Los chilenos optan por convivir
o tienen segundas uniones no formalizadas Casamientos bajan 38% en última década Lunes 12
de febrero de 2001
M.López/ J.Campos
Las nulidades, en cambio, se mantienen en un rango de 6
mil y 6 mil 500 anuales.
Las campanas de boda cada vez suenan menos. Según cifras oficiales
entregadas por el Servicio de Registro Civil desde 1990 hay una disminución
de 38% en la cantidad de casamientos. Mientras a comienzos de la década
hubo 99 mil 759 enlaces, el año pasado sólo se efectuaron 62 mil 73.
A juicio de la directora del Registro Civil, María Alejandra Sepúlveda, la
disminución de las uniones se debe a que "las personas se casan a una
mayor edad. Antes las parejas iban al altar entre los 20 y los 22 años,
ahora ese rango subió a los 26 y los 30 años. A ello hay que sumarle la
incorporación de la mujer al trabajo y los estudios superiores, la
autonomía de los jóvenes que deciden irse a vivir solos antes de casarse y
que algunos opten por convivir".
Similar opinión tiene la socióloga del Servicio Nacional de la Mujer
(Sernam), Andrea Bagnara, quien explicó que "como muchas parejas
jóvenes no cuentan con una situación económica estable para independizarse
retardan el matrimonio o sencillamente no es una opción".
Agrega que la gente se casa más tarde porque "tanto las mujeres como
los hombres han alargado sus períodos de estudios y nos encontramos con que
el matrimonio no es algo primordial como era antes si no que es un ámbito
más en la vida. Es un proyecto que se comparte con otros".
A ello se suma que como en Chile no hay ley de divorcio muchas parejas
terminan sus matrimonios de hecho y luego cuando se unen por segunda vez no
se pueden casar legalmente.
En relación a esto Sepúlveda cuenta que si bien los enlaces han bajado, las
nulidades se han mantenido entre 6 mil y 6 mil 500. Explicó que las parejas
que más se separaron el año pasado son aquellas que completan entre seis y
diez años de matrimonio (26%) seguidas de las que tienen más de 20 años de
vida conyugal (22,6%).
Andrea Bagnara, en tanto, cree que las nulidades aumentan cuando las
parejas tienen más de 20 años de matrimonio porque entonces los hijos ya no
necesitan tanto apoyo, el matrimonio comienza a compartir más y los
problemas que estaban ocultos quedan al descubierto.
A su juicio las nulidades se han mantenido porque "tienen un costo
alto" y mucha gente está esperando que salga la ley de divorcio.
Separaciones y nulidades
Las cifras presentadas por el Servicio de Registro Civil coinciden con las
entregadas el año pasado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE),
que demostraron que los matrimonios en Chile han disminuido en los últimos
20 años.
Las Últimas Noticias realizó en julio del año pasado una encuesta
telefónica en la Región Metropolitana a 567 personas donde el 69.5% de los
encuestados se declaró favorable a apurar el proyecto de ley de divorcio
que está en trámite en el Senado, a la luz de las cifras divulgadas por el
INE.
El sondeo también arrojó que las separaciones son una realidad cercana para
los chilenos, pues el 70 % de los encuestados declara tener uno o más
familiares que arrastan una ruptura matrimonial.
Las personas de ingresos medios y bajos son más proclives al divorcio, al
igual que los jóvenes. El 71,3% de las personas de ingresos medios dijo
querer el divorcio, frente al 54,8 % con alta renta.
Ante la prohibición de comulgar para los separados que mantienen relaciones
sexuales con otra pareja manifestada el año pasado por la Iglesia Católica,
las mujeres se mostraron más proclives a ignorar la norma eclesiática: el
53% de las casadas y el 58,1% de las separadas, prefería tener sexo con
otra pareja y seguir comulgando.
En cifras generales, el 46,6 % de los encuestados se manifestó dispuesto a
no respetar la prohibición del Vaticano y sólo el 18% prefiere comulgar y
no tener sexo.
Los jóvenes prefieren tener relaciones sexuales antes que comulgar: el
43.3% entre los 18 y 25 años se inclina por tener sexo frente al 17.2 % que
opta por respetar la prohibición religiosa. Se puede inferir, entonces, que
las personas de mejor situación y mayor edad son más conservadoras en estos
temas.
El matrimonio en testimonios
Gloria y Andrés completan 26 años de convivencia. Si a eso le suman los
siete años de pololeo, llevan toda una vida juntos. "Me siento bien
conviviendo, no me quiero casar porque tengo la sensación de independencia
ya que no estoy ligada a una persona", cuenta Gloria. La pareja
tiene dos hijos. "A Andrés lo conocí sin saber que estaba casado,
cuando me enteré quise separarme, pero no pude. Pasó el tiempo y él se
separó de hecho de su esposa. Llevábamos dos años de pololeo y me
presentó a su familia, con la cual me llevo estupendamente bien. Pero mis
padres no saben que convivimos porque son súper conservadores y creen que
estamos casados", contó Gloria. Los hijos de 27 y 21 saben que sus
padres no están casados y no se han hecho problemas por ello y
"hasta se educaron en colegio católico", relata Gloria.
Más conservador es Francisco Gallardo, de 27 años, quien en marzo próximo
se colocará las argollas y se casará en noviembre. Dice ser defensor del
matrimonio porque "mi polola y yo somos cristianos. Vemos esta unión
como un proyecto de vida porque nos amamos y creemos que la familia es
fundamental". Cuenta que en sus padres y sus suegros tiene ejemplos
de vidas en común estables.