Nada busco de ti.
Me basta tu mirada en ocasiones...
tu sonrisa...
tus enmudecidas palabras
reflejadas en la mirada
de un gavilan encendido.
Nada espero de ti.
Mucho das con tu sola presencia
de trigo
cosechado por las mas hermosas manos
de florecidas rosas.
Nada espero de ti...
y es demasiado.
Porque, cuando la luna palida
en los cielos azulosos infinitos
esparcen su luz blanca
sobre las arenas tristes...
y las sombras de la noche
se enlazan con las sombras de
mi alma solitaria...
Solo te espero a ti...
para ser lo que tu quieras.