Infancia
DRAGON
Los niños del Dragón causan gran desconforto y ansiedad a los padres y profesores que todavía creen en la eficacia de la obediencia instantánea y sin demostraciones. La personalidad de estos niños debería ser estudiada cuidadosamente y ellos tratados con mucho tacto. Nunca deben ser forzados ni contrariados, puesto que son muy excitables y enojones, y tan obstinados que la violencia solamente les consigue enfurecer. También no se les debe contestar cuando están enojadas, porque para ellos un duelo de palabras es siempre un placer y positivamente no admiten derrota en ellos. La disciplina mas eficaz es dejarlos enteramente a solas hasta que se calmen los nervios y entonces raciocinar con ellos bondadosamente. Les gusta hacer preguntas, son inquietas, curiosas y están siempre hurgueteando todo. Raramente se sienten satisfechas cuando no están destruyendo algo y eso se debe al poderoso espíritu constructivo de su naturaleza. Tienen gran necesidad de recibir aplausos y elogios, pero como se encuentran expuestas a la contaminación del egoísmo, se dan mucha valía personal, por lo que se les debe desanimar de hablar de si mismas. Son naturalmente estudiosos y ambicionan figurar como el primero de la clase siempre. Piensan rápidamente y hacen todo apresuradamente. Están siempre a la espera de apuntar las deficiencias de aquellos que no poseen una actividad mental tan intensa como la suya. Tienen muy poca paciencia y también tienen poca resistencia física. Debe permitírsele hacer sus tareas de la forma como mejor les apetezca.
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