El día 15 de febrero del 1822 (según Cert Matr propio VB2.80v.156) María Josefa PABON TORRES, hermana de mi tatarabuelo materno, José Dolores e hija de mis trastatarabuelos, Marcelino PABON y Tiburcia TORRES, se casa con Eusebio PABON FELICIANO, hijo de Laurencio (Lorenzo) PABON y Ana FELICIANO, con dispensación por el segundo grado de consanguinidad fechada el 4 febrero del 1822, haciendo así claro el parentesco de hermandad entre Marcelino y Lorenzo y, por lo tanto, haciendo patente que los nuevo esposos son primo hermanos.
El próximo día, 16 de febrero del 1822, (según el Cert Matr propio VB2.81v.158) Manuel PABON TORRES, otra hermano de mi tatarabuelo, José Dolores, se casó con una tal María del Carmen TORRES CRUZ, recibiendo para los efectos, una dispensación (fechada erroneamente el 24 de febrero, debe leer el 14 pues era prohibido casarse sin tener la debida licencia o dispensación o que un ministro sagrado casara sin tener la licencia) por el parentesco que tenían de segundo grado de consanguinidad. María del Carmen es hija de Justo TORRES y de Rosa CRUZ, y por lo tanto el hecho de la dispensación comprueba que Justo y Tiburcia son hermanos.

En primer lugar sabemos que son primo hermanos pues la dispensación del segundo grado significa exactamente eso y, de hecho, Julian es hijo de Don Fernando OTERO y de Doña Juana GONZALEZ, mientras María de la Concepción es hija del hermano de Juana, Don Clemente GONZALEZ, y su mujer, Doña María Manuela MORALES, desconociéndose al principio los nombres de los abuelos y los bisabuelos con excepción del apellido paterno (el cual no se pierde) de las dos líneas. Parte de lo que hace esto tan interesante es que el padrino de Bautismo de Julian es su tío, y futuro suegro, Clemente.
Y, precisamente, lo desafortunado aquí es que no se conocían los nombres ni apellidos de las personas envueltas de la tercera y cuarta generaciones pues lo que significa "con dos (grados) de 3º con 4º grado de consanguinidad" es un poco difícil de entender: en este árbol Julian y María de la Concepción tienen dos parentescos más causado porque alguien (sea la pareja sea una persona) de la cuarta generación de un lado se debe identificar con alguien de la tercera generación del otro pero cuya identidad ignorabamos originalmente. Esto equivale a decir, por ejemplo, que la madre de los hermanos Clemente y Juana es sobrina de su concuñado Fernando Otero.
¡Y esto fue exactamente lo que sugiere un expediente del proceso de Dispensación del impedimento consanguíneo que encontramos en el Archivo Histórico Diocesano de San Juan!:

"Que digan si les consta si Ygnacio Morales y Manuel Morales eran hermanos, primer grado. Si de Ygnacio procedió Manuela de Jesús Morales y de Manuel salió Juan Manuel Morales, primos hermanos, segundo grado: Si de Manuela de Jesús salio Manuel Gonzáles, padre del pretendiente y si de Juan Manuel Morales procedió Francisca Morales la pretendida, primos segundos, tercer grado; si de José Manuel González, sale José Martín González, el pretendiente por lo que nos hallamos ligados con el impedimento de tercero con cuarto grado de consanguinidad."

Como nos consta que Clemente González x María Manuela Morales fueron los padres de Manuel González, la hipótesis de que Nicolasa Otero sea la hermana de Fernando Otero es fortalecida. Hay otros casos donde un tío llega a ser cuñado o concuñado de sus sobrinos (al casarse con su sobrina).

Estas dos parejas, sin embargo comparten los abuelos, haciendo que sus hijos tengan solo 4 bisabuelos. Ahora, imaginémosnos lo siguiente: Si Alejandro y María Rita engendran a Miguel LOPEZ ROLON, el cual se casa con su prima hermana, María Casilda ROLON LOPEZ, hija de José y de Antonia, tenemos el caso raro de que la prole de Miguel y María Casilda tendrán (a) padres que son primos hermanos (b) madres que son prima hermanas (c) dos pares de padre/madre que son hermanos (d) cuatro abuelos que son los mismos y por lo tanto (e) los bisabuelos de un lado de su árbol identificados con los del otro y (f) los tatarabuelos de un lado identificados con los del otro.

En primer lugar es posible que en la Fe de Bautismo encontremos que el apellido de la criatura lee anteportalatín. Esto pasó un día en mi parroquia cuando un señor buscaba las raices de su bisabuela. Aunque no se crea el don se enfadó conmigo porque le expliqué que su bisabuela no era hija carnal de la pareja con quien se crió pues ese "apellido" se lo daban a los huérfanos encontrados en las puertas de la Iglesia o de algún ricachuelo. De hecho el documento especificaba que era expuesta. Más tarde, cuando la encontrada se casó, usó los apellidos de sus padres de crianza pero he visto un documento en el cual una tal fulana ANTEPORTALATIN FIGUEROA se casa. Como es su primer apellido o significa que fue expuesta o que su padre fue expuesto (el expósito de algunos documentos). Para la Genealogía esto es un problema ya que esa línea terminaría con la persona expuesta pues en este caso no hay esperanza de encontrar el culpable del abandono de la criatura.

6. Existe también el problema de los niños no reconocidos. Desgraciadamente, no hay forma de saber quien es el padre si los documentos no lo indican a no sea que se tenga constancia segura. El que un hombre viviese en concubinato con una mujer por trienta años sin que reconociera un solo hijo/a (aunque esa mujer tenga descendencia de menos de treinta años) es una buena indicación que los hijos son de ese hombre. ¿Cual de los machistas de nuestra historia hubiera aceptado una situación tan extraña? Al mismo tiempo, si el niño o la niña se reconoce después de su inscripción o de su bautismo sea por ir el padre a reconocerlo como suyo sea por el matrimonio subsiguiente del padre y la madre carnales de la persona, muchas veces (pero no siempre) se indicaba en la Fe de bautismo o en la entrada de Matrimonio que la pareja había procreado a fulano (efectivamente dándole el reconocimiento).

Encontramos que el certificado de Bautismo indica que su abuelo materno es Francisco RIVERA, el cual hemos dicho nunca reconoció a su hija, María Belén (RIVERA) NAVEDO. Al hallar este documento creí que debería haber sido un error hasta que encontré el certificado de inscripción de María Matilde Victoria NAVEDO, hermana mayor de Cristina nacida en el 1890. Esta hermana, que debería haber muerto a temprana edad, fue inscrita el día de su nacimiento por Francisco RIVERA TORRES (el cual también alegaba que la madre de la niña era doméstica de 16 años en su propia casa - sic.) Dado que el nombre y los apellidos son comunes, todavía dudaba de que pudiera ser el mismo. Lo que finalmente me convinció que tenía que haber algún parentesco es que una o más personas con ese mismo nombre (Francisco RIVERA) fue padrino de bautismo también de Isaac NAVEDO MARTINEZ, hijo de un hermano de María Jesús, de Isabel OQUENDO RIVERA, tía de mi padre y futura "cuñada" de Cristina, y para el colmo, de Juan Bautista OQUENDO MALDONADO, un tío de mi abuelo y sus hermanas, comprobando que la relación de los RIVERA era una relación vieja: quizá por ser familia.

Sabiendo que mi abuela murió a principios de abril del 1959, fuí al Registro Demográfico en Vega Baja solo para ser frustrado pues no se encontró a pesar de haber muerto y haber sido enterrada en nuestro pueblo de Vega Baja. Cuando al fin apareció el documento para mi gran sorpresa quien inscribió su defunción dió el nombre de su padre como Pablo RIVERA RAMIREZ!!!!!! Mi padre solo había mencionado a su abuelo como "abuelo Pablo" dos o tres veces pero yo estaba seguro de que él no era de la familia RIVERA y de hecho cuando supe de Luis, un hermano de Cristina, por medio de otro hermano, Fernando, el unico que aun vivía en el 1985 (moriría en el 1994 a los 93) me sorprendí que Luis fue reconocido por su padre, Pablo RAMIREZ PANTOJAS, para que pudiera ir al ejercito en la primera guerra mundial. Fernando me aseguró que Pablo procreó diez hijos con su madre y que solo Cristina, Luis, Ricarda y él mismo sobrevivieron a la adultez. La madre, María Belén (RIVERA) NAVEDO, murió en el 1908 a los 34 años, de cancer de las mamas. En mi investigación aprendí también que Cristina no aparece en el censo del 1910 a pesar de haber nacido en el 1904, pero que en el censo del 1920 de Vega Baja, Distrito de Enumeración 121, hoja A58, de la zona Urbana - Calle Casoni) casa/familia 492.595 se encuentra a Cristina de 16 años, viviendo con su padre Pablo RAMIREZ PANTOJA, y allí es el único lugar donde a Cristina le dan los verdaderos apellidos: RAMIREZ RIVERA.

Dicho y hecho, aunque el galán siguió con sus amoríos dándole una hija a una prima hermana de las hermanas y varios hijos más no reconocidos "entre los negritos de la playa", tuvo más de viente hijos que a la vez eran hermanos y primo hermanos. Las hermanas llegaron a despreciarse, y la más joven sufrió mucho a manos de la hermana mayor que la había enredado en semejante lío horrible. Tuve yo la oportunidad en mis años de formación de conocer no solamente el galán, ya un anciano recogido que iba a misa frecuentemente con su primera mujer (con la cual eventualmente se había casado eclesiásticamente) sino que conocí a esa primera mujer, a su hermana, a la prima hermana y a muchos de los hijos de ambas hermanas, compartiendo compadrazo con uno de los hijos de la primera y viviendo como huésped en la casa de una hija de la segunda.

Al buscar certificados de muchos de los hijos, reinaba la confusión pues las hermanas eran, digamos, María fulana y María sutana y al bautizar muchas veces no daban el segundo nombre (fulana y sutana) sino María X. En un caso como este, es posible nunca saber quien es hijo de quien a no sea que otros documentos esclarezcan la duda. Y si pasó una vez, me imagino que pasaría otras veces en tiempos de antaño...

"La falta de buen juicio puede destruír vidas" solía decir un sacerdote, cuando me críaba, al preparar parejas para el matrimonio. No vine a entender bien cuanta falta de buen juicio había en este mundo hasta que le ayudé a preparar a una pareja joven para el matrimonio, Santos y a Violeta (nombres cambiados para proteger a las personas).

Esta pareja se casó y perdieron su primer hijo. El próximo año cuando esperaban su segundo hijo con mucha anticipación me hice muy amigo de ellos y aprendí una tremenda lección. Los padres de esta pareja estaban emparentados por todos los lados. Los dos padres, llamémoslos José y Juan, eran hermanos. La mujer de José, Micaela, era prima hermana de José y de Juan mientras, la mujer de Juan, Lucía, era prima segunda de José y de Juan (prima hermana de la mama de los hermanos) y a la vez tía de Micaela. El primer hijo de Santos y Violeta murió al nacer porque no tenía cerebro mientras el segundo le nació con muchas anomalías. El matrimonio se destruyo poco después.

Este tipo de matrimonio entre familiares era bastante común en nuestro pueblo, y si ahora no es tan común la falta de buen juicio continua destruyendo vidas: los divorcios estan a dos por cada tres. Se tiene que afirmar que a pesar de los sufrimientos y abusos aprendemos mucho de nuestros ancestros, el problema es no repetir los errores y horrores del pasado. Incluyo esto porque mientras escribo, noviembre del 1999, acaban de dar las noticias que un hermano y una hermana de parte de padre se casaron y convivieron sin saber que compartían el mismo progenitor. "La sangre llama..."

Bueno, espero que estos ejemplos les ayude con sus propias investigaciones. Recuerde que no hay porque asustarse de las cosas que se descubren cuando uno hace el árbol genealógico. Nuestros ancestros eran muy humanos y la vida en Puerto Rico era suave solo para un porcentaje muy reducido de la población. Asesinato, concubinato, bigamia, abandono, falta de reconocimiento de hijos, carcel, esclavitud, muerte por enfermedades tropicales, alta incidencia de muerte de infantes y niños, peligro de huracán, terror a los piratas, y mucho más, todos tuvieron que ver con la formación de nuestro pueblo. No obstante, Puerto Rico, es el pueblo de gente caritativa y bondadosa que aún es, ¡QUE VIVA!

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