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En esta página le mostramos poemas escritos por nosotros:

- José Alberto: Ausencia, Pequeño Andar, Caer en Otoño, Reflexiones..., Mudos Recuerdos y Noche

- Carlos Gabriel: I, II y III

- Eduardo Javier: La Noche Eterna, El Destino, y Encrucijada

Antes que nada queremos dejar en claro que no somos profesionales en esto; sin embargo, queremos compartir con ustedes estos sentimientos vueltos palabras. Continuamente estaremos publicando nuevos escritos, así que esté pendiente.Escríbanos sus comentarios, queremos conocer su opinión.

AUSENCIA

Opaca la noche cae
Me asomo al infinito y divago.
Al divagar, la coraza de ideas, al igual que hilos de viejos títeres
se rompe.
Estoy solo en el mar externo, en el firmamento.

¡No veas al cielo!
¡El vértigo de caer al sol!
¡Soy el relámpago perenne en dinámica muerta!
¡Soy un segundo perdido!
La marea me arroja a lejanos mundos,inmóvil los observo.

Opaca la noche ha caído.
El incendio celeste ha concluido.
Opacos mis ojos
caen.
Arrastro mis pasos hacia el extremo de este universo
¿Soy parte o soy todo? La revelación no llega ahora
¿Llegará?

Días...
Vacío

El aire solo está
Muchas noches detrás son ancestros de estos trazos tardíos.
Hoy soy el relámpago en movimiento, no soy un respiro, soy
la respiración.
El mar apagado hoy yace.
No se incendia. Mi imaginación tampoco.
El fuego hoy no ha venido.
Es cierto, hoy no soy el mismo. No he muerto pero no me siento vivo.
Hoy no me incendio. No irradio.
Mis oídos extrañan lo que hay tras el vacío.
-Afuera,
el silencio se rebela por momentos,
prisionero es, no más
prisionero soy, no más
¿Hasta cuando?
Miro el fuego.
Ahora sé.
PEQUEÑO ANDAR


Sus pequeños pasos presionan su tierna piel contra el pecho de su madre, la Tierra.
Sus pequeños ojos no dejan de destellar alegría.
Sus pequeños labios regalan una sonrisa al cielo.
Y dentro de él, su no pequeño corazón, se abre inmensamente para respirar la luz del día, para atraerte fuertemente a él, para ser más grande y más cálido que la noche...

Ahora eres más que sólo piel y huesos;
eres el amanecer, eres el principio de la lucha por tu corazón, por tus ideales, por tu sangre.

CAER EN OTOÑO


Un grito oscuro se desliza entre los árboles de una tarde de otoño

árboles mutilados por el filo del viento que al caer el sol se libera, y huye, y acaricia, y golpea...
Tras la colina, una mirada aturdida el valle divisa
el ayer y el hoy se entregan el uno al otro,
sólo en instantes breves.
Ahora se fusionan por siempre.

Vivir es sólo una sonrisa que hoy se va.
Ideas inconexas se golpean intentando ser una causa vital
en vano,
tan solo son el preludio de un final en el abismo.

Ninguna palabra.
El aire al caer le rasga la vida.
Hoy no hay dolor, no habrá dolor.
Ningún gesto.
Ya no hay tiempo para llorar ni reír.
Libre al fin
Ninguna persona.
Hoy sólo se va, solo se va.
Tras la tierra el ciclo continúa cambiando formas.
No hay muerte.


Las reglas son para aquel que desea ser controlado,
manipulado, sometido.
La vida es un instante dado para romper reglas, para
ser libre, para "morir". Entendiendo la muerte como
liberación total.

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REFLEXIONES SOBRE EL GRIS (A PARTIR DEL VERDE)


Gris inmóvil que se inclina ante mi voz: los ojos
Preludio de un andar pagano, frágil.
El movimiento en cesar se transforma. La prisa no es grande, las ideas sí.
Y un tono en La menor que se afirma al oleaje en el que este cuerpo oprimido está.
Un desborde de luz libera.

El estado del escuchar profundo se amanece en este lánguido aburrimiento de la cotidianidad.
Y la lluvia apartarle quiere, pero no es así.
Esa ave mojada esta tarde de septiembre me obliga a dilucidar sobre la percepción que al compás de una juventud ha alzado el vuelo.
Ambos,
¡alcemos el vuelo!

Y tú distante, en espacio y en instantes,
duermes, murmuras, ríes.
Y algo pasa con mi pulso,
se acelera, no calla.
Y pensar en ti quiero,
la lluvia externa arrebatarme de esa acción quiere.
Y no me doblego,
¡y pienso!¡y sueño!
duermes, murmuras, ríes.

¿Real? Sólo en las tardes de junio y julio.
¿ Dónde están todos? Alrededor, olvidados,
no están.
¿Sueño? Los ojos se cansan, el silencio se abalanza y yazgo en el rojo mortal de mi cama.
...y el sueño me alcanza.
¿Real? Sólo esta tarde no. Ésta que es una pincelada de ensueños, de recuerdos tuyos bailando en mi frente.
¡Entendé, hoy no sos real!

MUDOS RECUERDOS

Blanca estela de pensamientos
perdiéndose en la noche.
Pálidos segundos que se arrastran
lánguidos, parsimoniosos.
La boca no habla hoy
¡¡Este vacío!!
Busco una palabra que estalle en el
silencio oscuro.
Gente,
¿No se dan cuenta que las horas se detienen?
Tú bebes, él canta, ellos se aman.
Todos respiran
Todos afuera juegan a vivir
Menos yo
No respiro
No juego
¡Vivo!
Te siento en tu ausencia,
forjado de arcaicos huesos, de remota sangre
Mi cuerpo te busca.

No hay palabra hoy... no para ti
Ninguna encaja en tu piel,
en tu sonrisa, en tu muda mirada clara.
Tras siete años muertos la memoria aún tiembla al asomarse a ti.
Te palpo etérea.
¿Qué sueñas?, ¿A quién ves?

No hay palabra hoy
¿Para qué?
Si te tengo a ti
Sola
en mis ojos,
fluyendo en mis mejillas.

 

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NOCHE

Oscura erguida cubriendo el viento
veloz consumiendo tu vida
surgida en la almohada de ayer que no se olvida.

Edificios mudos parlan a tus ojos
entendidos en secreto, a tus ojos solamente
incontables tus pupilas estas vidas observan,
estos pensamientos, esa guerra, ese sueño,
ese perro gris, ese último árbol de invierno, esta Tierra.

Quietud que momentánea de cama en cama vas
de día en día vas, mar de amores
fuego opaco que la piel seca quemas
humedeciendo cuerpos hambrientos
matando deseos, ¡dando vida!

¿Quién te hizo noche sin quitarte la vida?
Infinita vida ¡ríe! que el lobo te canta, que la bugambilia te sueña, que el murciélago rimas hace para ti.
¡Danza! que el gato hoy ama, que tantos contigo se cobijan, que el grillo alcanzarte quiere, que el relámpago impetuoso te acaricia....
Que yo...
¡Que yo te amo tanto! Noche
I

Todo gira, pero dale tu el giro.
Cuando vayan mal las cosas no desesperes
cuando sientas que la adversidad es tu aliada
dale la bienvenida, así como aun amigo que no has visto todavía
Si el camino te parece tan distante vete descalzo
las piedras que hay en ella te ayudaran a no abandonar tu andar
Siempre estara ahí tu valor, tu corazón.
Al final del camino, cuando te pregunten que como le hiciste para llegar a tu meta.
Tú solamente tendras que decir que bailaste al compas de la canción: La vida.

II

Desperté con los ojos cerrados,
grite fuerte en silencio
camine sin pies
recé sin Dios
amé sin locura
lloré sin lagrimas
hice lo que no tenía que hacer
soñar soñando y sin ti

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III

Luciérnagas transpiran furor
en tanto la tormenta pasó
temores incalculables
en el iris de tu adiós.

Esa flor no tuvo la razón.
Torres de barro blanco
edificas en tus andares.
La sangre fluye mar adentro
en donde bañaron los dioses
acrecentando la imaginación
luz azul, color en aereosoles.

Quien querrá esculpir la luz
en tanto el temor ilimitable
traspasa el iris de tu adiós.

Elevémonos al rincón del perdón
dejad que el corazón decida

LA NOCHE ETERNA

Al caer la noche se torna silenciosa y en mi mente aparecen imágenes y
recuerdos de un pasado sonriente, miradas de la noche se entornan en mi
persona y veo como tus cabellos se tornan brillosos como la luz de la luna
llena y tus ojos me estremecen como la noche clara de ardientes luceros y tu
piel suave como pétalos de rosas que brotan al amanecer. Tú haces que
palpite mi corazón y me siento aprisionado a un deseo en donde tú tienes las
llaves de mi libertad.

EL DESTINO (EL CAMINO DE TU DESTINO).

Cómo si una voz me mostrara el camino de mi destino, como si esos recuerdos
sagrados, fueran a llevarme al cosmos, a veces miro en mi vida cosas extrañas, muy
extrañas, cosas que parecen que hubiera vivido, como si el destino me mostrara el
camino de mi vida; el silencio se rompe al anochecer en intervalos vacíos de varios
nombres extraños, pero, ¿Cuál es la razón? de esas miradas tan ocultas; oh no, pero
ese castigo que llevo dentro de mí (te marcaran el destino), y esos sueños de
imágenes vivientes, (te mostraran el camino, de mi destino, oh no, y sufrir de la
huida de la vida, como si todas esas palabras, miradas, recuerdos y sueños, me
llevaran a esos tiempos y espacios y me mostraran (el camino de tu destino) mi
destino, tu destino.

 

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ENCRUCIJADA.

Al amanecer la selva me habla, me cuenta su historia y su preocupación
por su libertad; en la noche se escuchan llantos, el río de lágrimas me estremece,
en la oscuridad se oyen voces que hablan de nosotros; a lo lejos nos observan nos,
vigilan, la luna nos ilumina y nos cuida de las criaturas de la noche; las olas -
gritan pidiendo auxilio, los grillos cantan tristemente. Al amanecer los hijos de
la selva cantan alegremente pero en realidad piden ayuda; dentro de mí se hace un
vacío, una herida, un rencor en donde sólo los dioses tienen la solución contra los
asesinos de la naturaleza que le roban todo su oro y se llevan y asesinan a los -
hijos de la Encrucijada que grita y nadie lo escucha. Al otro día me guía en sus -
aguas sangrientas; las aves me cuidan esperando que volvamos a vernos en un -
cosmos diferente.
 

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