Viernes 31 de Julio de 1987. Son apenas las 6:00 AM y nos pasan la voz para levantarnos. ¡Qué flojera!... Igual nos ponemos de pie y en unos minutos estamos listos para ir a desayunar. Mientras esperamos que el grupo termine de reunirse, salimos a pasear por los pasillos. Es así como al rato llegamos a un cuarto cercano donde varios de la promo están reunidos con la Miss Gloria Salazar y la Miss Ofelia Benavides (esta última venía acompañando al grupo del 5o. C). Todos, como es de suponer, comentando en medio de risas y carcajadas lo sucedido la noche anterior. 7:20 AM. Por fin todos estamos listos, así que salimos a desayunar. Caminamos por calles semi desiertas hasta llegar a un restaurante cercano. Luego del cafecito y los pancitos con mantequilla, regresamos presurosos al hotel para asearnos y empacar. Al rato tomamos nuestras respectivas ubicaciones en el omnibus y de inmediato enrumbamos a la ciudadela de Chan-Chan. 10:45 AM. Luego de haber dejado atrás Trujillo llegamos a las afueras de un lugar verdaderamente impresionante: Chan-Chan. De inmediato nos dirigimos hacia la entrada principal queriendo hacer la cola para el ingreso pero, justo antes de llegar, el Teacher nos alcanza presuroso y nos sugiere que mejor escondamos nuestras cámaras fotográficas para evitarnos un gasto extra por tan solo mostrarla. El dinero lo traemos contadito, así que le hacemos caso mientras, eso sí, Don Juan y el mismo Teacher pagan por ingresar con su filmadora y cámara, respectivamente. Cuando estamos por entrar, los guías nos indican que debemos hacerlo en grupos de a veinte personas, cada uno con un respectivo profesor. A mi me toca estar con el Teacher Tan, lo cual garantiza que saldremos en la mayoría de fotos oficiales de la visita al lugar. ¡Buena voz!. Recorremos con entusiasmo los diferentes ambientes de la ciudadela hasta llegar al inmenso patio principal, donde todos los de la promo nos volvemos a integrar. Y pensar que en aquel asombroso lugar que hoy es escenario de más fotos y bromas nuestras se congregaba hace siglos la población de la época para algunas actividades y ritos bastante diferentes a los nuestros...
Culminada la visita a Chan Chan retornamos al omnibus y nos dirigimos a la famosa playa de Huanchaco. Llegamos pasado el mediodía, y aunque hace frio y sopla bastante viento, la visita resulta muy agradable. Algunos nos animamos a recorrer el tradicional muelle, mientras otros se dedican a admirar los caballitos de totora y a varios de los pescadores del lugar que se lucen con sus redes llenas de productos marinos. Así estuvimos cerca de dos horas, charlando, tomando fotos y filmando, luego de lo cual iniciamos el retorno a Trujillo. 3:00 PM. Llegamos a Trujillo y de inmediato nos dirigimos a un restaurante para almorzar. Los más hambrientos ingresamos raudos y nos ubicamos en la mesa más grande, que a su vez es la más escondida del local. Viene el mozo y luego de ver el menú todos pedimos Lomo Saltado, menos Yumín, quien solicita Cabrito. Nos matamos de risa y le decimos que lo suyo será lo último en llegar. Al poco rato nos tenemos que tragar nuestras palabras porque el plato del buen Yumín llega primero. Y, para colmo, los nuestros los traen ¡una hora después!. Mientras comemos contra el tiempo todos prometemos no pedir más Lomo Saltado en lo que que resta del viaje. 4:30 PM. Ha terminado el almuerzo y subimos a los omnibus con la idea de recorrer nuevamente un largo trecho. Sin embargo, luego de avanzar unas pocas cuadras nos detenemos en una escondida calle de la ciudad. El Teacher se le acerca a Yumín, le hace una seña y este baja del bus junto con Don Juan. Mientras ambos se dirigen a un antigüo portón de metal, Mónica Rosales nos alcanza a comentar que ese es un tradicional cementerio chino al cual solo tienen acceso contadísimas personas. Don Juan es una de ellas, y por ese motivo Yumín le había pedido días antes en Lima que le permitiera visitar a algunos familiares, a lo cual accedió gustoso. Todos decidimos respetar el momento y esperar hasta su regreso.
5:30 PM. Continuamos con el viaje y en cuestión de minutos hacemos una nueva escala. Ahora nos encontramos en la Huaca del Dragón, importante centro ceremonial pre-colombino de la ciudad. La construcción principal es una impresionante pirámide de aproximadamente diez metros de alto, muy bien conservada por los arqueologos del lugar. A pesar que no disponemos de mucho tiempo para realizar la visita (ya está anocheciendo), igual nos damos maña para recorrer el sitio a nuestro gusto, tomando las fotografías de rigor. Media hora después retomamos el viaje y llegamos hasta la Plaza de Armas de Trujillo. Los profes nos dan treinta minutos para hacer lo que queramos, así que nos vamos a visitar una exposición de cuadros, a tomar alguno que otro refresco por ahí, a comprar más rollos para las cámaras fotográficas, a llamar a los familiares en Lima y, como no, a juguetear en la escultura central. Pasado el tiempo establecido, todos volvemos a los buses ya iluminados con luz artificial y de inmediato dejamos la ciudad para dirigirnos hacia nuestro próximo destino. Horas después, a eso de las 11:30 PM, llegamos a la ciudad de Chiclayo. Todos estamos hambrientos, así que luego de dejar nuestros buses estacionados cerca a la Plaza de Armas nos dirigimos a una pollería ubicada en una céntrica calle de la ciudad. El ambiente es muy distendido, sobretodo en el segundo piso del local, donde Percy Rivas y compañía están que le gastan bromas al gracioso gordito de gafas, pelo rizado y polo deportivo azul con amarillo que hace las veces de mozo. Las risotadas resultan demasiado intensas para algunos como Yumín, a quien al momento de salir de la pollería se le viene una fuerte hemorragia por la nariz. Curioso hecho que no se le escapa a nadie, ya que sucede justo en la entrada de la pollería. El buen gordito tiene que hacer también de personal de limpieza ante la inesperada situación.
La diversión, sin embargo, se corta abruptamente cuando retornamos a los buses. El Teacher y Don Juan nos comunican que no fue posible encontrar alojamiento a buen precio a tan altas horas de la noche, así que tendremos que dormir en nuestros vehículos. En fin, todo sea por ahorrar. Cuando empiezo a acomodarme para descansar, veo por la ventana que los profes conversan con el chofer de nuestro bus, quien les hace notar que la maletera puede abrirse fácilmente con un simple destornillador. Al rato sube el Teacher comunicándonos la situación e indicándonos que los varones nos iremos turnando para hacer guardia afuera. Cuando todos estamos a punto de pitear surge la figura de Angel El perro Llap, quien se ofrece como el primer voluntario para la inesperada tarea. Nadie se opone y lo dejamos ir. 1:30 AM. Las luces del bus se apagan y al fin todos nos acomodamos para descansar luego de un día agotador. Cuando estoy por quedarme dormido, algunos murmullos me hacen reaccionar... Es Dennis, quien insistentemente le pide a su papá (el Teacher) que le compre una gaseosa porque el pollo a la brasa lo dejó muerto de sed. El muchacho recibe rotundas negativas una y otra vez, y nosotros hacemos hasta lo imposible para no incomodar con nuestras risas. Al rato el silencio retorna, así que decido acomodarme lo mejor posible en mi ubicación al lado de la ventana para descansar. No puedo evitar cierto sentimiento de culpa al ver al buen Llap sentado al frente del bus, cuidando la maletera envuelto con un par de gruesas frazadas. ¡Este tipo es lo máximo!, me dígo yo. Y así, me va venciendo el sueño... no sin antes notar que la motivación del héroe de la noche resultó ser superar el actual record en el pimball de Leonardo. Je, je, je. Ya me imaginaba yo que no era del todo gratis la cosa...
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