Brando, Marlon

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Pronto se convirtió en mito para la juventud, que  imitaba su manera desaliñada de vestir y su modo de hablar. Encarnó un nuevo concepto de «sex appeal» masculino en oposición a los galanes  que le habían precedido. Realizó importantes películas dirigido por E.  Kazan y J.L. Mankiewicz, entre las que destacaron: «Viva Zapata»  (Kazan, 1952) y «Julio César» (Mankiewicz, 1953). Recibió  varias nominaciones al Oscar y consiguió la preciada estatuilla en 1954 con «La ley del silencio» (On the Waterfront), de E. Kazan.

Sus exigencias respecto a los papeles que quería interpretar le produjeron problemas con las productoras. Disgustado  por la mediocridad de algunas películas, en 1960 dirigió «El rostro  impenetrable» (One Eyed Jack). Después de una época oscura  profesionalmente, en que trabajó en películas de poco éxito comercial,  volvió a mostrar sus capacidades camaleónicas de interpretación en «El  padrino», «El último tango en París», «Superman», «Apocalypse Now» y  «Colón».
Ha sido un activo defensor de los derechos de las minorías étnicas.

Casado tres veces y con dos hijos varones -debido a un drama familiar perdió a su única hija Cheyenne-, vive con su última mujer,  apartado del mundo y de la fama, en una isla próxima a Tahití.