Luego de varios días de actividades previas, el Viernes 8 de Octubre se llevaron a cabo las principales celebraciones por el 75° Aniversario del colegio. Un número bastante elevado de personas se dieron cita para participar en esta fecha tan especial, destacando una gran cantidad de ex-alumnos que, sin embargo, no permitían presagiar lo que sucedería al día siguiente. Pero no nos vayamos por la tangente, y retomemos lo de la fecha central. La actuación en el auditorio fue, como es tradicional, la primera actividad masiva de aquel día. Los diversos actos que allí se escenificaron fueron apreciados por muchísimas personas, las cuales coparon la instalación casi desde el inicio de la presentación. Aproximadamente tres horas duró lo del auditorio. Mientras esto acontecía, la mayoría de gente que por diversos motivos andaba por los alrededores (más numerosa que en otras ocasiones) se dedicaba a consumir algunos de los productos ofrecidos por los integrantes de la promoción XXXV, quienes así empezaban con sus actividades con miras al viaje y a la fiesta del próximo año. La nostalgia por ello nos invadió brevemente, más aún cuando empezamos a encontrarnos con algunos de nuestros ex-compañeros de estudio. El número de los mismos súbitamente se vio incrementado cuando la gente que había estado dentro del auditorio empezaba a salir del mismo, lo cual era signo inequívoco de que una de las actividades importantes del día había concluido. Minutos después se dio inicio a otro acto muy importante: el reconocimiento a las personas que habían colaborado decididamente en el desarrollo del colegio. Una pequeña mesa fue correctamente adecuada para el merecido reconocimiento a aquellos que le dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a nuestra Alma Mater. Algunos ya no estaban en cuerpo presente, pero sí sus hijos, quienes orgullosos recibieron los respectivos recordatorios de manos de un efusivo Don Juan. Este último se tomó varios minutos para comunicar que algunas personas estaban "tratando de recuperar" el terreno que ocupa el colegio desde hace varias décadas, cuando esto resulta totalmente improcedente al haber sido donado. El apoyo hacia su persona fue unánime luego de la exposición, pues su causa es la de todos los octubrinos de ayer, hoy y siempre. Acto seguido llegó uno de los sucesos más impresionantes del día. El Gran Dragón Chino fue bautizado ante toda la concurrencia, siguiendo las respectivas tradiciones de iniciación. Verlo danzar luego en el patio principal fue algo realmente espectacular. Una de las cosas que más llamó la atención aquel día fue un impresionante toldo levantado en todo el patio del Pabellón Confucio. Para muchos resultó una bendición, ya que el sol que aquella tarde reinó fue realmente sofocante. Sin embargo, la finalidad del toldo aquel era ante todo servir como punto de reunión para el baile general que se llevaría a cabo horas después. Esto de todas maneras no fue desaprovechado, ya que muchas personas pasaron largo rato debajo de él, mientras consumían más productos de la promoción XXXV y espectaban la actuación de una singular orquesta que mereció un anuncio con mayor promoción. Recién al final muchos nos enteramos que esta agrupación, de muy buena presentación por cierto, era la banda conformada por Ex-alumnos. Paralelamente a estos actos, muchos integrantes de nuestra promoción la pasamos reunidos frente al remodelado pabellón Hu Shec. Algunos de ellos aprovechaban el día para pasarla con sus hijos, ya que habían sido ensamblados varios juegos para ellos en la cancha de futbol. No dejamos pasar la ocasión, sin embargo, para tomarnos algunas fotografías para el recuerdo. Las personas que más llamaron la atención ese día fueron Norma Morillo, Patricia Shack, Isela Ramírez, Gladys Torres y Augusto Alva, a quienes no veíamos desde hace muchísimos años. También estuvimos por ahí Percy Rivas, Andrés Ticerán, "Nacho" Arrese, Juan C. Chung, Miguel Cavero, Claudia Montoya, Jéssica Castro, Mónica Rosales, Mónica Begazo, Luisa Barton, Vicky Quiroz, Sophia Sumarán, Cecilia Flores, Erwin Zarria y muchos más. Mientras las actuales bandas del colegio y del anexo Confucio realizaban sus esperadas presentaciones, algunos aprovechamos para visitar la Feria de Ciencias. El viejo laboratorio lucía más espacioso que en años anteriores, gracias a que una parte de los expositores habían sido ubicados estratégicamente en un pequeño ambiente ensamblado al lado del mismo. Los chicos se lucieron con las clásicas maquetas y con los experimentos químicos y físicos, además de algunos proyectos que involucraron el uso de computadoras. Si bien es cierto que muchos de nosotros nos retiramos cuando la tarde empezaba a caer, varios ex-compañeros retornaron en la noche para pasar un rato de diversión en el baile general. Un baile preparado para toda la comunidad octubrina, la cual obligó a los asistentes a acudir en traje formal (a pesar que a algunos no les agradó del todo la idea). Esta última actividad del día se prolongó hasta pasada la medianoche, incluyendo a un buen número de ex-alumnos que sabían muy bien que al día siguiente serían partícipes de la actividad más esperada por ellos y por muchos de sus ex-compañeros. Nos referimos, que duda cabe, a la cena de reencuentro de ex-alumnos...
|