La decisión de incorporar un perro a nuestro hogar es muy importante y
debe ser tomada recordando en todo momento que estamos eligiendo a un compañero
para los próximos quince años, un período desafortunadamente escaso, pero que
debe ser intenso e imborrable.
Pero las decisiones no terminan ahí: qué perro vamos a elegir es igual de
importante, ya que si nos equivocamos todos vamos a sufrir, y el perrito va a
ser, seguramente, el que va a pagar las peores consecuencias.
Muchas veces nos dejamos llevar por las razones equivocadas al elegir una
raza: por moda, por estética pura ( es como elegir marido, por más que lo
consideres re-lindo, tiene que reunir otras cualidades para que te lleves bien),
y por recomendaciones, ya sea desinteresadas pero mal informadas (ejemplo
"mi prima tiene un Dogo Alemán en un departamento de dos ambientes y es
muy tranquilo") o interesadas para mal (como algunos criadores, movidos
por el signo $, que te quieren convencer que la raza que venden sirve para
guardia, compañía, niñera, caza, cantan, bailan y tocan el piano).
No creemos que existan razas mejores que otras, sólo razas más
compatibles que otras con el carácter tuyo y de tu familia, con tu estilo de
vida, el tiempo del que dispongas, tu hábitat, y, muy importante, la existencia
de criaturas, o criaturas en proyecto.
Leé, averiguá, hablá con poseedores de aquellas razas a las que le
echaste el ojo y consultá con veterinarios, que a diario reciben muchos
ejemplares de cada raza y te pueden orientar con respecto a las tendencias de
cada una. Ah! Y nos atrevemos a darte un consejo más, priorizá el temperamento
por sobre todas las cosas; existe la creencia errónea que por dentro todos los
perros son Lassies y que al elegir una raza, sólo seleccionamos su aspecto
externo, pero esto no es verdad. Hasta el mestizo más chueco y de ojos saltones
nos va a parecer hermoso si es noble y bueno, porque lo vamos a mirar con los
ojos del corazón, pero no vamos a poder apreciar la belleza de un "sangre
azul"si éste nos impide que invitemos a un amigo a casa por temor a que se
vaya con una mano menos.
Para terminar, queremos resumir lo que pensamos en esta lista, esperamos
que te sea de utilidad, y todo esto te lo decimos desde el corazón porque lo
vivimos en carne propia y no queremos que te pase lo mismo que a nosotros, al
final de esta nota te vas a dar cuenta por qué.
1) Tené muy claro qué características de tu futuro perro son importantes
para vos, reuní la mayor cantidad de información posible antes de decidirte, ya
que después de traerlo a casa va a ser demasiado tarde.
2) Una vez elegida la raza, el otro tema es elegir al criador . Punto
excluyente : que tenga papeles y de Federación
Cinológica Argentina. Adquirir un perro sin papeles es un gran
riesgo, no creas en el cuento de que no se hicieron los trámites para no
encarecer al cachorro, algún problema debe haber si no los tiene.
3) Desconfiá de los avisos de los diarios. No negamos que algunos buenos
criadores a veces avisen allí, pero la mayoría de los mejores criadores cría
bajo lista de espera, y te aseguramos que bien vale la pena esperar.
4) Desconfiá también de los que avisan en los diarios todos los fines de
semana y/o crían muchas razas : o tienen una fábrica de hacer cachorros, lo que
puede atentar contra la calidad de los mismos, o aún peor, pueden ser
revendedores. CUIDADO CON ELLOS!
5) No comprés cachorros ni en veterinarias ni en exposiciones, son
ámbitos muy hostiles para ellos y los traumas que sufren en una vidriera o
jaula y las enfermedades a las que están expuestos son muy graves. Compralos en
criaderos reconocidos y que se especializan en pocas razas o una sola, suelen
concentrarse mejor en lo que están haciendo.
6) Cuando vas a conocer al cachorrito exigí ver a los padres, aunque sea
a la mamá (el papá puede pertenecer a otro criador). No creas en las fotos,
puede que no sean los padres verdaderos. Tampoco creas en el cuento que
"el criadero está en el campo y es de un amigo. Yo le vendo los cachorros
porque estoy en la ciudad".
7) Exigí ver a la mayor cantidad de parientes de tu futuro cachorro y
tocalos. Si son todos amigables vas a tener un parámetro de su mensaje genético
con respecto a su sociabilidad.
8) Cerciorate que tengan sus vacunaciones y desparasitaciones al día y
que los progenitores estén libres de los problemas genéticos que pueden aquejar
a cada raza. ATENCIÓN. Si vas a adquirir un macho cerciorate que no sufra de
criptorquidia o monorquidia (retención de testículos), es más que un problema
sexual, los hace de carácter inestable.
9) Exigí que te firmen los papeles de la transferencia en el momento.
10) Acordate que para esa bolita de pelos que traés a tu casa tu familia
y vos son su vida, se les va a entregar en cuerpo y alma y para siempre, y
debés prometerle amarlo y cuidarlo, tanto ahora que es un simpático osito, como
después, cuando crezca y , aunque adulto y no tan gracioso, él siga sintiendo
que vos sos su mundo, su vínculo único e irrepetible con los humanos : su
adorado papá o mamá.
UN
LOBITO LLAMADO "FOXY"
Hola! Yo soy Foxy, el
otro bebé de Gabriela y Alejandro. Se preguntarán por qué mis papás les dijeron
que habían vivido lo anterior en carne propia; bueno, les voy a contar :
Tengo tres años, soy el primer perro de mi
mamá y nos adoramos mutuamente, pero la ví llorar mucho por mí y ni mis
besitos pudieron calmar sus lágrimas del todo. Me fueron a buscar a un
departamento de Avenida Callao en junio del 94 cuando tenía un mes y medio
luego de contactarse con la mujer que me tenía por un aviso en el diario
(¿criadora? No sé, sigue poniendo avisos todos los fines de semana, de cocker,
collies, kuvasz, siberianos... ¿puede criar tantas razas a la vez y tan
seguido?). Cuando ví a mi mamá el flechazo fue total y nunca más nos
separamos. Esta mujer no le dió a mamá los papeles de la transferencia en el
momento, sólo los consiguió después de varias semanas de perseguirla y ella
negarse, y , finalmente, no resultaron ser de Federación como la mujer dijo,
sino de otra institución.
Ya en la primera revisación veterinaria
empezaron los problemas : Monorquidia. Me pincharon muchas veces la cola para
ver si bajaba mi testículo solito, pero como no hubo caso, cuando tenía seis
meses me tuvieron que operar por primera vez, y como se me atrofió, al mes
siguiente me tuvieron que operar de nuevo para sacármelo. Cuando tenía apenas
tres meses empecé a presentar ataques de "chinchuditis", no sé que
me pasa por la cabeza, pero de un momento a otro me enojo y muerdo, a mi papá,
a mis abuelos, en fin a quien me quiera tocar (a mamá no, porque mi amor es
más fuerte que mis rabietas) y aunque me arrepiento luego, lastimo mucho porque
mis mandíbulas son muy fuertes, tanto que hace poco me operaron por tercera vez
para limarme los colmillos y esterilizarme (mis papás no quieren que transmita
mis problemas a nadie más). Dolió un poquito, pero tienen razón. Para colmo
de males, desde hace dos años me dan pataletas, ataques epilépticos según el
doctor, debido a problemas neurológicos. Son muy feos, se me pone todo blanco y
mi cuerpo se endurece, y cuando me despierto no entiendo nada salvo que estoy
todo mojado y mis papás están a mi lado hablándome, con lágrimas en los
ojos.
Pero no te entristezcas, yo soy feliz. Paseo,
juego y sé que mis papás me aman y me aceptan tal como soy. Algunos
veterinarios han sugerido que me regalen, hasta que me sacrifiquen (¿qué
querrá decir eso?) pero mis papás son incapaces de hacer una cosa así. Ahora
me compraron una casa nueva en la que voy a tener un terreno grande todo para
mí, donde voy a poder jugar con mi osito naranja y mi pelota desinflada. Pero
sé que otros papás no me hubieran tenido tanta paciencia y hubieran seguido
los "consejos"de esos veterinarios o simplemente me hubieran abierto
la puerta para que me escape y me pierda (¿podés creer que haya gente que haga
esto?. Y que la hay, la hay). Por eso te digo, elegí bien, hay muchos
inescrupulosos criando perros, es preferible gastar un poquito más al
principio, seguramente te lo vas a ahorrar en cuentas de veterinario, y sobre
todo, en lágrimas y sufrimiento.
Te mando un aullido cariñoso y te deseo todo
lo mejor,
Foxy