Stewart, James

El advenimiento del cine sonoro fue el punto de atracción que, a mediados de los años treinta, llevó a James Maitland a Hollywood, donde adoptó su nombre artístico a partir de su primer filme, «The murder man» (1935).  Durante los cinco años siguientes intervino en veinticuatro películas, entre  las que destacan las comedias que rodó para Frank Capra («Vive como  quieras», 1938; «Caballero sin espada», 1939), y en 1940  obtuvo un Oscar por su papel en «Historias de Filadelfia», de G. Cukor, que le valió también el León de Oro del Festival de Venecia.

Al finalizar la guerra, en la que prestó servicio como comandante de un  escuadrón de bombarderos de las Fuerzas Aéreas, retornó a Hollywood y se reveló como un versátil actor maduro que abordó con igual  soltura diversos géneros, desde las películas del oeste («Winchester  73», 1950; «El hombre de Laramie», 1955, ambas de A. Mann; «El hombre que mató a Liberty Valance», 1962, de J. Ford, etc.) hasta la comedia («Qué bello es vivir», 1948, de F. Capra), el musical («Música y lágrimas», 1953), el policial («Anatomía de un asesinato», 1959, de O. Preminger) y el de suspense en varios filmes de A. Hitchcock: «La soga» (1948), «La ventana indiscreta» (1953), «El hombre que sabía demasiado» (1956) y «De entre los muertos» (Vértigo) (1958). Una de sus últimas apariciones tuvo lugar en «Aeropuerto'77» (1977).

Definido como «el más normal de las estrellas de Hollywood», Stewart se casó por única vez en 1949 con Gloria Hatrick McLean, con la que tuvo cuatro hijos.  Murió en 1.997, pocos años después de que lo hiciera su esposa Gloria.