Esta linda joven dejó atrás
las noticias de "El pulso" y aceptó la propuesta
de "Seamos concretos'; programa político de Megavisión
que coanima con Gregorio Amunátegui. Proveniente de familia
de vascos, confidencia que su hermana Begoña - quien padece
síndrome ' de Down- es un ángel que ha marcado de
manera especial su vida.
Transcurrido un par de meses desde su ingreso á Megavisión,
la joven reflexiona: "Necesitaba trabajar en algo que me
permitiera aponar más como periodista".
Es dulce y sencilla Maritxu Sangróniz.
Parece que su corta y exitosa carrera televisiva no ha cambiado
un ápice su carácter calmado, pero no por eso es
débil.
Es más, afirma que sigue siendo la misma hija regalona
de siempre: amiga de sus amigas y una excelente compañía
a la hora de salir a algún pub. "La verdad, es que
descanso saliendo", cuenta, abriendo sus inmensos y chispeantes
ojos.
Periodista egresada de la Universidad Gabriela Mistral, su carrera
ha sido rápida. Comenzó a trabajar en la producción
del espacio periodístico "Mira quién habla",
del canal Rock & Pop. Al poco tiempo, fue llamada a conducir
el noticiario "El pulso", en reemplazo de Consuelo Saavedra.
En eso estaba cuando recibió otra oferta. Esta vez de Megavisión.
La idea era coanimar, junto a Gregorio Amunátegui, cl programa
político "Seamos concretos". Luego de pensarlo
bastante y de consultar a sus más cercanos, aceptó
embarcarse en este desafío.
Transcurrido un par de meses de haber dado este importante paso
en su carrera, ella reflexiona: "Necesitaba trabajar en algo
que me permitiera aportar más como periodista. En `El pulso'
sólo me remitía a leer lo qué escribían
otros", señala.
Proveniente de una familia de origen vasco, Maritxu ha heredado
una gran fuerza y pasión para lograr cada meta que se impone.
Perseverante, es de aquellas que no duda en luchar por lo que
crece. "En mi casa somos " achoclonados " , cada
uno con su tema y todos de carácter fuerte... ¡Si
hasta la `nana' tiene su genio!", dice, soltando una gran
carcajada.
Su familia - según Maritxu, similar a la de los "Locos
Adams"- está compuesta por sus padres, Nemesio y María
Cristina, y sus hermanos Begoña (25) quien padece del síndrome
de Down, Viviana (18) y Juan Ignacio ( 12). "Con Begoña
tengo una cercanía espiritual que trasciende lo cotidiano",
cuenta orgullosa.
UNA FUERTE SENSIBLE
¿Se han cumplido sus expectativas en "Seamos concretos"?
Sí, me he sentido muy cómoda
en el programa. Me ha servido mucho el tener un contacto previo
con los invitados. El toparme con ellos durante el maquillaje,
en los pasillos, hace que esos personajes se vuelvan más
cercanos, y eso me relaja.
¿Cómo se han complementado con Gregorio Amunátegui,
siendo ambos de generaciones tan distintas?
- La verdad es que, en un principio, pensaba que nos iba a costar
un poco relacionarmos: es obvio, tenemos una gran diferencia de
edad. Pero hemos enganchado súper bien. El es un caballero,
esta siempre muy abierto y dispuesto a escuchar sugerencias. Nos
complementamos en el sentido de que él aporta su experiencia,
la calma, yo en cambio soy más impulsiva, voy directo al
grano.
Se ve que es una mujer de carácter fuerte...
- Es por mi sangre vasca. Salí a mis padres: lo que me pronpongo, lo cumplo. Soy súper autoexigente, actitud que en ocasiones es buena, pero en otras estresa más de la cuenta. Además, pasa una cosa curiosa conmigo...
¿Qué?
- Que soy fuerte para imponer mis ideas, o para enfrentar un problema,
pero muy sensible frente a una mala cara o cuando alguien habla
mal de mí. Soy extremista como los escorpiones: cuando
estoy feliz ¡ Estoy súper feliz!, pero cuando estoy
triste, sufro mucho, me paso rollos y me deprimo.
Y en esos momentos del bajón, ¿cómo sale a flote?
- Tengo la capacidad de darme cuenta de que estoy mal, entonces ocupo la cabeza y me digo: "Ya Maritxu, ¡basta!, no fe puedes ir para abajo".
¿Ha sufrido por amor?
-Sí, harto. Tuve un amor importante el que terminé hace poco tiempo. Me ha costado superarlo... Una queda con miedos, se coloca a la defensiva. Pero ahora tengo una nueva pareja, con quien estamos bien, tranquilos.
FUTURO EN PANTALLAS
¿Cómo ha asumido esto de ser periodista y, de pronto, convertirse en el centro de entrevistas?
Es rarísimo. La primera vez que me entrevistaron, no paraba de reírme. Es que encontraba insólito que alguien me preguntara cosas a mí, no yo a ella. Pero estar al otro lado de la medalla es bueno, porque uno aprende, que cosas se pueden decir y cuáles no.
¿Se ha ido acostumbrando a ser un personaje más público que anónimo?
- Me ha costado asumir lo que me está pasando, porque todo se ha dado muy rápido. Todavía me sorprendo cuando me reconocen en la calle. El otro día fui a comer a una pizzería, un mozo se me acercó y me dijo: "Eres más linda que en la televisión' Lo encontré increíble.
¿ Se visualiza su futuro en televisión?
- Es una contradicción vital que Tengo, ya que ingresé a estudiar periodismo porque me gusta escribir. Pero, hasta el momento, todas mis experiencias laborales han sido en televisión. Y para serte franca, me está gustando cada vez más.
Y su familia, ¿apoya su trabajo?
- ¡Uff!, son espectaculares. Incluso,
después de grabar el primer "Seamos Concretos",
los llamé de inmediato por teléfono y no dejaban
de felicitarme. La Begoña lloraba, y me decía:
"¡Te pasaste!" Cada vez que aparezco en un diario
o revista, ella lo lleva al colegio y muestra a su hermana artista.
Pero yo le aclaro: pe-rio-dis-ta.
¿Cómo es su relación con ella?
-¡Espectacular!, indescriptible. Nuestra relación trasciende lo cotidiano, lo superficial. Es una cosa de sentimientos, de miradas. Por teléfono podemos decirnos dos palabras, pero transmitimos un millón de cosas.
EL ANGELITO DEL HOGAR
Usted ha señalado que ella es la persona que más la conoce...
-Es que estamos juntas desde que nos intercambiábamos las mamaderas en la cuna. Crecimos unidas, hasta que tuve que seguir por el camino "normal": colegio, universidad... Y ella iba observando la evolución, que experimentaba esta hermana melliza.
¿La ha marcado de alguna manera convivir con una hermana con síndrome de Down?
- Sí, no sabría específicamente en qué, pero hay algo especial. Es que las personas con Down son unos verdaderos angelitos, están todos los días dándote lecciones. Ponte tú, un sábado estamos almorzando y ella dice: "Estamos todos juntos". Entonces, una cae en la cuenta de que efectivamente es así. Nos hace valorar esos momentos. O cuando murió mi abuelo, ella era quien nos tranquilizaba
El trágico accidente ocurrido en Coanil, demostró que un considerable numero de niños con problemas son abandonados por sus padres
- Así es. Lo peor que puede existir en el mundo es un niño con Down sin papás, porque, en el fondo, lo único que ellos necesitan es cariño. Pero siento que la sociedad está cada vez más dispuesta a acoger a estás personas. Un ejemplo concreto de ello es lo que ha hecho Joaquín Lavín, insertarlos al mundo laboral. Mi hermana trabaja en el Food Garden de la avenida El Bosque, y le ha cambiado la vida.
Cuénteme acerca del libro que viene escribiendo desde niña y que intenta algún día publicar
- Prefiero hablar de eso cuando sea un proyecto concreto, porque hasta el momento es sólo una ilusión que anido en mi cabeza.