Conforme tus pasos resuenan en el pasillo lóbrego y oscuro que te llevará
a la vieja biblioteca, puedes ver cuadros obscenos y extraños en las paredes,
dibujados por algún demente y/o genial autor desconocido. La puerta se abre cuando
la empujas...
Cierras cuidadosamente tras de ti y resoplas distraído mientras examinas la ingente
cantidad de tomos apilados en las estanterías que ocupan las paredes de toda
la habitación, que no parece demasiado grande.