Crónica enviada a la Ciclolista
10 de setembre del 2000
Turó de l'Home (1.680 m)
Recorrido 26,200 Km
Desnivel: 1.535 m
Porcentaje: 6 %
Pendiente máxima: 14%
Tiempo del primero: 1 hora y 20 min.
Después de la salida dimos una vuelta por las calles del pueblo donde desfilamos orgullosos mostrando que, por una vez, teníamos preferencia sobre los coches. Los primeros 2 o 3 Km son de falso llano y me metí en un pelotón que rodaba tranquilo en las últimas posiciones, hablando sobre lo que nos quedaba todavía. Por delante los ciclistas de más nivel ya se habían despedido del grupo.
Tras el desvío a Campins (Km 4) empieza la subida y hay que cambiar de plato. Dejo la compañía de ese pelotón y voy tirando hacia delante. Ir adelantando ciclistas me da moral y en los 26 Km que dura la subida, la cabeza también es importante y hay mucho tiempo para pensar. También saludo a María Fuster, del CC Gràcia, que va a luchar sola contra la montaña. Un poco más adelante me encuentro con Jordi, de Girona, al que he conocido en la salida junto con sus amigos David y Josep, y vamos a hacer toda la subida juntos. En Mosqueroles hay un pequeño descanso, pero poco después hay una rampa muy dura con una curva a izquierdas que obliga a ponerse de pie.
Sólo llevamos 7 Km y ya estamos sufriendo. El trozo que queda hasta La Costa del Montseny (Km 11) sigue subiendo pero no tanto; advierto a mi compañero que la rampa que hay a partir de allí se las trae. La carretera cambia, el asfalto es mucho mejor, y también el paisaje, con arboles de alta montaña, pero la subida es del 11% durante un buen trozo. Tenemos un grupo de ciclistas a 20 m sin embargo, marchando a 10 por hora tardamos casi 3 Km en ponernos a su altura y finalmente adelantarlos. En la primera curva a izquierdas se ve en lo alto la cima que nos espera. Pasado Fontmartina (Km 14) hay un descansillo, que sólo es un espejismo de lo que se nos viene encima. Una curva de 180 grados a la izquierda nos muestra las primeras rampas entre el 11% y el 14%.
La carretera hace unas Z que obligan a los ciclistas a tomarlas por el lado exterior donde el desnivel es más suave (Km 18). La última rampa se hace eterna, pero después ya sé que hay otro descansillo hasta el Mirador, lugar donde acaba el trayecto corto de la marcha (Km 20). En el mirador nos ofrecen agua pero este descanso nos ha servido para recuperarnos y no la necesitamos. A partir de ahora es otra historia. La carretera es malísima y se agarra a las ruedas sin dejarnos avanzar. Tal vez las rampas no tienen tanto porcentaje, pero el piso y el cansancio acumulado hace que sean mucho más duras.
Otra Z, con la última rampa al 12%, un "descanso" al 8% y otra rampa al 12%, donde ya se acaban los árboles y empieza la vegetación típica de las zonas en las que casi todo el año está nevado. No creía que se pudiera ir tan despacio encima de la bici, aún así adelantamos a dos ciclistas más que se retuercen sobre sus máquinas para impulsarlas hacia delante. Pasamos como podemos esta última rampa y me vienen a la memoria las imágenes de Roscioli en el Xorret de Catí. Pienso que después ya no será tan difícil, pero la otra vez que subí, estuve parado descansando casi un cuarto de hora en este lugar, y hoy voy a subirme la montaña de una sola vez.
Estos tres últimos Km se me atragantan, pero a golpe de riñón, por fin giramos a la derecha y ya se ve la meta con los ciclistas que han llegado delante nuestro reponiendo fuerzas. Uno dice que la antena que hay en la cima le recuerda el Mont Ventoux que vio por TV en la etapa del Tour. En total 1 hora y 54 minutos. Estoy muy contento.
En la bajada paramos a comer el almuerzo que nos han preparado los del CC Sant Celoni y allí todos tienen algo que explicar sobre lo que les ha sucedido en el camino. Se respira ciclismo por todas partes. Después bajamos hasta el pueblo donde nos dan un diploma y una medalla que me hará recordar mi primera ciclomarcha.
Felicidades a la organización por su
trabajo, voluntad y buen ambiente que han creado.
CLUB CICLISTA SANT CELONI
BICICLETUDOS DEL MONTSENY