se espera que lo sea, que no haya desmanes, que en las calles el mundo vea cómo el descontento es masivo en el Perú, cómo su gobierno es impopular. Dijo que en 9 meses no se les puede dar trabajo a todos los desempleados, pero si se los dio y manos llenas, empezando por él que se fijó 18 mil dólares de sueldo mensual, y a sus asesores que ganan en un mes lo que un obrero no gana en un año. Pobre discurso el del presidente Toledo, patético, patético.

LUCAR vs. MORENO: Lúcar patético también tratando de acomodar su discurso para que digan que no es tan malo como lo pintan, tratando de contradecir a Moreno y Barrera, y meditizar el paro, acusándolo de obedecer a consignas ideológicas, marxista; medio tratando de confirmar que el paro será comunista porque los –entrevistados en ese isntante- comunistas convictor y confesos, atizan la violencia, porque para su praxis el poder nace del fusil. Aparte de que Lúcar fue comunista de los llamados despectivamente "troskos" (recordar la foto donde se le ve llevando a hombros a Hugo Blanco de uno de sus días de auge) y ahora no lo es; de todos modos, lo único que debio hacer es preguntarles los líderes de Patria Roja cual era su responsabilidad en la organización del paro, cuál su comportamiento cuando éste se realice, hasta dónde evitarán que no haya desbordes vandálicos que podría degenerar en violencias malgina. Y punto. ¿Para qué más?. A barreda, Lúcar no lo dejó decir ni esta boca es mía. Patéticos.

DIEZ CANSECO vs.VALENZUELA: Patéticos ambos. Cecilia Valenzuela se dejó atragantar por Raúl Diez Canseco que la apabulló con un discurso cargado de cifras y movidas de muñeca ante la desconcertada sonrisa esteoreotipada de la entrevistadora. Nunca la vi tan desarmada la famosa Ceci hasta el extremo de no haberle podido preguntar nada solo, contudente irrebatible; hay tanto como para fabricar una torre de televisión. Diez Canseco actuó como sofista a la perfección. Algunos de nosotros podemos chuparnos el dedo, pero el pueblo, las grandes mayorías que ahora son el 80 por ciento del país no habría aceptado sus afrimaciones, habría seguido rechazando la política de olvido, inhumana del presidente Toledo. Ni las gestiones ante los los Chicarc, los Bush, los Aznar, ni los ofrecimiento al aire, ni nada, podrá convencer a nadie de que Toledo incumplió su palabra, o mejor dicho, o en otras palabras, no debió ofrecer tanto a sabiendas de que no podía hacer tanto tan rápido como uno se imaginaba. Si el hubiera dicho que sólo iba a dar 5, nadie estaría reclamandole 10. Así de fácil. Pero, todavía, él no ofreció 10 sino 15. Ahora, que pague las consecuencias.

FERRERO vs.VALENZUELA: Nunca me imaginé ver a Carlos Ferrero intentar ineficazmente disfrazar la realidadad por la que atraviesa el Congreso de la República, ingobernable circence e inocuo, incapaz hasta de darnos un Defensor del Pueblo que tanto se precisa y como era su obligación impostergable. La Valenzuela pretendió paseaarse con lo de las anfitrionas, pero otra vez, el espadachin Ferrero se la comió viva. Y sobre el asunto, bien, perfecto que las haya. Pero eso en un país que no atraviesa por una crisis como la nuestra. No somos un páis boyante ni el Congreso es el Partenón ni el Museo de Louvre. No recuerdo haber visto jamás anfitrionas en el Palacio de la Sisi austriaca ni el Capitolio. ¿Qué de histórico, de bello, de singular, puede mostrar el Congreso de la Repúblicaa los turistas para que se de el lujo de tener anfitrionas?. Y todavía ganado sueldos exhorbitantes para el situación de pobreza en que vive el resto. Ganan casi 6 mil soles mensuales cada una cuando, -como dijo Ismael Leon, recién expectorado del Congreso- hay viejos empleados que no ganan ni la quinta parte de ese sueldo. Y, encima, contratan a Patricia Riera, una españolita que gana más de 20 mil soles mensales para hacer ¿qué tarea, doctor Carlos Ferrero?. Y ¿acaso, no hay muchachas peruanas tan bonitas e inteligentes como la señorita Riera que puedan haber ocupado su lugar?. ¿No considera el presidente del Congreso que primero debe preocuparse por darles trabajo a las peruanas antes que a las extranjereas?. Lo cual no sería criticado por nadie porque en nuestro país no se ejerce la xenofobia como en otros países, digamos, España, Argentina y Chile, el colmo, contra los peruanos. Pero, chilenos son consejeros del presidente y periodistas argentinos llenas las redacciones locales. Salvo contadas excepciones, aquí hay tan buenos o mejores profesionales como en cualquier país del mundo. Patético antinacionalismo de Carlos Ferrero, quien, frente a Chichi Valenzuela salió ganando y se comió solo su plato de ocopa a la arequipeña.

DOMINGO PATETICO: Total, un Día de la Madre patético. Y desesperante. En el programa de Lúcar se pasó un reportaje sobre tres o cuatro madres que viven en la periferia urbana limeña, en la más completa miseria. Cada caso, delirante, provocador. Temas propicios para las plumas de Victor Hugo u Honorato de Balzac. Historias de vidas dramáticas hasta las lágrimas, teatro, no con escenarios de utilería sino de la realidad propia de un país donde la calidad de humanismo se ha ido perdiendo sin tregua. Y así, mientras en el PNUD criollo del entorno palaciego, un grupo de peruanos gana en dólares un equivalente a más de 20 mil soles mensuales, en los cerros de San Cosme o de Huaycán, las madres comen las sobras de lo que vara la ciudad, es decir, basura. Borges tenía razón cuando decía que la vida de cualquier compadrito de la calle podría servir como excelente argumento para escribir una pieza teatral shakespearana. El Perú, Lima del domingo 12 de mayo de 2002, superó a la sugerencia de Borges, ofreció un espectáculo dramático, patético, un banquete propicio para los dioses de la tragedia griega.

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