Carta abierta al Papa y a los maestros de Chile.

 

Cuando pusimos el nombre de su SANTIDAD JUAN PABLO II a nuestra Escuela “KAROL CARDENAL DE CRACOVIA”, supimos que para siempre debíamos cargar la responsabilidad de llevar sobre nuestros hombros el nombre de la más alta autoridad moral sobre la tierra.

Gracias a ti JUAN PABLO II, evitamos una inminente guerra con nuestros hermanos Argentinos y nuestra insignia te llevará por siempre convertido en una paloma blanca en pleno vuelo como símbolo de la paz en el mundo.

Que difícil ha sido conjugar por tantos años diariamente, el ejemplo de tus enseñanzas, tu que nos hablas de amor a tus semejantes, de compromiso con los más desvalidos, de humildad ante el prójimo, de alegría pese al dolor, de labor incansable cuando se tiene fe, de comunión fraterna en cuerpo y espíritu para ser cada día mejores, tú que nos hablas de Dios deberás recordar que cuando Jesús vino a la tierra se junto con mendigos, leprosos, perseguidos y con ellos, junto a los más humildes hizo labor...., si hasta fue crucificado entre ladrones.

Entonces señor, yo te pregunto.... ¿ Son leprosos los repitentes de este Chile , es un pecado mortal no tener un alto coeficiente intelectual, es inhumano tener problemas de aprendizaje, ser hiperactivo o no disponer de recursos económicos. ?

Porque, entonces, Señor en este país se han olvidado de éstos valores y grandes instituciones escolares que se dicen “DE PRESTIGIO” cierran las puertas a los niños discriminando a vista y paciencia de una sociedad ciega, que ya ha hecho tan natural los cobros desmesurados, entrevistas, pruebas, test de admisión que pasan a ser pequeñas armas con que se destruyen
los sueños y esperanzas de tantas personitas que aspiran a una vida mejor.

Disculpa padre si es un pecado decirte, que muchas de éstas escuelas pertenecen a congregaciones y aprovecho de preguntarte crees que si JESÚS viene a la tierra pasaría a visitarles....

Yo sólo, te cuento Señor que el Mundo Karol creció bajo el desprecio de muchos; recibir todo tipo de niños y niñas y comprometernos con ellos fue por largo tiempo la lepra y el desprestigio que nos hizo sudar con sangre la vocación de verdaderos maestros, sin embargo, reconocimos en éstos
pequeños revoltosos, personas insatisfechas con un sistema escolar añejo y los propios pequeños se constituyeron en las mejores herramientas para demostrarle al mundo sus errores.

No son los niños los que fallan, son las escuelas las que fueron diseñadas para otras épocas en que nadie imaginaba, siquiera, la vertiginosidad de los cambios tecnológicos de la era actual, eran tiempos en que el saber se atesoraba como una riqueza personal y se trabajaba con otro tipo de niños que en nada se igualan a los pequeños activos virtuales del Siglo XXI.

Un siglo donde el conocimiento está en todas partes y los maestros de Chile lo sabemos....

Entonces para seguir aplicando la autoridad por autoridad, rindiendo un alto culto a la obediencia, creyéndonos dueños del saber, que sacamos con seguir endiosando la inactividad como símbolo de excelencia.

Gracias a Dios estamos en una REFORMA EDUCACIONAL en marcha que nos hace ver la educación desde otra forma, más humana. Por primera vez en este país se ha encomendado a los maestros la oportunidad histórica de crear, pero para crear hay que creer y ese es el desafío maestros chilenos.

Construyamos juntos nuevas escuelas y esperemos la próxima venida del Santo Padre con un Chile más alegre, justo y más solidario. Y si no vuelve el Santo Padre, hagamos méritos desde ya para encontrarnos con él allá en el cielo, si Dios así lo quiere.

JC Navarrete A. Director

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